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Daniel Sarasola y Ana Martínez de Aguilar, en el Museo Esteban Vicente.
El Museo Esteban Vicente organiza un homenaje al poeta Juan Larrea

El Museo Esteban Vicente organiza un homenaje al poeta Juan Larrea

El centro celebrará el viernes la velada de tributo al autor con una conferencia-recital y solo con cien entradas a la venta

David Aso-Ical

Lunes, 24 de noviembre 2014, 18:00

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El auditorio del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia acogerá el próximo viernes a partir de las 19:30 horas la conferencia-recital Una velada con Juan Larrea, que sirve de tributo a un escritor de la Generación del 27 relativamente ignorado en vida que, sin embargo, con el tiempo ha cobrado trascendencia como artista de culto. Daniel Sarasola, Mathilde Rambourg y Paco Lidón integran el equipo artístico que recita y concentra en apenas una hora la esencia vital y genial del homenajeado, coetáneo precisamente del pintor hispano-estadounidense nacido en Turégano (Segovia) Esteban Vicente Pérez, con quien pudo coincidir en París y Nueva York.

Las entradas, poco más de un centenar, salen este martes a la venta por 10 euros (6 para los miembros de la asociación Amigos del Museo), tal y como precisó la directora del Esteban Vicente, Ana Martínez de Aguilar, quien presentó la obra junto con su principal artífice, el profesor de dramaturgia, actor, escritor y traductor literario Daniel Sarasola. De hecho, como él reseñó, la conferencia-recital es «el fruto» de su libro Larrea toujours (Larrea para siempre), publicado en 2011.

Para De Aguilar, el «grandísimo intelectual español» Juan Larrea Celayeta (Bilbao, 1895-Córdoba, Argentina, 1980) «no es suficientemente conocido todavía en nuestro país», y Sarasola ha firmado «el estudio más profundo que se conoce» sobre él, según valoró en alusión a la obra citada de la que parte la conferencia-recital. El propio Sarasola, miembro de la Compañía Nacional de Teatro Clásico durante la etapa de Marsillach, reconoció su tardía «fascinación» por el escritor vasco, cuya poesía no «descubrió» hasta que cayó en sus manos una recopilación de su obra elaborada por Miguel Nieto, «la primera en condiciones» que se hizo de él.

«Era desconocido porque nunca puso gran empeño en darse a conocer, nunca quiso tomar grandes protagonismos, pero su obra, sobre todo la poética, es de culto para todo aquel que se dedica a escribir poesía», destacó Sarasola, quien llevaba tiempo queriendo llevar a escena la dramatización de la vida de Larrea. Lo consiguió hace dos años gracias en buena medida al escenógrafo Emilio Sagi, director artístico del Teatro Arriaga de Bilbao, que le sirvió este escenario para el estreno de una obra que tiene en Segovia su tercera escala, después del CentroCentro de Madrid, y que cuenta con Concha Doñaque para la expresión vocal y Ana Contreras en la dirección artística.

Como reconoció el propio Sarasola, que aparte de interpretar se encarga de la dramaturgia, Una velada con Juan Larrea es «un espectáculo muy particular que quizá no interese a cualquier teatro al uso». De ahí también su satisfacción por tener como escenario el reducido auditorio del Esteban Vicente, con el que «Larrea estaría encantado si levantara la cabeza».

Juan Larrea, según Sarasola

Larrea se inició en la poesía ultraísta y «se convirtió enseguida en principal defensor y prácticamente del creacionismo poético que Gerardo Diego, su amigo de estudios en la Universidad de Deusto, le había dado a conocer a través de la obra de Vicente Huidobro», explica Sarasola. «Sacudido» precisamente por la obra del poeta chileno afincado en París, decidió trasladarse al barrio de Montparnasse de la capital francesa en 1926, donde desarrolló «una actividad artística arrolladora, estimulado por el círculo de Huidobro». Entre ellos estaban Tristan Tzara, Pierre Reverdy, Juan Gris o Pablo Picasso, «pero sobre todo el gran poeta peruano César Vallejo, que se convierte en amigo inseparable».

«La vida de Larrea es una sucesión de aventuras increíbles que le convierten en testigo privilegiado de importantes acontecimientos del siglo XX», y Sarasola trata de captar su esencia en «55 minutos o una hora». Y el resultado, este viernes, 28 de noviembre, en el Museo Esteban Vicente de Segovia.

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