Borrar
Fotomontaje que representa al crucero en su ubicación original, la plaza de Carvajal.
El crucero de San Cebrián original no volverá a la plaza de Carvajal

El crucero de San Cebrián original no volverá a la plaza de Carvajal

Cecilia Hernández

Lunes, 24 de abril 2017, 13:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio incluyó dentro de sus propuestas englobadas en los denominados Presupuestos Participativos el traslado del crucero de San Cebrián desde su ubicación actual en el cementerio municipal a su lugar original, la plaza de Carvajal. El Ayuntamiento de Salamanca, que ya había previsto esta medida en ejercicios anteriores sin llevarla finalmente a cabo, aceptó la petición de la organización patrimonialista.

De hecho, es la única de las propuestas realizadas por Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio que ha sido aceptada. Pero, no obstante, no en los mismos términos, ya que el Consistorio ha comunicado a la asociación que el crucero original, que luce evidentes síntomas de deterioro, será retirado de la exposición a los agentes meteorológicos y «musealizado», mientras que en la plaza de Carvajal se situará una réplica de este elemento.

Contenedores soterrados

Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio reclama, además, otras medidas para la plaza de Carvajal, como la retirada de los contenedores soterrados, que se ubicaron en un lugar en el que aparecieron enterramientos. Fuentes de la asociación manifiestan que es «impropio» que esos contenedores «presidan» ese rincón de la ciudad histórica, entre los restos de la iglesia de San Cebrián y delante del Aula Arqueológica y de los restos del seminario de Carvajal.

No terminan aquí las quejas sobre el estado de conservación de este lugar histórico de la ciudad de Salamanca. La asociación ha señalado en recientes escritos, registrados ante las instituciones competentes, la necesidad de reponer el arbolado perdido, tanto en la plaza de Carvajal donde la poda de los árboles existentes ha dejado sólo sus troncos, como en la cuesta del mismo nombre, en la que apenas existen ahora mismo siete ejemplares de los que se plantaron en su momento.

Según señaló la asociación, la urbanización de esa calle, realizada con granito y hormigón, hace que las aguas subterráneas cuyo tránsito se escucha con sólo pasear por el lugar únicamente transpiren a través del muro de piedra arenisca de la aledaña Cueva de Salamanca. De ahí parte del problema de humedades que afecta a ese enclave y que provoca la descomposición de la piedra de Villamayor, entre otros males.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios