El Acueducto ya dispone del plan director que garantizará su mantenimiento futuro

La Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Segovia ya tienen ultimado el llamado Plan de Gestión del Acueducto de Segovia, en el que han de converger todas las intervenciones y proyectos que se esbocen en torno al monumento en los próximos años. Se trata de un vasto documento que establece una metodología de trabajo coordinado hasta ahora inexistente, a fin de gestionar y apuntalar la conservación del Acueducto romano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985 junto con la ciudad vieja de Segovia.

El plan, a cuyo borrador ha tenido acceso El Norte de Castilla, responde a la recomendación de la propia Unesco para asegurar la protección de todos los bienes amparados bajos su declaración, evitar que se produzcan daños y aumentar el valor de las categorías que le sirvieron para erigirse en un bien del patrimonio mundial. En este sentido, el documento recuerda la declaración de 1985, los valores que movieron a la Unesco a distinguir el Acueducto y la ciudad vieja, es decir, su categoría de símbolo, su monumentalidad, su excelente estado de conservación y su ubicación en uno de los lugares urbanos más bellos.

Según el director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Enrique Sáiz, el plan de gestión ha de contribuir al mantenimiento y la mejora de ese valor universal excepcional que posee el Acueducto, asegurando su autenticidad e integridad, dentro de procesos sostenibles. «Pero no se trata de un plan director a la antigua, acompañado de unos fondos y unos proyectos de obras, sino de establecer una metodología de trabajo, unas líneas maestras que deben servirnos para la toma de decisiones y la coordinación de futuras intervenciones y trabajos».

Ese es el espíritu del plan, que establece varios ejes estratégicos (conocimiento, mantenimiento en su doble vertiente de seguimiento de intervenciones y aminoración de deterioros y conservación restauración y comunicación, así como trece proyectos o líneas a seguir que deben concretar los objetivos.

Cuatro de estas trece líneas hacen referencia a la conservación, en sus vertientes de restauración y mantenimiento. La primera, denominada Trajano 1 (conservación-restauración), prevé la restauración de sectores del Acueducto en los que no se ha intervenido en actuaciones anteriores. Se extienden a lo largo de la calle Cañuelos, donde el monumento evidencia un deterioro progresivo en algunos elementos.

El Trajano 2 (conservación-mantenimiento) apuesta por un «mantenimiento periódico, programado y eficaz», que responda a las necesidades reales del Acueducto y permita «contener deterioros y evitar futuras intervenciones de amplio alcance sobre degradaciones que puedan moderarse». Así, se creará un libro de mantenimiento que ha de reunir, estructurar y programar todos los trabajos de mantenimiento del monumento (seguimiento de las intervenciones realizadas y reparaciones continuas para la contención del deterioro). Dentro de esos trabajos de mantenimiento estarían los controles periódicos de desplomes, filtraciones, ensuciamiento por depósitos, la revisión de la resistencia de los sillares, de la impermeabilización de las juntas y de los niveles de humedad, la limpieza del canal y el registro del nivel de vibraciones, entre otros. En este caso, el Ayuntamiento de Segovia, por su proximidad, debe ser el agente coordinador del proyecto, y la financiación dependerá de los organismos públicos.

El Trajano 3 (conservación, restauración local continuada) regula las restauraciones localizadas que haya que acometer de manera eventual, es decir, pequeñas operaciones, de escasa importancia, que permitan actuar en el inicio del daño y evitar la progresión del deterioro. El Trajano 4 (conservación-formación) aboga por la formación de especialistas al servicio del Acueducto y la creación de materiales destinados a las instituciones educativas.

El resto de los proyectos o líneas estratégicas establecen medidas que tienen que ver con la creación de un banco de datos digital, la investigación y la comunicación, la cartografía, la arqueología, la participación ciudadana, el turismo o la normativa. Destaca el proyecto que regula la ordenación del entorno, denominado Territorium. En este apartado, el documento tiene en cuenta un estudio elaborado en 2011 por el Colegio de Arquitectos de Segovia que identifica usos «cotidianos y eventuales, de carácter abusivo» que ponen en riesgo la integridad del monumento. Uno de ellos es la proximidad del tráfico. «Se usa la plaza Oriental como intercambiador de transporte en el que se aglutinan taxis, autobuses urbanos e interurbanos, turístico y de conexión con la estación de Renfe, vehículos privados, salida de aparcamiento, acceso al casco histórico...» Otro es la utilización del entorno más próximo para actos de todo tipo que tienen el Acueducto como telón de fondo y causan «perturbación» y «fuertes vibraciones» en el monumento. Por otra parte, el mobiliario urbano es «deteriorante» o «ajeno en su diseño a la presencia del Acueducto». Hay contenedores de basura, quioscos de helados, señales, farolas rotas, anuncios de comercios, voluminosos bolardos con cadenas, sombrillas, macetas... También las pavimentaciones denuncian la improvisación y la carencia de un diseño coherente y cuidadoso.

Aquel documento de los arquitectos propone establecer una banda de protección en la que queden excluidos los vehículos y las instalaciones eventuales, todo tipo de mobiliario urbano y los usos perturbadores, y aconseja situar los escenarios de espectáculos en ubicaciones alternativas concretas, limitar progresivamente el tráfico y regular la carga-descarga, desplazar las paradas de transporte urbano a la avenida de Vía Roma y alejar la parada de vehículos privados, además de reconsiderar pavimentaciones, señalizaciones, mobiliario urbano, elementos de recogida de basuras, quioscos, luminarias, bolardos, jardinería, etcétera.

Desarrollo

Según Enrique Sáiz, es el Ayuntamiento la institución que debe capitanear el órgano de gestión del plan. Después habrá una comisión de seguimiento, institucional y técnica, para la toma de decisiones. «En el caso de que haya que intervenir, será la oicina de gestión la que determine lo que haya que hacer. Y luego las instituciones abordarán la financiación, ya se verá cómo o de qué manera. Lo más importante es que permite dar una respuesta rápida a la problemática. El plan tiene una vocación permanente; es un proyecto de ciudad porque además del Acueducto también tiene en cuenta el casco antiguo de Segovia que nos servirá para siempre como metodología».

El Plan de Gestión del Acueducto de Segovia está prácticamente redactado y listo. Los técnicos de la Junta de Castilla y León han trabajado en él durante los últimos cuatro años. Eso sí, la puesta de largo, la presentación en sociedad, tendrá que esperar a que pasen las elecciones municipales y autonómicas. Serán los nuevos responsables políticos los que lo presenten y empiecen a hacer uso de esta herramienta que viene a acabar con la descoordinación y la ausencia de políticas continuadas en torno a uno de los monumentos más emblemáticos del mundo.