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José Luis Vázquez charla con una vecina, el pasado miércoles, en el mercado de San Ildefonso.
«La FRMP se ha pasado la vida justificando las dificultades de los gobiernos de turno»

«La FRMP se ha pasado la vida justificando las dificultades de los gobiernos de turno»

José Luis Vázquez, alcalde de San Ildefonso y vicepresidente de la federación, afirma que «Podemos representa todo aquello que desprecio en política: oportunismo, ventajismo y desconsideración con lo precedente»

Carlos Álvaro

Domingo, 15 de noviembre 2015, 11:34

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El Real Sitio de San Ildefonso, en el regazo de sierra de Guadarrama, también disfruta de este veranillo de San Martín que tanto se agradece en medio del siempre frío y triste noviembre. La ventana está abierta, como en pleno mes de junio, y el bullicio del mercado se cuela en el despacho. El alcalde viste camisa blanca y corbata con rayas en azul marino y blanco. Cerca de la mesa tiene dos fotografías en las que aparece con sendos personajes históricos que admira, Juan Carlos I y Felipe González. Sonriente y hospitalario, José Luis Vázquez estrena cargo: hace escasos días fue nombrado vicepresidente primero de la Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP).

¿Cómo afronta este nuevo cometido?

Pues... [lo piensa largamente] con la intención de estar a la altura de la actitud que la legítima representante de los 2.248 ayuntamientos de Castilla y León debería haber tenido a lo largo de su historia.

Empieza fuerte. Debería haber tenido dice...

Digo bien: debería haber tenido; no como portavoz ni justificadora de las políticas de ningún gobierno, si no como reivindicadora firme de las demandas legales y constitucionales que todos los ayuntamientos poseen y que, por supuesto, todos los alcaldes compartimos, de forma unánime. Actitud que, hasta la fecha, ni la federación regional ni la federación española han tenido, porque se han pasado la vida justificando, comprendiendo, las dificultades de los gobiernos de turno, en vez de poner encima de la mesa la defensa, legitimada por la Constitución, de cuanto reivindican.

¿Esa actitud ha sido más evidente durante la crisis?

Yo no diría evidente, sino grave. Se trata de una actitud que, durante los años anteriores, podría haber sido más o menos entendida, dentro del juego político que marca la propia democracia; pero durante la crisis, cuando los ayuntamientos han sido los verdaderos amortiguadores de las crueles políticas impuestas por el Gobierno, al amparo de la modificación de la Constitución, no; de ninguna manera puede entenderse esa actitud.

Supongo que todo esto que me está contando también lo comparte el presidente de la FRMP, Alfonso Polanco, alcalde de Palencia por el Partido Popular.

Lo comparte; yo sé que lo comparte. Lo que no tengo tan claro es si, además de compartirlo, está dispuesto a hacerlo efectivo. Yo, desde mi posición, voy a intentar que así sea. Lo que estoy diciendo no difiere de lo que, de forma unánime, acordó la Federación Española de Municipios y Provincias [FEMP];y por tanto, no debiera diferir de lo que mi compañero Polanco ha de perseguir a la hora de entablar las negociaciones, dentro de la interlocución bilateral, entre la federación regional y el Gobierno autonómico.

¿Qué espera de la nueva legislatura que arrancará en enero?

Lo primero: una derogación inmediata de la modificadaLey de Bases del Régimen Local. Por otra parte, confío en que ya, sin más dilación, el municipalismo baje de los discursos de los partidos con opciones de gobierno a la realidad, deje de ser un municipalismo discursivo a ser un municipalismo efectivo. Estoy convencido de que ya no puede posponerse más la financiación acorde con los servicios que prestan los ayuntamientos y que, además, está legitimada por la propia Constitución.

¿En qué consiste ese municipalismo efectivo?

En que si un ayuntamiento tiene competencias en materia de empleo, desarrollo, turismo, cultura, asistencia social, deportes o vivienda, perciba una financiación acorde con esas competencias. Ocurre que si esas competencias y por tanto esa financiación están dispuestas ya por las comunidades autónomas, aquí ha habido un momento en que el flujo se ha parado. Yo no tengo ningún inconveniente, como ayuntamiento, en que los polideportivos, las escuelas municipales infantiles, los talleres de acción social o las oficinas de turismo, las mantenga la comunidad autónoma, ningún inconveniente; pero lo que no voy a consentir, en la medida de mis posibilidades, es que se hurte a mis vecinos de unos servicios a los que constitucionalmente tienen derecho. Por tanto, seguiremos demandando esa financiación. Eso es el municipalismo efectivo: que aquel que desempeñe la competencia disponga de financiación; y que a aquel que teniendo la competencia no la presta, se le detraiga la financiación. Así de sencillo. Y no puedo creer que ni en los veinte años de gobiernos socialistas ni en los catorce de gobiernos conservadores se haya desconocido esta realidad, aunque lo parece. La modificada Ley de Bases del Régimen Local, del año 2013, denota un absoluto desconocimiento de lo que es la administración local, del papel que ha jugado la administración local, y sobre todo, del papel social que, en los momentos de crisis, ha jugado la administración local, que ha intervenido donde no lo hacía el resto de las administraciones, con absoluta asunción, arriesgada en muchos casos, para no agravar la situación que vivía la sociedad.

En la Federación Regional de Municipios y Provincias hay alcaldes de distinto signo, pero les une, al fin y al cabo, la preocupación por sus vecinos.

Sí, el presidente es del Partido Popular y yo soy del Partido Socialista, pero, ante todo, él es alcalde y yo soy alcalde. Los vecinos de Palencia o los vecinos de La Granja y Valsaín, cuando van a ver a su alcalde, no van a ver al dirigente del Partido Popular o al dirigente del Partido Socialista; van a ver a su alcalde. Yle dicen: alcalde, me he quedado sin empleo, o el banco me quita la vivienda, o no puedo cuidar a mi madre... Y eso le pasa al alcalde de Palencia y al alcalde de San Ildefonso. Conozco bien al alcalde de Palencia, conozco bien su sensibilidad y su compromiso, y en mí va a encontrar un aliado en la reivindicación de cuanto, por derecho, les corresponde a los vecinos. Y seguro que será firme.

En su discurso ante los nuevos responsables de la FRMP, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, animó a los alcaldes a unirse para exigir más financiación tras el 20-D.

El presidente Herrera y el consejero de Presidencia fueron más contundentes y coherentes con el discurso municipalista que algunos de los vicepresidentes actuales de la Federación Regional de Municipios y Provincias. Comparto el discurso del presidente Herrera y el discurso del consejero Fernández Santiago; y no comparto en absoluto el discurso de mi compañero vicepresidente segundo, el presidente de la Diputación de Valladolid. Herrera alentó a los ayuntamientos a ejercer ese papel de reivindicación activa de nuestros derechos constitucionales de financiación y competencias, pensando en nuestros vecinos; sin embargo, el vicepresidente fue condescendiente con el statu quo, y eso no debe ser así, ni mucho menos. El actual estado de las cosas es un estado de injusticia, de flagrante incumplimiento constitucional, de justificación de la ley de racionalización...

Se he referido a las políticas de austeridad con el calificativo de crueles. ¿Hasta qué punto lo han pasado mal los ayuntamientos durante estos años de la crisis?

Han sido años especialmente duros para un alcalde que se haya comprometido con sus vecinos y que haya querido hacer política (y política es eso, y no partidismo ni seguidismo institucional) y no esperar a las reformas de las leyes hipotecarias, porque los desahucios se ejecutaban; o no esperar a que la dinamización de la economía fuera un hecho para generar empleo, porque los desempleados iban cayendo en cascada; o no agravar la situación de arrumbamiento anímico de la sociedad cesando en la prestación de servicios en materia de cultura, de educación, de deportes... Creo que los años 12 y 13 han sido los peores de la democracia. Cualquier alcalde que haya querido hacer política estará de acuerdo conmigo. La escasez de recursos y la acumulación de problemas en los vecinos han generado mucha frustración en esos alcaldes, en esos concejales que están en política para dar respuesta a las dmandas ciudadanas. Esos años serán imborrables, pero nos quedará la tranquilidad de conciencia por haber hecho lo imposible para atender a los ciudadanos.

Está ilusionado en esta nueva etapa que afronta. ¿Le compensa este cometido en la FRMP de otras decepciones sufridas a lo largo de su trayectoria política? Usted quiso liderar el Partido Socialista de Castilla y León y no pudo; quiso ser portavoz en la Diputación y tampoco...

No son decepciones. Sigo creyendo que hubiera intentado, si mis compañeros lo hubieran querido, ser un buen secretario general del PSOE de Castilla y León; que hubiera intentado, si mis compañeros lo hubieran contemplado, ser un buen portavoz del grupo provincial socialista; y seguiré intentando hacerlo bien en cuantos cometidos me vayan proponiendo mis compañeros o mis vecinos. Ahora mismo, sin siquiera postularme, han considerado que debo ser vicepresidente de la Federación Regional de Municipios y Provincias... Bueno, a lo largo de mi experiencia voy aprendido cosas. Puedes creer que estás en condiciones de contribuir a dinamizar, impulsar o liderar un proyecto, pero eso solo puede ser si lo consideran quienes forman parte de ese proyecto. En este caso han considerado que yo sea vicepresidente: intentaré no decepcionar.

Hablemos de las elecciones generales. ¿Qué le parecen las candidaturas del PSOE por la provincia?

Del primer candidato al Senado, Félix Montes, qué voy a decir. Es como mi hermano, pero, independientemente de eso, tengo argumentos objetivos como para pensar que ojalá la mitad de los miembros de la Cámara Alta conocieran, defendieran y propusieran con la calidad, la experiencia, el amor y el compromiso que lo hace Félix. Si solo la mitad tuviera la misma sensibilidad y experiencia que tiene él, otro gallo cantaría en el panorama político nacional. Por tanto, en ese sentido, satisfecho. De los demás, me remito a la respuesta a la pregunta anterior: así lo han considerado los compañeros, y por tanto, para mí son los mejores candidatos. En el caso de Juan Luis Gordo, indudablemente su tesón, su arrojo, su empuje y su capacitación están contrastadas.

¿Pero no echa en falta más renovación?

¿Renovación? Yo llevo veinte años siendo concejal de San Ildefonso; soy el más veterano y el concejal que durante más tiempo lo ha sido en la historia de este Real Sitio. Yo creo que la renovación debe aplicarse a quienes les falta ilusión para poder enfrentarse a un reto. La renovación no puede estar condicionada por el DNI ni por el tiempo que dure el desempeño de las responsabilidades. Hay personas, en diferentes formaciones políticas, que todavía no han asumido ni una responsabilidad; bien, pues esas tenían que ser renovadas desde el minuto cero.

¿Qué le pareció la actuación del PSOE federal cuando destituyó a Julio Villarrubia como número uno al Congreso por Palencia?

Coherente.

¿Pero no cree que es una decisión que pone en entredicho mecanismos políticos como las primarias?

Lo pondrá después. Si el presidente del Gobierno es Pedro Sánchez, se hizo bien; si no es Pedro Sánchez, le aseguro que se dirá que se hizo mal. Lo que se hizo fue coherente.

¿Cómo ve a Pedro Sánchez?

Ilusionado y muy corresponsabilizado con el reto que va asumir si los ciudadanos españoles le otorgan la responsabilidad de ser presidente. Pedro tiene toda la actitud y toda la aptitud para liderar un proyecto que encierra una receta indiscutible: buscar espacios de consenso, no atrincherarse en los espacios de divergencia. Es fundamental hacernos fuertes en todo aquello en que coincidimos; luego iremos arañando, avanzando en aquellas diferencias que nos pueden separar. Por eso creo que debe ser una legislatura de absoluta concentración, lo que tenía que haber sido esta última.

-Como socialista que es, ¿le seduce el proyecto de Podemos?

No. Podemos representa todo aquello que desprecio en política: oportunismo, ventajismo, desconsideración con lo precedente.

Se lo pregunto porque hay personas muy significadas que estuvieron en el PSOE o cerca de él y ahora están con Podemos.

Como ventajistas, oportunistas y populistas pueden distraer la atención de personas bienintencionadas que creen en el común; pero una fuerza que prescinde de aquellos que no piensan igual... Hay una cosa en la que no coincido con Pedro Sánchez: para mí, Podemos es la más deslegitimadora de las fuerzas políticas con opciones de gobierno. No entiendo esa condescendencia con quienes, en algún momento, han acariciado la idea de recurrir a la violencia para defender una posición.

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