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Lovely Peter West, con la camiseta de El Zurguén.
Cuando hasta jugar a fútbol es complicado

Cuando hasta jugar a fútbol es complicado

Lovely, nacido, educado e integrado en Salamanca, sigue sin poder jugar con sus amigos de El Zurguén por su origen nigeriano

i. l. s. / word

Viernes, 3 de febrero 2017, 12:51

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El caso de Lionel Lago, el jugador de Costa de Marfil que Unionistas de Salamanca quería incorporar a sus filas y que no ha podido inscribir al no conseguir regularizar sus papeles ha vuelto a poner sobre la mesa la situación que viven no pocos chavales en todo el país y también en Salamanca.

El caso de Lovely Peter West es aún más extraño. Nació en el 18 de agosto de 2008 en el Hospital Clínico de Salamanca, tal y como consta en su Libro de Familia español. Desde que tuvo edad para ello, está perfectamente escolarizado e integrado en la ciudad y en la zona del Teso de la Feria y barrio de El Zurguén, donde ha residido hasta hace poco y en cuyo club de fútbol entrena cada semana con la esperanza de que algún día pueda jugar con sus compañeros. Pero, sorprendentemente, aunque a cualquier que usted preguntase le diría que con esas condiciones tendría que ser español, el hecho es que Lovely, al igual que su hermana Linda, que nació en Alcalá de Henares, tienen pasaporte nigeriano, de donde es natural su madre.

A pesar de ello, de seguir siendo extranjero, también podría jugar el club de fútbol de El Zurguén si reuniese una serie de condiciones. Pero ahí llega el otro gran problema.

Con la excusa del supuesto tráfico de menores a través del deporte en el que se han visto implicados no pocos clubes españoles, la Federación Española de Fútbol ha endurecido los requisitos para que los menores extranjeros puedan jugar, y el objetivo, que en un principio podía entenderse como loable, está ocasionando situaciones muy desagradables e injustas en los clubes pequeños y sin ningún tipo de ánimo de lucro, que solo pretenden que los chavales hagan deporte y se formen como personas. No son pocos los clubes y las asociaciones, incluida SOSRacismo, los que han elevado sus quejas a distintos estamentos, al considerar que los chavales extranjeros están en clara desventaja con la actual normativa, pero de momento se acumulan los casos como el de Lovely. Se preguntarán ¿qué exige la Federación Española a los menores para inscribirse? Pues si eres español, solo el DNI del niño, la autorización de los padres y su cartilla de la seguridad social para poder hacer el seguro.

Pero si eres extranjero, el papeleo es interminable: permisos de residencia de los padres, partida de nacimiento del niño, los contratos de trabajo de los padres... Los requisitos, publicados en la página web de la Federación, exigen los detalles del contrato de los progenitores, una documentación de sustento económico, certificaciones de empadronamiento y el permiso de residencia de los familiares, entre otros, algo que en el caso de Lovely no se da, aunque el haya nacido en Salamanca y esté completamente integrado.

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