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La música y el baile son un componente muy importante, como se puede ver en la escuela El Montalvo. MANUEL LAYA
Educación infantil adaptada a las necesidades y con todas las garantías

Educación infantil adaptada a las necesidades y con todas las garantías

La Escuela Infantil de Santa Marta de Tormes y la Escuela Infantil El Montalvo, ambas gestionadas por Altocu, son mucho más que un centro educativo y social

MARÍA JESÚS GUTIÉRREZ / WORD

SANTA MARTA DE TORMES

Domingo, 11 de febrero 2018, 12:34

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Una escuela infantil es mucho más que un lugar en el que dejar a los hijos durante las horas de trabajo, es un centro donde los niños aprenden a relacionarse con otros de su misma edad, donde imitan las normas de convivencia, adquieren autonomía y, en muchos casos, donde encuentran sus figuras de apego, ya que en numerosas ocasiones pasan en estas escuelas una gran parte de sus primeros años de vida. De ahí que para la empresa Altocu sea esencial que sus escuelas sean centros adaptados a las necesidades de los más pequeños y en el que se cumplan todas las garantías de calidad.

La Escuela Infantil de Santa Marta de Tormes y la Escuela Infantil El Montalvo son dos de los centros que gestiona esta empresa, en los que el bienestar de los alumnos impregna todos sus servicios, de ahí que cuente con los certificados ISO 9001, ambas estén homologadas por la Junta de Castilla y León y en ellas se lleve un control asistencial y una planificación semanal.

El centro de Santa Marta cuenta en la actualidad con 62 alumnos de 4 meses a 3 años, que están repartidos en cinco aulas: hay un aula con 6 bebés de 0 a 1 año; dos aulas con los niños de 1 a 2 años, con 13 alumnos cada una; y otras dos aulas de los niños de 2 a 3 años, con 14 y 16 alumnos, respectivamente. La división de los alumnos se hace por semestres, por un lado están los nacidos de enero a junio y por otro los de julio a diciembre, puesto que se tiene muy en cuenta la edad madurativa de los pequeños.

Las escuelas infantiles tienen el certificado ISO y están homologadas por la Junta de Castilla y León

El número de alumnos es menor en el centro de El Montalvo, ya que aunque tiene capacidad para 61 niños, en la actualidad cuenta con 23, y con tres aulas: la I destinada a bebés hasta 12 meses, que tiene 4 niños y podría contar con 8; la II, para alumnos de 13 a 24 meses, cuya ocupación es de 13 pequeños y hay 10; y la III, para los niños de 25 a 36 meses, de los que actualmente hay 9, pero podría tener hasta 20.

El proyecto educativo que se sigue en ambas escuelas infantiles está adaptado a los tramos de edad de 0 a 1, de 1 a 2 y de 2 a 3 años, con refuerzo en inglés con imágenes y con fichas complementarias con actividades de pintura de dedo, ceras, gomets...

Asimismo, se incluyen actividades de psicomotricidad, talleres sensoriales y música; siendo una actividad muy valorada por las educadoras de ambos centros los talleres que se realizan en colaboración con los padres, ya que -como señalan- es muy importante que conozcan lo que se está trabajando con sus hijos y formen parte de su aprendizaje.

En el caso de la escuela de Santa Marta, comentan que cada alumno tiene su propia agenda personalizada que lleva cada día a casa y en la que sus educadoras anotan todo lo realizado en el día (actividades, comida, deposiciones...), que a su vez sirve de medio de comunicación de los padres con los profesores; mientras que en la escuela del Montalvo destacan como para muchos niños se han convertido en sus figuras de apego, ya que hay pequeños que pasan prácticamente allí todo el día y algunos han llegado con apenas unos meses, lo que hace que haya alumnos que no se quieran ir. En estos casos, especialmente, pero en todos en general, las educadoras se sienten orgullosas de que los padres confíen en su labor educativa y social.

Los dos centros cuentan con cocina propia y seis menús diferentes que van rotando por semanas

Durante todo el curso se trabajan los hábitos de higiene (los más mayores aprenden a lavarse los dientes), control de esfínteres y retirada de pañal, así como retirada del chupete o sus ‘objetos de apego’; hábitos posturales, enseñándolos a sentarse bien; y también adquisición de autonomía y rutinas básicas, como quitarse el babi, ponerse la chaqueta, comer sólo, pedir agua y sobre todo, relacionarse con los demás niños a través del juego.

Otras actividades que realizan ambos centros es la celebración de la Navidad, Carnaval, Halloween... y hasta una fiesta de graduación para los niños que el próximo curso ya van al colegio. También se celebra el cumpleaños de cada alumno, convirtiéndose ese día en el protagonista, un momento aprovechado también para que los más pequeños aprendan a compartir.

El servicio de comedor propio es una pata importante en ambas escuelas infantiles, ya que al contar con cocina les permite adaptarse a las dietas especiales de los pequeños, teniendo en cuenta sus alergias e intolerancias. En los dos centros cuentan con seis menús diferentes de sólido y puré adaptados a las edades de los alumnos, y controlados por sanidad, que van rotando por semanas y que incluyen carnes, pescados, legumbres, verduras, arroz, pasta; así como productos de temporada.

Respecto a las instalaciones, además de estar adaptadas para cada grupo de edad, todas las estancias cuentan con colores llamativos y atrayentes, para que los niños se sientan muy cómodos en cada una de ellas.

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