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SALAMANCA
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Sábado, 21 de octubre 2017, 12:09
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Los concejales de Ciudadanos se situaron ayer, muy a pesar suya, en el ojo del huracán y en el destino constante de las virulentas críticas y diatribas que dirigieron contra ellos tanto Ganemos como el PSOE. El pleno extraordinario que se celebró ayer en el Ayuntamiento para debatir y aprobar los impuestos, tasas y precios públicos regulados en las ordenanzas municipales del año 2018 se transformó en un particular campo de batalla dialéctico abanderado por los portavoces de Ganemos (Gabriel Risco) y del PSOE (José Luis Mateos) contra el portavoz municipal de la formación naranja, Alejandro González Bueno, por el acuerdo rubricado por este último con el alcalde Alfonso Fernández Mañueco para modificar 19 ordenanzas con vistas a la próxima anualidad.
La sesión plenaria, que se extendió a lo largo de hora y media, no arrojó ninguna sorpresa en el decisivo momento de la votación. La modificación de las 19 ordenanzas se materializó con el voto favorable del PP. Ciudadanos, pese al entendimiento previo alcanzado con los concejales populares, se decantó por una cómplice abstención, delegando su voto afirmativo para la aprobación definitiva de las ordenanzas, que tendrá lugar después de la exposición pública de las mismas, por un periodo de un mes, con vistas a la tramitación de posibles alegaciones.
Ciudadanos dejó claro que no presentará ninguna alegación. En cambio, el PSOE sí lo hará. Los socialistas se encaminaron ayer por la senda de la abstención, aunque con un evidente matiz de radical oposición y absoluta discrepancia hacia la controvertida modificación de las ordenanzas, prodigándose José Luis Mateos con irónicas metáforas sobre el «idilio amoroso» que vienen protagonizando desde el inicio de esta legislatura los concejales del PP y Ciudadanos, un entendimiento que ha desembocado, finalmente, «en la consumación de un matrimonio indisoluble, donde Fernando Rodríguez ha actuado de Celestino».
El edil de Ganemos, Gabriel Risco, encendió el tono de la refriega dialéctica cuando acusó a Ciudadanos de «haberse vendido por un plato de lentejas» al aceptar las tesis del Partido Popular para la modificación de las ordenanzas, todo ello con el fin de «asegurarse los sueldos» que perciben por sus cargos. «Quieren salvar al alcalde y rescatar al PP», señaló Risco dirigiéndose a la bancada naranja.
Risco enfatizó el tono de su alocución al proclamar que el PP «miente» cuando asegura que ha congelado los tasas municipales, ya que suben los precios de las ordenanzas reguladoras de la grúa, el agua y los albergues municipales, entre otras. Además, exteriorizó su indignación política cuando verbalizó que el PP se negó a bajar los impuestos municipales en años anteriores, justo cuando el IPC ofrecía un índice porcentual negativo. En cambio, ahora anuncia una disminución del IBI para 2019, un año de marcadas resonancias electorales, fruto de los «pactos oscuros» suscritos «en la intimidad» entre el PP y Ciudadanos.
El PSOE tampoco escatimó argumentos a la hora de acorralar a Ciudadanos durante la tensión vivida en el rifirrafe de acusaciones y réplicas. Mateos insistió en que la disminución programada del 5% del IBI para 2019 resulta totalmente insuficiente y puso en tela de juicio que el PP se aferrara a la variación porcentual del IPC entre mayo de 2015 y 2017 para aplicar una subida del 0,9% en una docena de ordenanzas municipales. Si se hubiera manejado la evolución del IPC correspondiente a los meses de junio, el incremento únicamente habría sido del 0,7%, puntualizó el concejal socialista.
Mateos exhibió una sutil ironía cuando se refirió sarcásticamente en el comienzo de su intervención al equipo de gobierno, incluyendo bajo dicho paraguas tanto las palabras pronunciadas por el portavoz del PP, Fernando Rodríguez, como la exposición de Alejandro González Bueno, de C’s, a quien bautizó como «el ayudante a aprendiz». El portavoz socialista descargó su artillería dialéctica contra las afirmaciones del edil naranja, quien anunció que su grupo aspiraba a ser «una alternativa de gobiernos». Mateos aprovechó la ocasión para rememorar que fue Ciudadanos quien facilitó, con su abstención, la reelección de Mañueco en la Alcaldía en junio de 2015. «Ustedes han perdido la credibilidad y las alternativas de gobierno se forman desde dentro».
Por si fuera poco, Mateos elevó el tono de sus planteamientos cuando remarcó que Ciudadanos «solo quiere extenderle la alfombra roja al señor Mañueco en sus aspiraciones para presidir la Junta».
González Bueno se jactó de que su grupo municipal ha sido capaz de lograr tres acuerdos fiscales con el PP en estos años de legislatura y destacó que la bajada del IBI beneficiará a 80.000 contribuyentes en el año 2019. Puntualizó que la amortización de la deuda que arrastra el Consistorio supone inyectar 10 millones de euros anuales, lastrando la posibilidad de aplicar «medidas más agresivas para bajar los impuestos». También instó a Ganemos a ejercitar una «oposición constructiva y no destructiva» y se congratuló de que Salamanca sea la única ciudad de Castilla y León donde la ciudadanía cada vez paga menos impuestos.
Por su parte, el concejal de Hacienda, Fernando Rodríguez, resaltó que gracias a los pactos fiscales firmados con Ciudadanos «los cinco impuestos municipales o habrán estado congelados o habrán sufrido rebajas» durante este mandato. También consideró que la bajada del 5% del IBI proyectada para 2019 no obedece a «electoralismo» sino a «responsabilidad». Y desveló que Salamanca cuenta con algunas de las tarifas más bajas de España en materia de autobuses, recogida de basuras, agua y alcantarillado.
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