La SG-20 será autovía al inicio de 2019, dieciséis años después del primer estudio

En la carta a los Reyes Magos que escriben los partidos políticos cuando toca arrebato electoral no podía faltar la circunvalación de Segovia. Tantas y tantas veces ha figurado su conversión en autovía en la lista de compromisos a adquirir que casi se pierde la cuenta. Unos y otros han deseado desde sus respectivos gobiernos el desdoblamiento de la variante SG-20, pero de momento la autovía sigue en el limbo de las promesas incumplidas. La pelota ha pasado de tejado en tejado y entre un alero y otro el proyecto ha avanzado mucho más lento de lo que lo harán los vehículos que circularán por ella cuando sea, por fin, una realidad. La SG-20 ha sido (y tiene visos de que será) un arma arrojadiza en el campo de la batalla política provincial y regional.

Al menos, y por desgracia, sí ha sido hasta ahora: que si no ha habido presupuesto, que si se pagará al finalizar la obra, que si solo se ha ejecutado un porcentaje mínimo de la partida, que si se trata de un proyecto plurianual en su financiación y progresivo en su desarrollo...

Sin embargo, la eterna promesa de al menos los tres últimos comicios municipales y autonómicos puede que no tenga que formularse dentro de cuatro años, en el caso de que los elegidos en las urnas agoten su mandato. Y sobre todo, si se da debido cumplimiento a los plazos estipulados a partir de ya.

¿Y por qué justo ahora?

Porque el Boletín Oficial del Estado (BOE), a dos días de que los votantes se citen con las urnas, publicó ayer dos anuncios fechados este pasado miércoles. Son los dos anuncios de licitación de la conversión de la circunvalación segoviana en autovía. La actuación está concebida en dos tramos, según ha conformado el Ministerio de Fomento en la notificación de ayer. Cada uno tendrá su propio procedimiento administrativo aunque el objetivo es que caminen casi en paralelo.

Se preguntarán qué significa esta nueva fase doce años después del primer estudio. Hagamos un ejercicio de memoria para ver lo que está costando el dichoso desdoblamiento de la SG-20. Indaguemos en la hemeroteca. Allá por el mes de diciembre de 2002, el Gobierno del Partido Popular, con Francisco Álvarez Cascos como titular de la cartera de Fomento, anunció los primeros estudios para cerrar el trazado. Pasó el tiempo y en marzo de 2004 Fomento sacaba a licitación pública el estudio informativo. Entonces sobrevino un parón propiciado por el cambio de inquilino en la Moncloa. El Partido Socialista tomó las riendas. La SG-20 siguió inmersa en un paréntesis hasta que entre mayo y octubre de 2010 se sucedieron la aprobación provisional, el periodo de información pública y la ratificación definitiva del Ministerio. Pero al deseado desdoblamiento le aguardaba otro tránsito por el desierto: el de las expropiaciones de los terrenos necesarios.

Llegamos al día de hoy con una calzada de doble sentido que ya desde el primer minuto de ponerse en servicio resultó peligrosa e insuficiente. En menos de dos años desde la apertura de la variante, allá por octubre de 2001, esos algo más de 15 kilómetros de circunvalación se cobraron catorce vidas en 34 accidentes. La alta siniestralidad obligó a ejecutar modificaciones, con mejoras en los accesos, en la señalización y la prohibición de adelantar casi a lo largo de todo el recorrido.

La variante se abrió con el cálculo de una intensidad media circulatoria de 6.000 vehículos; pero como precisa la Subdelegación, la única calzada con un solo carril por sentido se quedó en muy poco tiempo escasa para los 18.000 vehículos que transitan de media.

La licitación por parte de Fomento de los 15,5 kilómetros de la variante, desde la carretera N-110 hasta la A-601, destapa el proceso administrativo de la adjudicación. La obra está concebida en dos tramos. El llamado lote 1 sale con un presupuesto de 42,07 millones de euros y comprende 8,4 kilómetros de longitud, los del itinerario que va desde el enlace con la Autovía de Pinares hasta las inmediaciones de la conexión con la carretera autonómica CL-601. El lote 2 discurre desde ese punto hasta la intersección con la nacional N-110 en sentido Ávila, explican fuentes de la Subdelegación del Gobierno. El desdoblamiento de este segundo tramo está presupuestado en 22,63 millones.

Las máquinas, en invierno

Calculadora en mano, la conversión en autovía de la variante segoviana se licitará por un montante que asciende 66,7 millones de euros. La subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, cruza los dedos para que, si todo va según lo previsto, a finales de año o principios de 2016 las excavadoras estén ya removiendo tierra. El plazo de ejecución, aunando los dos lotes, es de 40 meses. Sanz se aventura a esbozar unos tiempos. El 13 de julio acaba la presentación de ofertas; el 4 de septiembre de abren las plicas; así que en invierno han de empezar los trabajos.

La tramitación será por «concurso ordinario», matiza. Es decir, que aquel modelo alemán de pagar al final de la ejecución de la obra, al menos en uno de los subtramos, desaparece de los planes.