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SALAMANCA
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Martes, 24 de abril 2018, 11:37
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Conseguir estudiar la carrera que uno siempre ha anhelado desde sus inolvidables años estudiantiles en el instituto parece, a primera vista, un deseo fácil de materializar, teniendo en cuenta las relevantes dimensiones que presenta actualmente el sistema universitario español, que está integrado por 82 universidades, de las que 50 son públicas y las 32 restantes de titularidad privada, y que se desglosa con el voluminoso elenco numérico de 1.046 facultades y escuelas universitarias, 2.891 departamentos, 531 institutos de investigación, 49 escuelas de doctorado y 74 fundaciones. Sin embargo, no todos los alumnos cristalizan este sueño y se tienen que conformar con matricularse en carreras que no constituyen su principal aspiración. Esta palpable realidad académica aparece reflejada expresamente, con un extenso elenco de dígitos y porcentajes, en el nuevo y detallado informe que ha hecho público recientemente el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, que describe de forma pormenorizada las estadísticas correspondientes a las universidades, los centros y las titulaciones que vertebran el presente curso 2017-2018.
En el informe se insertan tres conceptos especialmente jugosos, como son las denominadas tasa de ocupación, tasa de preferencia y tasa de adecuación en las instituciones académicas. La primera variable –tasa de ocupación– se refiere la relación porcentual existente entre la matrícula de nuevo ingreso por preinscripción y el número de plazas ofertadas, que arroja en este curso una media nacional del 89,3%, siendo las Ingenierías y las Arquitecturas las ramas en las que más plazas quedaron vacantes en el primer curso.
Por su parte, la tasa de preferencia es la relación porcentual entre la demanda de carreras en primera opción por parte de los alumnos de nuevo ingreso y el número de plazas ofertadas. La media nacional se coloca en el 154,7%, siendo Ciencias de la Salud la rama con mayor preferencia alcanzando este curso una tasa del 339,0%, lo que significa que para cada plaza ofertada hay casi 3,4 demandantes en primera opción. Con todo, el Ministerio de Educación puntualiza que es necesario matizar estos datos teniendo en cuenta el efecto multiplicador que genera el hecho de que un estudiante se pueda preinscribir en universidades de varias comunidades autónomas a la vez.
Por último, la tasa de adecuación se encarga de calibrar la relación porcentual entre la matrícula de nuevo ingreso en primera opción y la matrícula total de nuevo ingreso. La media española se aposenta este curso en el 74,7%, promedio que alumbra un indicador especialmente revelador, como es el hecho de que tres de cada cuatro estudiantes consiguen acceder a la titulación que habían solicitado en primera opción, colmando plenamente de esta forma su orden de preferencias.
El análisis comparativo entre los porcentajes españoles y el caso específico de la Universidad de Salamanca arroja conclusiones dispares. La exploración ministerial desvela que en las facultades salmantinas logran matricularse en la carrera que han especificado como primera en su jerarquía de preferencias en el proceso de preinscripción el 77,06% de los nuevos alumnos, es decir, tres de cada cuatro estudiantes, redondeando las cifras. Eso sí, la media salmantina supera tímidamente a la variable global de las universidades españolas, donde dicho guarismo queda por debajo, concretamente en el 74,7%, casi tres puntos menos. A la cúpula de esta particular pirámide académica se catapulta la Universidad Politécnica de Cataluña, con nada más y nada menos que un 91,84% de promedio, seguida a una corta distancia por la Universidad de La Rioja (90,14%).
Sin embargo, si la lupa estadística se concentra en el apartado referido a la tasa de ocupación, Salamanca se tiene que conformar con un peldaño claramente inferior al de la media española. En concreto, la USAL, según la casi interminable marabunta de números que salpican el jugoso informe ministerial, ha cubierto en el presente periodo lectivo el 76,92% de las plazas que ofertaba en el primer curso de su amplio abanico de grados, pero aparece 13 puntos por debajo de la media global de las universidades españolas, que se caracterizan por una tasa de ocupación claramente superior y más sobresaliente, concretamente el 89,3%.
La lista la lidera la Universidad de Barcelona, cuyas matrículas de nuevo ingreso por prescripción han monopolizado por completo todos los puestos disponibles en el primer curso de cada grado.Al otro extremo de la balanza y como farolillo rojo de esta clasificación estadística queda desterrada la Universidad deExtremadura con un modesto 71%.
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