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La terapeuta de caballo guiando a Laura en una de sus sesiones de equinoterapia, una terapia financiada por el BBVA durante todo 2017.
La Fundación Diagrama apoya a 24 niños que convivieron con la violencia de género

La Fundación Diagrama apoya a 24 niños que convivieron con la violencia de género

eva cañas / word

Domingo, 21 de mayo 2017, 11:53

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L os niños que han sido testigos de la violencia de género en sus casas también son víctimas. En algunos casos, en sus primeros años de vida no han oído más que insultos y amenazas. De alguna manera están marcados por la desigualdad entre su padre y su madre.

Cuando esa situación termina, porque la víctima decide denunciar, el siguiente paso es recomponer sus vidas, tanto la de ella como la de sus hijos. En Salamanca, la Fundación Diagrama cuenta con un programa de intervención para hijos de mujeres víctimas de violencia de género, el único en Castilla y León. Un espacio físico donde encuentran la comprensión que nunca antes habían tenido, como las propias usuarias reconocen.

El grupo de psicólogas de esta fundación trabaja en la recuperación emocional tanto de los hijos (de entre 6 y 16 años) como de las madres. Durante el año 2016 atendió a 36 mujeres y 42 niños, y en estos primeros meses de 2017 hacen seguimiento de 42 y acuden a sus terapias 24 niños y 17 madres.

Además, este año, por primera vez y gracias a la financiación de BBVA a través del proyecto Territorios Solidarios, la Fundación Diagrama ha incorporado a sus sesiones la equinoterapia, que se realiza en el Centro Ecuestre Caballos de la Ribera.

Las sesiones son individuales, es decir, a ellas acuden cada madre con sus hijos, «para trabajar el vínculo entre ellos», apunta María Sastre, una de las psicólogas de Diagrama. La coordinación entre la terapeuta de caballos y las psicólogas es continua. ¿El objetivo? «Queríamos ver cómo funcionaban las familias fuera de nuestra sede, en otro entorno, en este caso, de naturaleza y con animales», describe Rita Ozores, otra de las psicólogas, que forma equipo también junto a Rosa María Escribano. «Los objetivos se coordinan entre la terapeuta de caballos y las psicólogas de la fundación, y según se van cumpliendo se va avanzando», detallan desde Diagrama.

Uno de los aspectos emocionales que se refuerza más con la ayuda de un caballo es el liderazgo, porque como apuntan las psicólogas, «para que ese animal te hagas caso tienes que hablar con firmeza y seguridad, o no se moverá, sin gritar, siempre con educación», y son cuestiones que ayudan a subir la autoestima de las víctimas de violencia de género y a volver a recuperar la autoridad frente a sus hijos.

Porque si algo define a estas mujeres, y ellas mismas lo reconocen, es que durante los años de maltrato, ya sea físico o psicológico, han quedado anuladas a la hora tomar cualquier decisión respecto a sus vidas, porque todo eso lo decidían por ellas sus parejas maltratadoras.

Las terapias con caballos comenzaron en enero y se prolongarán hasta diciembre, y como aseguran las psicólogas, tras los primeros meses están contentas con los resultados y objetivos que van alcanzando, «porque se multiplica el efecto que tenemos en la terapia grupal o individual en la sede, y para los niños es muy motivador estar con los caballos».

Una de las mujeres que se benefician de la equinoterapia es Laura. No es su nombre real, sino un seudónimo con el que se siente más segura, sobre todo pensando en sus dos hijos pequeños. Tras cinco sesiones trabajando con la yegua Triana y el caballo Rayo, lo define como algo «impresionante», porque ha notado una evolución tanto en ella como en sus hijos. «Te enseñan cómo dirigir al animal y al mismo tiempo, tu vida, porque tras una situación de maltrato, en mi caso psicológico, el patrón de los niños, que son sus padres, está roto, y tienes que ser firme y saber cuáles son tus nuevas directrices y tu camino para que puedas dirigirlos a ellos», relata Laura.

Trabajar la seguridad

En un primer momento, el caballo no le hacía caso, pero según iba ganando firmeza y seguridad todo cambiaba. «El animal lo percibe, tienes que demostrar que eres fuerte y que el que mandas eres tú», admite.

Cuando Laura inició las sesiones primero trabajó con la yegua, «que es sabia y te da paz», y el caballo, Rayo, es joven y alborotado, «y tiene que notar quién manda, que eres tú». Respecto a sus hijos, ven que su madre va ganando confianza y seguridad, y con ello mejora su autoestima y su relación con ellos: «En poco tiempo he notado un cambio y es impresionante como en la terapia con caballos te salen las emociones, y sin hablar te dicen tantas cosas».

La Fundación Diagrama lleva implantada en Castilla y León desde 2004, en todas las provincias, y cuentan también con un programa de menores infractores, como describe la coordinadora regional de Diagrama, Ruth Mateos, en concreto, «cuando cumplen medidas judiciales lo hacen con nosotros». En el caso del programa para hijos de víctimas de violencia de género, se inició en el año 2015, con la financiación del Ministerio de Sanidad.

En España, su trayectoria es más dilatada, desde hace 25 años, donde están centrados en colectivos en riesgo de exclusión social, bien niños, jóvenes o personas mayores. Para las personas que son atendidas en esta fundación, su labor es «fundamental».

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