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Un momento de la novillada picada ayer en Miranda del Castañar. Marjés
La novillada picada de las fiestas deja diversos sobresaltos en la tarde

La novillada picada de las fiestas deja diversos sobresaltos en la tarde

Miranda del Castañar ·

El segundo toro coge al novillero Alberto Ruiz y a un señor mayor, por lo que el tercer astado no se puede torear al no haber ambulancia

María Jesús Gutiérrez

Salamanca

Domingo, 10 de septiembre 2017, 12:22

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La novillada picada de las fiestas de la Virgen de la Cuesta dejó en la tarde de ayer diversos sobresaltos en Miranda del Castañar.

El primer toro de la ganadería del Puerto de San Lorenzo tuvo lugar sin incidencia alguna, ante una plaza llena de gente tanto de Miranda como de los pueblos del entorno. Pero en el segundo toro se torció todo, ya que el astado cogió al novillero Alberto Ruiz ‘El Pocillo’, que fue trasladado a la ambulancia, donde fue vendado y atendido por los golpes que el novillo le propinó en las costillas; por lo que tuvo que matar al astado Iván Ponte Rubio.

Pero, además, este segundo animal también cogió a un hombre mayor de Miranda del Castañar que se encontraba en una de las guaridas de la plaza, clavándole el cuerno en un tobillo, teniendo que ser trasladado a Salamanca en la ambulancia. Este hecho llevó a la presidencia a suspender el resto de la novillada, por lo que el tercer toro no pudo salir a la plaza ante la falta de un vehículo medicalizado que estuviera preparado por si ocurría un nuevo percance.

Tras este cúmulo de imprevistos y de circunstancias, la incógnita en la tarde de ayer entre los vecinos de Miranda del Castañar era qué se iba a hacer con el toro que no había podido salir al coso y, por lo tanto, no se había matado y permanecía en los toriles del municipio.

Pero este festejo no fue la única actividad que tuvo lugar ayer en Miranda del Castañar, ya que por la mañana se celebró un San Fermín infantil, con encierros con toros y cabestros por las calles, y taller de chapas y manualidades para los más pequeños; mientras tanto, los mayores fueron hasta El Puerto de la Calderilla para recoger los astados, que fueron llevados al municipio, donde se realizó el desenjaule.

La jornada finalizó con discoteca móvil.

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