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Fernando Pablos, Marta del Pozo, Yolanda Besteiro, Ascensión Iglesias, Enrique Cabero y Elvira Vicente.
«El alquiler de vientres es otra forma de violencia contra las mujeres»

«El alquiler de vientres es otra forma de violencia contra las mujeres»

redacción / word

Sábado, 4 de marzo 2017, 09:58

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La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, sostuvo ayer en Salamanca que el alquiler de vientres «es una forma más de violencia contra las mujeres, la mercantalización de su cuerpo, la explotación reproductiva, y la compra y venta de bebés».

Besteiro, que participó en una mesa redonda organizada por el PSOEde Salamanca con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer que se conmemora el 8 de marzo, expresó a Efe su discrepancia ante el alquiler de vientres o maternidad subrogada.

Ante el deseo de algunas personas de ser madres y padres con su huella genética, argumentó, «están los derechos y la dignidad de las mujeres, y la de los bebés que son comprados y vendidos».

La presidenta reconoció que la fórmula de la adopción «está demasiado burocratizada y lo normal es que se revise la normativa» para hacer posible que aquellas personas que quieren ser padres o madres no tengan que recurrir al vientre de alquiler.

Reparó también en el «contrasentido» que a su juicio supone que para las adopciones «se exijan tantos requisitos para velar por la integridad del menor y no para los casos de maternidad subrogada».

Desde su punto de vista, defender que las mujeres son libres e iguales para poder decidir su destino «es ignorar lo que realmente acontece detrás del fenómeno del alquiler de vientres». «Es un gran negocio. Hay muchísimo dinero detrás, ganan las clínicas, las agencias de viajes y abogados pero no las mujeres, que son explotadas para que otros obtengan esos beneficios», apostilló.

Besteiro insitió en que «es una práctica contraria a los derechos humanos más fundamentales» y en que los que se posicionan a favor «lo que defienden es la libertad del mercado».

Asimismo, recordó que la Ley de Reproducción Asistida reconoció en España en 2006 que la maternidad la determina el parto, al tiempo que ha puesto de manifiesto que cuando se produce un embarazo «tanto la salud física como psíquica son las que se ven afectadas por esa situación».

Destacó la existencia de estudios científicos que recogen que algunos de los factores genéticos «vienen determinados por el mero hecho de la gestación, independientemente de dónde proceda el embrión y cómo se haya producido».

Por otro lado y en relación al incremento de casos de violencia machista en España en este 2017, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas consideró que «no se están desarrollando todos los postulados» de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género de 2004, una herramienta a la que tildó ayer de «muy eficaz».

De igual manera, tampoco «se le está dotando de los medios necesarios y suficientes para desarrollar todas y cada una de las previsiones que se contienen en la normativa», concluyó.

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