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EVA CAÑAS / WORD
SALAMANCA
Domingo, 20 de mayo 2018, 11:40
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La Asociación Castellano-Leonesa de Oncología dedicó en una de sus mesas redondas a tratar aspectos vinculados al largo recorrido del paciente oncológico, desde la prevención a los largos supervivientes. En la primera intervención, el oncólogo Rafael López se centró en hablar de los hábitos de vida y el cáncer, basado en evidencias y recomendaciones. Para ello se respaldó en el Código Europeo contra el Cáncer, «donde está demostrado que ese factor de riesgo si se modula pueda aumentar o disminuir».
López recordó que el tabaco siempre es un carcinógeno y su consumo es responsable de más de un 20% de la mortalidad por cáncer a día de hoy. «Si el tabaco no existiera en todas sus formas, la mortalidad por cáncer sería un 20-25% menos», ratificó. Además, habló del alcohol, otro carcinógeno, que forma parte del arraigo cultural, «pero incluso niveles bajo de consumo puede, aunque sea de una manera muy ligera, incrementar el riesgo». Por ese motivo, desde un punto de vista oncológico «no se puede recomendar ningún consumo de alcohol, no estoy diciendo que tenga que desaparecer ni que la gente tenga que ser abstemia, pero hay que conocerlo». Además, puntualizó que el riesgo es diferente en hombres que en mujeres, «siempre es un poco mayor en ellas, sin ser alarmista». López detalló que son estudios epidemiológicos, que hablan del aumento del riesgo relativo. «Como ejemplo, el consumo ligero de alcohol (una unidad al día) y no todos los días en mujeres aumenta el riesgo relativo de cáncer de mama en 1,05 y eso significa que en 2.000 mujeres con este tipo de consumo de alcohol, una desarrollará un cáncer de mama vinculado al alcohol, una de 2.000, el riesgo es real y la magnitud pequeña, pero hay que saber que existe».
Otro tema que trató en su intervención estaba relacionado con el ejercicio físico y la obesidad, ya que son cada vez más las evidencias que señalan que la obesidad y el sobrepeso aumenta el riesgo de cáncer, «de algunos», y tener actividad física es recomendable, según este oncólogo, «a todas las personas y todas las edades, pero 30 minutos de actividad física al día todo el mundo puede y debería de hacerlo: caminar, subir escaleras o bailar».
Y matiza que más que recomendar atracones de deporte el fin de semana, «que es un clásico, es mejor la continuidad, con 25 o 30 minutos a diario, que es mucho mejor». En cuanto a la alimentación, además de insistir en los beneficios del consumo de frutas y verduras, aclaró algunos aspectos del de carnes rojas y procesadas, que son carcinógenos, «aumentan el riesgo de cáncer pero se han establecido unos umbrales del aumento de riesgo, como en el de colon, que es un consumo cotidiano de carne roja de 100 gramos al día o uno de 50 de procesadas». La recomendación es limitar el consumo, «con sentido común, no ingerir más de medio kilo de carne roja a la semana», puso de ejemplo. Pero además, insistió en que en la actualidad, «no hemos vivido un mejor momento desde el punto de vista de la salud y la nutrición humana, con la mayor longevidad».
Por su parte, el oncólogo del Complejo Asistencial de Salamanca Emilio Fonseca habló en la jornada de ayer sobre el cribado de cáncer de colon, del que aseguró que cuentan con un programa implantado en toda la Comunidad, «toda la población diana entre 50 y 70 años ya deben de haber recibido la invitación a participar». Sin embargo, subrayó que hay que mejorar la participación, que ahora es del 39%, «muy alejados del 74% de Comunidades como elPaís Vasco». Para Fonseca, lo ideal es llegar a esas cifras, «con una muestra de heces podemos evitar muchas muertes e incidencia del cáncer de colon». En Castilla y León se diagnostican a unas 2.700 personas de cáncer de colon, con más de 1.000 muertos, «y son cifras a mejorar».
A la población les recuerda que no tengan miedo, la prueba es sencilla,«son muchas las ventajas del diagnóstico precoz, como por ejemplo, que te permite diagnosticar a un porcentaje de pacientes sin síntomas pero que tienen un tumor, en estadios más bajos y los que van a tener un pronóstico de supervivencia enorme, con tratamientos médicos y quirúrgicos mucho más fáciles de realizar y menos agresivos que si se detecta de forma más avanzada.
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