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Ricardo Rábade
Lunes, 29 de mayo 2017, 12:27
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Fue un acto netamente festivo pero, al mismo tiempo, estuvo impregnado de constantes referencias reivindicativas, dado que su celebración no estuvo acompañada con la materialización del propósito del mismo, como era la desaparición del medallón que glorifica desde el año 1937 al general ferrolano Francisco Franco Bahamonde en los arcos del Pabellón Real de la Plaza Mayor.
El popular cómico salmantino Quequé censuró el retraso en la desaparición del controvertido medallón al afirmar en términos irónicos, ante la presencia de las centenares de personas que se congregaron en el ágora monumental, que «el dinosaurio todavía sigue ahí», refiriéndose al medallón del dictador, cuya próxima eliminación es inminente, una vez que el Ayuntamiento contrate a la empresa que se encargará de acometer los trabajos para su desmontaje.
El acto organizado por la Comisión para la Retirada del Medallón se extendió a lo largo de una hora y contó con la presencia destacada del exmagistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, quien arropó con su presencia a todos los grupos políticos y ciudadanos que forman parte de la citada comisión.
Durante su alocución, que sirvió de colofón al acto, Baltasar Garzón recordó a las 12 personas que perecieron acribilladas el 19 de julio de 1936, justo en el inicio de la Guerra Civil, entre las que había incluso una niña. Garzón, que fue aplaudido en diferentes momentos de su exhortación, lanzó una desafiante propuesta al Ayuntamiento de Salamanca, consistente en sustituir el medallón de Franco por otro que recuerde para la posterioridad a las 12 víctimas mortales que perecieron en aquella fatídica fecha.
Garzón confesó ante los asistentes que se sentía «avergonzado» por el comportamiento de sus compañeros de la judicatura, tanto jueces como fiscales, porque la justicia estaba dejando «abandonadas» a las víctimas del franquismo, un hecho que consideró «inaceptable». También fue tajante cuando proclamó que las instituciones «no pueden humillar a las víctimas» y tildó de «vergüenza» que los descendientes de los represaliados tengan que «estar mendigando justicia». En sus consideraciones, Garzón se mostró aún más contundente al insinuar que el Jefe del Estado -el Rey Felipe VI también debería pedir perdón a las víctimas del franquismo.
Además y en unas declaraciones previas a los periodistas, el exjuez de la Audiencia Nacional reivindicó el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica tanto a nivel nacional como local, cuando está a punto de cumplirse la primera década de su entrada en vigor, y censuró en este sentido la «fijación negativa» del Gobierno de España en este delicado asunto.
Críticas al PP
Garzón hizo gala de su ironía para reclamar incluso la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del alcalde Alfonso Fernández Mañueco en el acto. También arremetió contra el Ayuntamiento por dilatar «demasiado» tanto el cumplimiento de la sentencia judicial sobre el medallón como el correspondiente dictamen de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León.
«El medallón de Franco, no hace falta argumentar demasiado, es uno de esos símbolos que identifican una época que no fue buena para España y sobre todo que produjo más de 114.000 desaparecidos», puntualizó Garzón, quien destacó la conveniencia del acto para «recuperar la memoria y que las familias se sientan protegidas».
Asimismo, trazó una reflexión sobre la necesidad de que se cumpla la legislación vigente y lamentó «las dificultades que se están viendo con demasiada frecuencia» tanto en el ámbito nacional como en el local. No obstante, matizó que estos inconvenientes se producen «más a nivel del actual Gobierno de España que especialmente tiene una fijación negativa» en el cumplimento de la retirada de los símbolos que recuerden o identifiquen a la dictadura franquista.
El exjuez también consideró que ha transcurrido «tiempo suficiente» casi diez años- para haber cumplido la Ley de la Memoria Histórica. promulgada en 2007 bajo el auspicio del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y «no tener que hacer un acto como éste para también excitar el celo del Ayuntamiento que todavía no ha retirado el medallón», algo que a su juicio «no tiene sentido».
Fuentes municipales, según informó Efe, aclararon que no existe ninguna demora ni tardanza en la retirada del medallón de Franco, ya que el procedimiento administrativo ha comenzado, tiene sus tiempos y se encuentra en la fase de presentación de propuestas para retirar la efigie del dictador, labrada en piedra de Villamayor. Este proceso exige una supervisión técnica específica para evitar daños irreparables en el conjunto monumental de la Plaza Mayor.
Familiares de las víctimas del franquismo también arrancaron los aplausos del público durante sus intervenciones en la tarima instaladas en el ágora. Primero habló Ángel Iglesias, quien recordó a los familiares que fueron ejecutados durante la Guerra Civil y aportó diferentes datos sobre las personas ajusticiadas en la provincia de forma extrajudicial durante la contienda bélica. Posteriormente le tocó el turno a una mujer Matilde Garzón quien a sus 90 años revivió la represión que sufrieron, con cárcel incluida y exilio, su madre y su padre. Además, no dudó en definir al hombre que dirigió los destinos de España entre 1939 y 1975 como «el mayor criminal de la historia» y protestó por el hecho que «una guerra incivil, fraticida y cainita» fuera bautizada por el general Franco como «una cruzada de liberación nacional».
En parecidos términos se expresó Néstor Prieto, un joven que arengó al público para la instauración de la III República en España.
Ni PSOE ni Ciudadanos
Por su parte, los ediles de Ganemos, Gabriel Risco y Virginia Carrera, censuraron que el Ayuntamiento no hubiera organizado este acto, dado que la decisión de retirar el cuestionado medallón franquista obedece a un acuerdo plenario. Criticaron en este sentido al PP, pero también lamentaron que los ediles del PSOE y de Ciudadanos se hayan desmarcado de la comisión que organizó el acto de ayer. Además, Virginia Carrera señaló que el próximo paso será conseguir la desaparición de la pintura que reproduce a Franco en el salón de plenos del Consistorio.
La celebración reivindicativa incluyó también la lectura de un manifiesto por dos miembros de la citada comisión. En el texto del mismo se rememoraban los escollos a los que se enfrentaron las diferentes iniciativas tramitadas durante la alcaldía de Julián Lanzarote y también durante el actual mandato de Alfonso Fernández Mañueco para solicitar la retirada del medallón. Estas trabas desembocaron finalmente en una demanda de Izquierda Unida en los juzgados y la posterior sentencia judicial.
«Seguiremos exigiendo el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, la limpieza simbólica de nuestros lugares públicos, así como la verdad, la justicia y la reparación para la víctimas», concluyeron los lectores del manifiesto.
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