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Manuel Sendón, comisario de la muestra, comenta las fotografías ante la presencia de Rivero, Mena, Rodríguez, Cabero y García Cirac. LAYA
La USAL rinde tributo al fotógrafo que inmortalizó con su cámara a Unamuno

La USAL rinde tributo al fotógrafo que inmortalizó con su cámara a Unamuno

La exposición ‘Unos ojos vivos que piensan’ reúne 135 fotografías del gallego José Suárez y llega a la Hospedería Fonseca tras recorrer Europa, Iberoamérica y Asia

Ricardo Rábade

SALAMANCA

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Martes, 13 de febrero 2018, 11:46

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Estudió Derecho en la USAL y fue amigo personal de Miguel de Unamuno, a quien retrató con su cámara con instantáneas icónicas, como las fotos que realizó del genial escritor vasco en la finca La Flecha y paseando por el claustro superior del Edificio Histórico, tres imágenes captadas en el año 1934. Se trata del carismático fotógrafo gallego José Suárez (Allariz, 1902-A Guarda, 1974), al que la Universidad rinde tributo con la exposición ‘Unos ojos vivos que piensan’, que abrió ayer sus puertas al público y podrá ser visitada hasta el próximo 8 de abril.

La muestra, que recopila 135 fotografías de las diferentes etapas creativas del fotógrafo gallego, aterriza en Salamanca tras haber sido expuesta en Santiago de Compostela, Buenos Aires, Madrid, Montevideo, París, Tokio y Nueva Delhi.

El rector de la Universidad, Ricardo Rivero, y el conselleiro de Educación, Cultura y Ordenación Académica de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, inauguraron la muestra, que se presenta como la mayor exposición realizada hasta el momento sobre José Suárez, «el genio traspapelado de la historia de la fotografía en la España del siglo XX», en palabras del crítico Juan Manuel Bonet. Para Rivero, la exposición «se vincula a una época memorable de la Universidad de Salamanca cuando su amigo Unamuno era rector».

La muestra recorre la trayectoria de uno de los mejores fotógrafos españoles del siglo XX

Román Rodríguez destacó que «en un tiempo en el que todo tiene una fecha de caducidad muy corta, desde la Xunta apostamos por la difusión y la máxima visibilidad del gran trabajo creativo que a lo largo de la historia se viene realizando en Galicia». Señaló que con esta muestra «continuamos avanzando en la recuperación del legado de gallegos que construyeron en la diáspora una obra memorable».

A la presentación también acudieron la consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, María Josefa García Cirac; la directora de Acción Cultural de la Fundación Cidade da Cultura de Galicia, María Pereira Otero, y los dos comisarios de la exposición, Manuel Sendón y Xosé Luis Suárez, quienes pusieron de relevancia la personal mirada, «a veces al infinito o cargada de incertidumbre y tristeza», del fotógrafo puesto que «detrás de sus imágenes hay una persona con una intensidad enorme capaz de hacer un trabajo excepcional».

Xosé Luis Suárez, que suma a su condición de comisario la de sobrino del protagonista de la exposición, remarcó la «muy importante» vinculación personal de su tío con la tierra que acoge desde hoy la muestra. «Resulta curioso comprobar cómo aún quedan hoy huellas de la Salamanca en la que vivió».

En una época en la que predominaban los fotógrafos por encargo y una visión costumbrista de la sociedad, Suárez se reveló como un artista consciente de su autoría. Su obra refleja una gran preocupación humanista, incorporando novedades formales propias de los movimientos de vanguardia europeos, como la nueva visión o la nueva objetividad.

Con una sólida formación intelectual, la biografía de Suárez transcurrió por círculos culturalmente muy ricos, pues gozó de la amistad de Unamuno, Alberti, Pérez de Ayala, Seoane o Blanco Amor. Su obra obtuvo reconocimiento a lo largo de toda su trayectoria, tanto en la década de los 30, gracias a las series etnográficas y la de mariñeiros, que se expusieron en Madrid o París, como en su etapa en el exilio, con trabajos tan destacados como el de su primer viaje a Japón (1953-1954). Regresó a España en 1959 y se suicidó en 1974.

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