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Ángel Roman, durante el pregón, ayer
«San Andrés tiene alma y gente que los males espanta»

«San Andrés tiene alma y gente que los males espanta»

Decenas de personas acompañan en la plaza de la Merced a Ángel Román en su pregón inaugural por la Catorcena

maría callejo

Domingo, 31 de agosto 2014, 12:50

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La iglesia de San Andrés comienza sus actos culturales y religiosos de la Fiesta de la Catorcena con un gran pregón inaugural pronunciado por Ángel Román, vecino del barrio y conocido por todos. Con el acompañamiento de las dulzainas, las decenas de vecinos rindieron un homenaje a su parroquia y a todos aquellos célebres personajes que han dejado su huella a lo largo de los años. Junto a Román, la joven dama del barrio, María Chousa; Fortunato, el párroco; Gregorio Garrido, presidente de la asociación de vecinos; concejales del grupo popular; y miembros de la Junta de la Catorcena. Todos ellos en lo alto del escenario esperando las palabras del pregonero.

Garrido fue el encargado de presentar al protagonista del día del que explicó que «es una persona que nació aquí y fue bautizada en esta parroquia. Monaguillo, catequista, y miembro y fundador de un grupo de teatro». Román subió al escenario ataviado con un traje de verdadero pregonero y comenzó su discurso: «Debo ser agradecido con el corazón y estar orgulloso de ser de un barrio con tanta vida». Con estas palabras agradecía a todos y cada uno de los organizadores y personas que le han brindado la oportunidad de dedicar estas palabras en la plaza de la Merced. Con alegría de pertenecer al barrio aseguró que «San Andrés tiene alma, duendes y gentes que los males espanta; porque cuando hay alguien de San Andrés, la alegría se desborda por doquier». El pregonero se mostró orgulloso y señaló las distintas etapas por las que atravesaba su vida en las anteriores catorcenas en San Andrés. La primera fue en 1958, cuando él aún no había nacido, pero sería su año; en 1972, 1986, momento en el que ya era padre de una niña; y el año 2000 «que parecía que sería el final». Ayer, pronunciaba sus palabras «con 55 tacos y con este pregón empezamos la función».

Un homenaje

El escrito fue un repaso a la historia del barrio y de la parroquía, por donde han pasado reyes y santos. Además, recordó las andanzas de varios personajes reconocidos en la ciudad que ya no están con nosotros. Fue un homenaje a sus calles, bares, comercios y gente. Además, Román quisó ensalzar la figura de sus padres, de los que se siente realmente orgulloso. Finalmente cerró su discurso con un canto: «En San Andrés siempre reina la alegria, en San Andrés siempre reina el buen humor; no cambiaremos de carácter en la vida».

El públicó aplaudió y gritó: «¡Viva la catorcena y viva San Andrés bendito!». El acto terminó con un vino, unas pastas, y la melodía de las dulzainas que amenizó el festejo pasadas las nueve y media de la noche en la plaza de la Merced.

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