Ven con Nosotros busca familias de acogida para niños ucranianos para Navidad y el verano

Todo ocurrió a la una de la madrugada del 25 de abril de 1986. Los responsables de la central nuclear de Chernóbyl realizaban una prueba para aumentar la potencia de uno de los reactores. Veinte minutos después de iniciar el proceso, parte de la central saltaba por los aires, liberándose un material radiactivo en la atmósfera 500 veces superior al de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en el final de la Segunda Guerra Mundial. 29 años después del desastre nuclear más grave de la historia, catalogado como nivel 7, la población de la zona sigue sufriendo las consecuencias de aquel terrible incidente. Los más afectados fueron los más indefensos, los niños.

Por y para ellos comenzó a trabajar hace 21 años la ONG para el desarrollo Ven con Nosotros, cuyos fondos se dedican exclusivamente al acogimiento de niños ucranianos afectados por el desastre de Chernóbyl y a prestar una valiosa ayuda humanitaria en Ucrania. Integrada por 90 familias, de las que la mitad realizan acogimientos, la ONG redobla esfuerzos estos días para realizar actividades solidarias que permitan recaudar dinero para esta buena causa, como mercadillos navideños en Madrid y Valladolid, así como venta de lotería.

En Segovia son tres las familias que acogen a estos niños; dos de ellas residen en la capital y la otra en Tizneros. Las tres se esfuerzan al máximo por intentar ayudar a estos pequeños, que viven en condiciones muy humildes en sus países.

Uno de los segovianos involucrado con la ONG es Juan Serrano, que en verano acoge al pequeño Alexander Lisovest, Sahsa, como le llaman cariñosamente, de tan solo ocho años. En su zapatería Los Chicos, situada en la calle Real, Juan vende lotería. «Queremos que vengan más niños porque hay muchísimos. Solo hay que tener ganas y que en la familia haya buen ambiente, da igual que tengan niños o no», explica Serrano.

Los niños, cuyas edades oscilan entre los 7 y 10 años cuando acuden por primera vez a España, suelen viajar habitualmente en verano aunque la ONG busca este año también familias de acogida para estas navidades, niños que ya hayan estado en España anteriormente y sus tutores lo permitan, ya que «es difícil si no adaptarse en muy poco tiempo», explica la vocal de la junta directiva de la organización, Carmen González.

Ucrania está inmersa en un conflicto bélico que se prolonga más de un año y medio entre el Ejército y los separatistas prorrusos, apoyados por Moscú. 24 años después de su independencia, el país atraviesa uno de sus peores momentos, lo que ha incidido más negativamente en los niños de este país, por lo que los voluntarios de esta ONG trabajan de forma incansable para que los pequeños olviden por unos días el infierno en el que viven en su día a día. González señala que antes de la guerra había unos 180.000 pequeños desprotegidos, ahora es «dificilísimo calcular». Los niños que viajan a España a través de Ven con Nosotros proceden de familias «muy pobres», de orfanatos, casas de acogida o desestructuradas, pero no de las zonas donde está el conflicto bélico, porque «se han quemado los registros y perdido los papeles, por lo que es muy difícil sacarlos».

Mejora de la salud

Fuentes de la ONG explican que los niños que viajan a España suelen tener algún retraso en el desarrollo físico, algunas dermatitis y otros problemas menores, aparte de la acumulación de radiactividad en sus organismos. Y en un buen número de casos, secuelas de haber sido víctimas de abandono o malos tratos. La radiactividad que tienen acumulada «no se transmite a las personas de su entorno, por lo que no hay que tomar precauciones especiales», señalan. La estancia en España de los pequeños contribuye enormemente a mejorar su salud, ya que suelen aumentar de peso y estatura, además de mejorar su sistema de defensas. La buena alimentación, los cuidados médicos y el cariño a raudales que les proporcionan sus familias de acogida hacen que la estancia sea muy beneficiosa.

Un cariño que se prolonga en el tiempo y no solo las semanas en las que el niño está en España. En el caso de la familia segoviana que acoge a Sasha, una vez al mes se comunican por teléfono con él, siempre que exista cobertura, y todos los meses le envían paquetes de comida, aunque de cara al duro invierno otras familias también incluyen ropa y mantas, porque «las calefacciones allí tampoco van bien», detalla.

Juan Serrano y sus cuatro hijos tienen una relación «perfecta» con el pequeño, y esperan con muchas ganas la llegada del buen tiempo para que pueda venir a España y volver a abrazarlo. Juan afirma que piensa en el pequeño «todos los días» y recuerda con alegría la cantidad de actividades que hacen juntos, como ir al río «y otras cosas que antes no hacíamos». Su mayor ilusión es que Sasha, al que quiere como si fuera su quinto hijo, pueda venir a España a estudiar, siempre y cuando obtenga la autorización de su madre para hacerlo, ya que no son niños adoptables.«El niño es muy listo y en muy poco tiempo ha aprendido a hablar español, lo habla perfectamente».

Ayuda humanitaria

Además de los acogimientos estivales, Ven con Nosotros se dedica a gestionar ayuda directa en Ucrania. Por ejemplo, sufragando mejoras en familias en situación muy desfavorecida. De hecho, ya están mejorando las condiciones de vida de los niños y de sus familias en la zona de Rivne, situada en el oeste de Ucrania, que ya era la zona más pobre antes de la guerra. La ONG comprará literas, colchones nuevos y edredones para algunas viviendas y financiará en otras la instalación de agua corriente o la compra de medicamentos, con el objetivo de mejorar la vida de las familias. Estas acciones se suman a las obras ya realizadas en una casa de acogida en la región de Kiev, que permitirán a la familia ampliar los acogimientos, «porque les hemos reformado la casa, les hemos puesto calefacción para que no pasen frío y un granero para poder cultivar cosas», explica la vocal de la junta directiva.

Otra de las actuaciones ha sido la adquisición, «a nombre de los niños», de una vivienda para una familia que hasta ahora ocupaba una casa sin condiciones básicas de habitabilidad, donde «no meterías ni a los perros» y a cinco kilómetros a pie del colegio de los niños. Durante el último periodo estival, más de la mitad de los chavales acogidos procedieron de esta zona marcada por la alta incidencia de alcoholismo, que hace estragos en las familias más humildes, situación agravada por factores como el desempleo y los bajos salarios.

La ONG Ven con Nosotros es de ámbito estatal aunque su trabajo actual se centra en Castilla y León, Madrid, Extremadura. Además de los acogimientos, acepta todo tipo de donativos para mejorar las condiciones de los niños ucranianos. Los interesados en ponerse en contacto con esta organización pueden hacerlo a través de www.venconnosotros.es o en el teléfono 661 971 5 78.