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Integrantes del Regimiento de Ingenieros de Salamanca, durante un desfile. LAYA
Una joven salmantina recurre tras ser excluida por llevar un pequeño tatuaje en el pie

Una joven salmantina recurre tras ser excluida por llevar un pequeño tatuaje en el pie

La norma considera no aptos a candidatos que luzcan imágenes contrarias a valores constitucionales o visibles con el uniforme

J.M.

Lunes, 7 de mayo 2018, 11:41

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El Ministerio de Defensa deberá resolver la reclamación formalizada por una joven que hace unos meses se presentó a las plazas de ingreso en la escala de tropa y marinería, correspondiente a la convocatoria del pasado 2017. La aspirante a soldado ha recurrido su exclusión por tener un dibujo pequeño tatuado en uno de los pies, una circunstancia que al ser visible fue motivo de rechazo.

La joven, residente en Salamanca, fue excluida durante la fase del reconocimiento médico, cuando se comprobó que lucía un dibujo. Con anterioridad había cumplido los requisitos básicos de tener 18 años, estudios de ESO y carecer de antecedentes penales.

En las bases de la convocatoria para el ingreso en los centros de formación de las escalas de tropa y marinería se establece que los candidatos deben de cumplir unas condiciones comunes específicas para garantizar el criterio de uniformidad en las Fuerzas Armadas. Unas exigencias que también son obligatorias en algunos ejércitos europeos.

En el caso español, Defensa fija que los aspirantes deben «carecer de tatuajes que contengan expresiones o imágenes contrarias a los valores constitucionales o autoridades». También se condiciona en este aspecto el ingreso cuando el tatuaje contenga expresiones que perjudiquen el uniforme o que «puedan atentar contra la disciplina o la imagen de las Fuerzas Armadas en cualquiera de sus formas». En el caso de la joven que ha recurrido, el tatuaje se encontraba en la parte superior del pie, algo que es visible cuando se tiene que poner zapatos de tacón, que son los empleados con el uniforme militar femenino para su uso en actos oficiales, sociales o de carácter público.

En su recurso contra esta exclusión, la joven ha alegado que la misma es discriminatoria por cuanto en el supuesto de que el candidato fuera varón, el hecho de llevar zapatos de cordones cerrados, impediría que el dibujo tatuado en la piel pudiera ser visible con los diferentes uniformes del Ejército o de la Armada.

Aunque entre los criterios de uniformidad fijados en una orden del anterior ministro de Defensa, Pedro Morenés, de octubre de 2016, se recogía la posibilidad de que el personal femenino pudiera utilizar medias, éstas tienen que ser de color natural carne, lo que permite, según los miembros calificadores de esta selección, ver los tatuajes. La normativa de la convocatoria de marzo de 2017 establecía que serán motivo de rechazo cuando los tatuajes de los aspirantes reflejen motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, étnica o religiosa.

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