Borrar
El Cristo de la Vela desciende por la segunda de las escaleras antes de abandonar el barrio.

Ver fotos

El Cristo de la Vela desciende por la segunda de las escaleras antes de abandonar el barrio. Manuel Laya

La devoción de todo un barrio se siente el Sábado Santo en la iglesia de Pizarrales

ElCristo de la Vela y Nuestra Señora del Silencio abandonaron el templo entre aplausos

EVA CAÑAS

Salamanca

Domingo, 1 de abril 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las puertas de la iglesia de Jesús Obrero abrieron sus puertas cuando en la calle se escucharon las campanadas que anunciaban las cinco de la tarde. En el templo todo estaba listo para vivir un momento que une a todo un barrio alrededor de la Hermandad del Silencio.

La primera en salir fue la cruz guía, rodeada de dos faroles, y un estandarte. Detrás, veinte tambores anunciaban la llegada del paso de La Palabra de Dios, una Biblia abierta tallada en madera donde se aprecia una ilustración de un Calvario y un texto: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». La portan un grupo de niños (24) que son los primeros en sortear los 15 escalones junto al templo, y diez más para alcanzar la carretera de Ledesma.

Estos pequeños de la hermandad también recibieron el aplauso del numeroso público allí congregado. Otro seis niños llevaba una gran sábado blanca con una corona de espinas en el centro. Y abriendo el cortejo de esta tarde de Sábado Santo también estaban los más pequeños de la hermandad, niños desde tres años e incluso un bebé que era llevado con un carrito.

Desde la calle, se comenzó a escuchar en el interior ‘Perdona a tu pueblo’, que dio paso al grupo de las representaciones de otras hermandades de la Semana Santa de Salamanca, en concreto, de la Hermandad del Vía Crucis, con la que están hermanados, al ser las dos únicas de barrio, además de Jesús Amigo de los Niños, Oración en el Huerto, Soledad, Seráfica, Perdón y del Yacente.

Pasados diez minutos de las cinco de la tarde, asomaba por el dintel de la puerta el Santísimo Cristo de la Vela. Fuera reinaba el silencio porque saben de la dificultad que entraña bajar por esos 15 escalones:«Vamos bajando poco a poco», gritaba el jefe del paso , «baja atrás», remarcaba. Los hermanos que cargan en la primera línea del paso tiene que estirar los brazos para mantener el paso recto durante el descenso hacia la calle.

De nuevo, un barrio volcado aplaudió la gesta de los que cargan sobre sus hombros al Crucificado de Pizarrales, y la AgrupaciónMusical Virgen de la Vega comenzó a tocar ‘Saeta’, como cada año en ese mismo instante. El tiempo acompañó, aunque el sol no conseguía subir las bajas temperaturas de la tarde. .

Una vez el paso en la carretera de Ledesma, la banda comenzó a tocar ‘Rosario’, ya de camino al centro de la ciudad, diciendo adiós a un barrio al que volverán cuando caiga la noche. Y tras la salida del Cristo de la Vela asomaba por la entrada de la iglesia de Jesús Obrero el estandarte de suMadre, Nuestra Señora del Silencio. Junto a ella, un gran número de hermanos de fila la precedían, con sus hábitos de túnica y escapulario negro y capirote rojo.

La Banda de Música Tomás Bretón aguardaba en la calle su salida. En ese momento sonó la campana y el paso de la Virgen bajó al suelo para sortear la puerta del templo, hasta el inicio de las escaleras. De nuevo, todo un barrio es testigo de un momento de máximo esfuerzo para bajar esos 15 escalones, y otros 10 más adelante, a escaso un metro. Para acompañar el descenso, los músicos tocaron ‘Ave María’, y entre el público se escuchó: «¡Guapa!», dedicado a esa imagen a la que tantas personas de Pizarrales le contarán sus penas y alegrías a lo largo de todo un año.

En la campana del jefe de paso se veía un lazo negro en memoria de dos niños fallecidos en el barrio, para que pidiera por ellos Nuestra Señora del Silencio. En esta ocasión, el centro del paso estaba adornado con orquídeas blancas, a los pies de la imagen, y alrededor iban más flores de diferentes tipos.

Por el centro vivieron con intensidad su paso por la Plaza Mayor, o ya de vuelta, por el Campo de SanFrancisco para ser recibido de nuevo por el barrio en su entrada al

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios