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Luis Madrid, José Luis Sánchez, Virginia Carrera y Xavier Rubio, ayer en El Charro.
«La economía social satisface las necesidades de las personas sin buscar un ánimo de lucro»

«La economía social satisface las necesidades de las personas sin buscar un ánimo de lucro»

Xabier Rubio / Comisionado del Ayuntamiento de Barcelona

Cecilia Hernández

Domingo, 19 de febrero 2017, 12:32

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Las políticas públicas municipales pueden ir destinadas al fomento de otra economía, más social y solidaria, que busque el beneficio pero no el lucro y arraigue a la persona con el territorio. Ese fue el mensaje que ayer lanzó Xavier Rubio, comisionado del Ayuntamiento de Barcelona para temas de economía colaborativa, social y solidaria, durante la jornada de Colaboración Socioeconómica entre Barrios que la asociación Ganemos Salamanca y José Luis Sánchez, concejal de Miranda de Azán, municipio por el Bien Común, organizaron en el centro municipal Julián Sánchez El Charro.

Un encuentro con representantes de movimiento vecinales y ciudadanos de Salamanca en el que se intentó transmitir que es «posible coproducir políticas públicas entre una administración local y la ciudadanía organizada».

Algo que, por primera vez, se está desarrollando desde un Ayuntamiento, el de Barcelona, aseguró Rubio, para quien esta forma de actuar busca promover la economía social para generar actividad económica, desde desarrollar una empresa, a una cooperativa pero sin lucro, insistió el representante del Consistorio barcelonés, ya que ese concepto es «propio del capitalismo». Lo que la economía social propone es «satisfacer las necesidades de las personas poniendo a las personas en el centro».

En Barcelona, en concreto, existía una realidad previa, más de 5.000 iniciativas diferentes que ahora intentar encontrar impulso en las políticas municipales. También actividades comunitarias, señaló Rubio, en las que más allá del valor económico, se contabiliza el valor del tiempo, a través de intercambios de servicios. «Bastante parecido a lo que se está empezando a desarrollar en el barrio del Oeste, aquí en Salamanca», puntualizó el enviado del Ayuntamiento de Barcelona, para quien la economía social y solidaria es «un proceso», que, por tanto, no se hace «de la noche a la mañana». El motor es la organización de los ciudadanos. «En Barcelona esta economía supone ya el 7% del PIB y ocupa a 50.000 personas», aseguró asimismo.

Arraigo en el territorio

Y es que la labor de los Ayuntamientos en estos casos es «fortalecer» este tipo de iniciativas. En Barcelona hay cinco barrios que ya cuentan con una red muy asentada y el Consistorio ha establecido planes de desarrollo local en seis distritos «con los más altos índices de desigualdad y en una quincena de barrios para promover esa economía». Porque un beneficio que tiene este modo de actuar es que se arraiga en el territorio, y no se deslocaliza.

Pero, ¿este tipo de políticas son aplicables en una ciudad como Salamanca, que cuenta con una gran población envejecida, sobre todo en el centro? Xabier Rubio lanzó un mensaje de esperanza, al recordar lo que pasa en Barcelona con la «presión turística».

«Estamos en el disparadero por intereses muy superiores, como puede ser Airbnb, que está expulsando a vecinos de sus barrios», explicó el comisionado, que matizó que «las cosas no se cambian de la noche a la mañana» y que este tipo de economía «no es alta cocina, sino cocina saludable, bien hecha, con un buen producto y que da respuesta inmediata», para concluir que «el cambio es posible, sólo hay que poner atención».

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