Junta y Diputación firman un convenio para clausurar 61 escombreras

Así lo anunciaron el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, y el director general de Calidad Ambiental de la Junta, José Manuel Jiménez.

El propio Jiménez agradeció a la Diputación de Salamanca «la sensibilidad que tiene con este problema que tenemos en toda la Comunidad Autónoma» y frente al que se establece el objetivo básico de «acabar con los depósitos ilegales de escombros en Salamanca» a través de «sistemas alternativos» para su gestión.

La Junta destinará 383.000 euros a la limpieza y sellado de las escombreras de la provincia, dentro de un programa por el que se están dedicando un total de 9,6 millones de euros para acabar con «las más de 2.200 escombreras activas» con las que cuenta la Comunidad a través de las 90 plantas que «hacen esa labor» de reciclado en la región.

«Haremos una campaña de sensibilización en los municipios en relación con este asunto, para que después de cuatro años, las escombreras ilegales pasen a ser historia», continuó Jiménez, que explicó que ese objetivo se consigue con la firma de convenios con todas las provincias a las que ahora se une Salamanca y que solo está a falta de Burgos, «donde se firmará en próximas fechas».

Por su parte, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, señaló que se trata de «un convenio de colaboración de color verde, que intenta mejorar sustancialmente las condiciones medioambientales de los municipios de la provincia de Salamanca porque, además de sellar los vertederos ilegales, da una respuesta adecuada a la gestión de esos residuos donde se encuentra material de desecho de construcción».

Para Iglesias, este «ejemplo de coordinación entre la Junta y la Diputación, de la mano de los ayuntamientos, va a procurar la mejor gestión de los residuos y la solución de problemas medioambientales que no son admisibles en Salamanca y Castilla y León en el siglo XXI».

Así, y tras la limpieza y sellado que llevará a cabo el personal del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Salamanca, la Diputación se encargará, por medio de una inversión inicial de un millón de euros que se acompañará con aportaciones de los ayuntamientos participantes en la iniciativa, de la instalación de contenedores en los municipios para que se depositen los residuos de construcción y demolición, así como de su traslado a plantas donde «se machaca en árido artificial que se puede utilizar para el hormigonado y el arreglo de caminos».

Un total de 70 municipios de la provincia de Salamanca han solicitado adherirse a este programa que, tal y como reveló Iglesias, esperan poner en marcha «a finales de 2018». Se trata así de trasladar a las zonas rurales un servicio que «se da más fácilmente en las capitales», por lo que la Diputación acude así «al rescate de los municipios para facilitar el servicio y que paguen solo la mitad del mismo».