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Enrique Cabero, en un momento de la entrevista en su despacho del Vicerrectorado de Promoción y Coordinación.
«Se equivoca quien quiera tratar a Salamanca como una universidad más»

«Se equivoca quien quiera tratar a Salamanca como una universidad más»

Enrique Cabero / Nuevo vicerrector de Promoción y Coordinación de la Usal

Ricardo Rábade

Viernes, 3 de febrero 2017, 21:58

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Enrique Cabero Morán (Salamanca, 1966) no ha borrado de su memoria su primer día de clases como un alumno más en la Facultad de Derecho, hace ya más de tres décadas en un lejano mes de octubre de 1984. Ahí arrancó su intenso peregrinaje universitario, primero como líder estudiantil de la asociación ASPER y posteriormente como profesor titular de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. También fue vicerrector de Asistencia al Universitario durante el periodo rectoral de Ignacio Berdugo.

El nombre de Enrique Cabero forma parte esencial de la reciente historia de la Universidad de Salamanca a lo largo de las tres últimas décadas. Nunca dejó las aulas de las facultades, ni siquiera cuando gestionó la Capitalidad Cultural Europea de Salamanca en el año 2002.

¿Muy complicados estos primeros días en el Vicerrectorado?

Han sido unos días llenos de actividades, casi desde el primer minuto, ya que la Universidad mantiene su funcionamiento y no puede parar. Se trata de un Vicerrectorado muy especial, que se caracteriza por ser transversal y con una gran diversidad temática, con competencias en la comunicación, la promoción y la coordinación. Implica estar al tanto de todo lo que hacen los demás vicerrectores y también la secretaria general, que es una pieza clave en la Universidad. Y, por supuesto, es un Vicerrectorado que está coordinado permanentemente y en todo momento con el rector.

¿Encuentra similitudes entre su pasada etapa de concejal y ésta?

Nunca dejé la Universidad cuando era concejal en el Ayuntamiento. Desde 2008 soy miembro del Consejo de Gobierno en este nuevo periodo. Este órgano supone para mí un observatorio privilegiado para el conocimiento de la Universidad ya que por él pasan todos los asuntos más relevantes de la gestión universitaria. Te permite estar al día y conocer todos los asuntos universitarios de primera mano. El pleno del Ayuntamiento tiene una naturaleza compleja, con una parte ejecutiva y una parte legislativa, y es diferente del Consejo de Gobierno, aunque pueda parecerse en cierto sentido. Pero también es un observatorio privilegiado de los asuntos más importantes de la ciudad y de la ciudadanía. La verdad es que he estado en dos de los observatorios más importantes que hay para conocer la ciudad y la Universidad. Tampoco dejé la Universidad en mi etapa de coordinador de la Capitalidad Cultural Europea. Yo no me podría entender a mí mismo si no fuera miembro de la comunidad universitaria. Forma parte de mi forma de ser y no me veo trabajando en otra universidad.... Y llevo desde 1984 en la Universidad de Salamanca, primero como alumno, después como becario y luego como profesor.

¿Qué retos académicos se marca como vicerrector?

El principal reto es el VIII Centenario, que constituye una gran oportunidad y es el objetivo prioritario de este Vicerrectorado, del equipo rectoral y de la Universidad en su conjunto. El VIII Centenario tiene dos facetas en sí mismo, una entendida como proyecto de universidad y otra como acontecimiento de Estado. La Universidad de Salamanca es, por su trayectoria histórica, su origen, su actividad y su significado, una universidad diferente y se equivoca quien quiera tratarla como una universidad más. Salamanca representa el nacimiento de la universidad en España, de la universidad en español y fue gracias a Salamanca cuando la universidad se convierte, empleando la terminología contemporánea, en un fenómeno global... Por eso, Salamanca es la primera universidad global de la historia, la primera que se marca como objetivo extender el conocimiento a todo el planeta, y no a un entorno territorial concreto, ni siquiera a Europa. Con la Universidad de Salamanca se da el gran salto a América, a otras perspectivas históricas y sociales y eso a veces no se tiene suficientemente en cuenta. Todo esto es muy importante. Con Salamanca el concepto de universidad se hace universal y la globalización de la universidad, entendida en el buen sentido, se produce a través de Salamanca. Por eso nuestra universidad tiene en su propia esencia esa vocación de universidad global.

¿Cómo se insertan todas esas ideas en el VIII Centenario?

El valor de poner el conocimiento al servicio de las personas, los derechos, la igualdad y la solidaridad no tienen fronteras. Todo eso está en la Escuela de Salamanca y surgió en un momento en el que nadie se planteaba eso. En el VIII Centenario hay que recoger todos esos valores, también hay que mirar al pasado, sin olvidar que la Universidad debe contribuir al progreso social y el desarrollo económico de su entorno territorial, que son las provincias de Salamanca, Ávila y Zamora y también toda Castilla y León. Por eso, el VIII Centenario debe hacer compatible esa dimensión global e internacional de la Universidad con el desarrollo de nuestro entorno. Somos una gran universidad, con aportaciones históricas tan importantes como el Derecho de Gentes, la Gramática de Nebrija o el calendario que utilizamos todos los días.

-En algunos sectores académicos circula la idea de que la Universidad de Salamanca vive un retroceso y que está perdiendo posiciones en los rankings internacionales. ¿Qué opina usted?

No es así. Respecto a los rankings, tengo la impresión de que se hacen a medida de determinadas universidades y entre ellas no figuran las españolas, sin que eso signifique que las universidades que aparecen en los primeros puestos en los rankings no tengan una gran calidad. Tenemos una gran historia, un presente muy importante, pero yo estoy convencido de que lo mejor para la Universidad de Salamanca está por venir. Estamos viviendo un momento muy importante para la Universidad y el VIII Centenario es una buena ocasión para relanzar nuestra marca, nuestro prestigio internacional. Y se puede hacer también sin olvidarnos del pasado. Yo creo que mirar al pasado no es malo ni es una equivocación, como a veces se dice. Además, el VIII Centenario debe servir también para pensar en los siguientes 800 años y yo estoy convencido de que van a ser mejores todavía.

¿Para qué más puede servir el VIII Centenario?

El VIII Centenario no es solo un año, es un gran acontecimiento y será una gran ocasión para relanzar el prestigio internacional de la Universidad de Salamanca en el mundo. Cuando viajas a otros países, te das cuenta del carácter especial que tiene la Universidad de Salamanca, de su prestigio. La marca Salamanca sigue vendiendo, pero todavía se puede hacer más para potenciar nuestro prestigio en el mundo. El hecho de que el VIII Centenario haya sido declarado un acontecimiento de Estado por parte del Gobierno es muy importante. Tenemos muchas posibilidades de seguir creciendo dentro de esa vocación global que comentaba antes, pero también hay que renovar el mensaje, adaptarse a lo que las generaciones más jóvenes esperan de la Universidad, a lo que demandan las necesidades sociales, las ONG... Tenemos que entrar en esos terrenos contemporáneos, renovando nuestro mensaje, pero sin cambiar la esencia de una universidad que trabaja desde hace siglos por los derechos, las libertades y el conocimiento, que son tres ejes fundamentales de la Universidad de Salamanca.

- Su incorporación al equipo rectoral de Daniel Hernández Ruipérez constituyó una gran sorpresa y ha desatado la rumorología académica durante los últimos días. ¿Llamó usted a la puerta del rector o fue él quien le llamó y le propuso el cargo?... ¿Por qué se suma a este proyecto cuando estamos en la recta final del mandato del actual rector?

Fue una propuesta muy amable del rector y responde a una circunstancia imprevista e inesperada, como fue la designación del vicerrector José Ángel Domínguez como nuevo director de la Acsucyl. José Ángel tomó la decisión de una manera muy responsable para dirigir una agencia que resulta muy importante para el sistema universitario de Castilla y León. Fue una circunstancia que no estaba prevista y había que nombrar un nevo vicerrector.

¿Le costó mucho decidirse y aceptar la propuesta del rector?

Siempre cuesta decidirte, porque se trata de una gran responsabilidad institucional la que asumes. Influyó mi sintonía con el rector, la larga trayectoria conjunta de trabajo entre ambos, que empieza cuando ambos estábamos en la que entonces era la Junta de Gobierno, él como vicedecano y luego como decano y yo como representante de la asociación ASPER. Desde luego, si no existiera esa gran sintonía entre ambos, ni él me lo hubiera propuesto ni yo tampoco podría haberlo aceptado.

También circulan rumores de que su entrada en el equipo es el paso previo a su futura continuidad tras las elecciones rectorales de noviembre, vinculándose a alguna de las posibles candidaturas que se están gestando.

No hay nada de eso. Quien haga lecturas de este tipo, se equivoca totalmente. Mi nombramiento es para este mandato y para este equipo rectoral. Lo que pueda suceder después de las elecciones es algo que no me lo he planteado y no tiene nada que ver con este vicerrectorado. La decisión de que yo sea ahora vicerrector es del rector y exclusivamente de él.

Además del carácter transversal y del impulso al VIII Centenario en colaboración con el resto del equipo rectoral...¿Qué otras áreas forman parte de las competencias del Vicerrectorado de Promoción y Coordinación?

De este Vicerrectorado depende el área de la innovación digital y la comunicación. Pero también engloba otros campos muy importantes, como la evaluación de la calidad universitaria en todos sus aspectos. El Vicerrectorado de Promoción y Coordinación también atiende a órganos estudiantiles tan importantes como el Consejo de Delegaciones de Alumnos y el Consejo de Asociaciones de Alumnos.

¿Qué otras funciones académicas tiene asignadas?

¬Entre las competencias que tiene asignadas está también el trabajo conjunto con Alumni, que es la asociación de antiguos alumnos de la Universidad, que ha iniciado una gran renovación con la presidencia de Antonio Huertas, antiguo alumno de la Universidad y actual presidente de Mapfre. Se han incorporado muchos antiguos alumnos a la asociación, que están repartidos por todo el mundo. El VIII Centenario también es una gran oportunidad para conseguir la implicación de todos estos antiguos alumnos en este gran proyecto.

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