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El rector Daniel Hernández Ruipérez encabeza el cortejo académico durante su recorrido por los pasillos del Edificio Histórico de la Universidad.
La batalla rectoral en la Usal se acrecienta al perfilarse Giner Abati como cuarto candidato

La batalla rectoral en la Usal se acrecienta al perfilarse Giner Abati como cuarto candidato

El catedrático de Antropología busca apoyos para articular una opción académica «diferente» frente a las lideradas por Serrano, Rivero y Corchado

Ricardo Rábade

Jueves, 30 de marzo 2017, 13:24

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Las quinielas académicas que vislumbran todo tipo de augurios y cábalas sobre el nombre del catedrático que sucederá a Daniel Hernández Ruipérez al frente del Rectorado de la Universidad se complican todavía más. A los tres aspirantes ya conocidos que pugnarán en las apasionantes elecciones que celebrará la Universidad el próximo mes de noviembre se ha sumado, de forma inesperada, un cuarto aspirante.

El catedrático de Antropología de la Facultad de Psicología, Francisco Giner Abati, confirmó ayer, en declaraciones a este diario, los contactos y conversaciones que ha iniciado hace semanas en diferentes círculos universitarios con el fin de articular una «candidatura diferencial» con vistas a concurrir a los comicios rectorales. Giner Abati dejó claro que la candidatura que quiere abanderar se desmarca claramente de las propuestas que encarnan los otros tres candidatos al Rectorado, como son la vicerrectora de Internacionalización y catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, María Ángeles Serrano; el vicerrector de Investigación y Transferencia y director general del Parque Científico, Juan Manuel Corchado, y el catedrático de Derecho Administrativo y decano de la Facultad de Derecho, Ricardo Rivero.

El profesor Giner Abati explicó que hasta el momento él y las personas que le arropan en esta singular singladura académica están llevando a cabo «un trabajo de campo» con el fin de recabar las sensibilidades y los planteamientos de los diferentes sectores de la comunidad universitaria. Giner Abati argumentó el posicionamiento que ha adoptado en la decisiva encrucijada que se abre en la Universidad ante la cita con las urnas del próximo mes de noviembre, al considerar que constituye «una obligación moral» y «una responsabilidad» que debe asumir con la comunidad universitaria salmantina para dar este paso presentar su candidatura, especialmente por el hecho de que atesora ya 39 años de prolífica actividad académica, tanto en el ámbito docente como en la vertiente universitaria, en las aulas del Estudio salmantino. Eso sí, puntualizó que formalizará su candidatura, una vez que el rector convoque las elecciones, siempre y cuando su mensaje y sus ideas reciban el apoyo y el beneplácito de los universitarios.

«Las tres personas que se presentan son unos candidatos magníficos, pero en mi caso se trata de aportar algo diferente», explicó Francisco Giner Abati a la hora de valorar las opciones rectorales que encarnarán sus hipotéticos pero previsibles contrincantes electorales, como son los vicerrectores María Ángeles Serrano y Juan Manuel Corchado y el decano Ricardo Rivero.

Su condición de antropólogo de reconocido prestigio le ha permitido a Giner Abati impartir clases en diferentes cursos internacionales como profesor invitado en universidades de los cinco continentes. Además de su perfil como catedrático de Antropología, es doctor en Medicina y Cirugía y su nombre está asociado especialmente a sus acciones como incansable investigador, con experiencias sobre el terreno, en diferentes países africanos. Giner Abati inició sus investigaciones antropológicas en África en el año 1989, cuando acompañó a unos investigadores alemanes por Namibia, Bostwana y Angola.

Su primer contacto antropológico in situ fue con los himba, una etnia con la que continuó su relación en el año 1995 en el transcurso de un extenso periplo que realizó entonces por los países del África austral. Entre 1998 y 2001 llevó a cabo investigaciones en un espacio geográfico comprendido entre Sudáfrica y Etiopía. Sus estudios antropológicos se han centrado en la observación de una treintena de tribus africanas a lo largo de las pasadas décadas.

VIII Centenario

La sorprendente irrupción del nombre de Francisco Giner Abati en la lidia electoral, cuando todavía faltan ocho meses para los decisivos comicios que determinarán las preferencias de la comunidad universitaria a la hora de escoger al rector que deberá gestionar las actividades conmemorativas del VIII Centenario de la fundación del Estudio salmantino en el año 2018, ha arrojado más emoción ante una cita electoral que ya comienza a otearse en el horizonte académico.

Sin ir más lejos, este pasado martes el decano de la Facultad de Derecho, Ricardo Rivero, presentó oficialmente su candidatura en el transcurso de un acto académico que tuvo lugar en el Aula Unamuno. Rivero prefirió no desvelar los nombres de las personas que integrarán su equipo de gobierno, pero sí se apresuró a presentarse ante la comunidad universitaria como «el candidato del cambio». El decano proclamó ante el público que abarrotó el Aula Unamuno que la «Universidad necesita el cambio y hay que cambiar las formas de gobernar que tenemos», exteriorizando de esta forma sus profundas discrepancias respecto a la gestión que viene desplegando el equipo rectoral que comanda Daniel Hernández Ruipérez. «Hay que invertir en las personas que forman la Universidad», subrayó el catedrático de Derecho Administrativo, quien recalcó que en la institución académica «todos y todas sumamos», siendo necesario que «nos unamos en una verdadera voluntad de mejora que debemos conseguir juntos para lograr de la Universidad de Salamanca una institución participativa y abierta a la sociedad».

Por su parte, María Ángeles Serrano no ha vuelto a efectuar ninguna declaración sobre sus intenciones desde que anunciara públicamente su candidatura el pasado 6 de febrero, aspirando a ser la primera mujer que podría sentarse en el sillón rectoral. Juan Manuel Corchado guarda un sepulcral silencio sobre su candidatura y la composición de su equipo, aunque es un secreto a voces que concurrirá a los comicios y solo desvelará su candidatura después de que el rector firme la convocatoria de las elecciones.

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