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Varias personas participan en una de las sesiones de deshabituación tabáquica de la AECC.
La AECC ayudó a que 150 personas intentaran dejar de fumar en 2016

La AECC ayudó a que 150 personas intentaran dejar de fumar en 2016

Jorge Holguera Illera

Domingo, 15 de enero 2017, 13:05

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La Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer, AECC, de Salamanca ayudó a que 150 personas intentarán dejar de fumar en el pasado año. Lo hizo principalmente a través de los cursos de deshabituación tabáquica. Precisamente la semana pasada comenzó el primero de estos cursos del presente año. Cada curso consta de siete sesiones que se llevan a cabo en uno de los locales de la sede central de la AECC salmantina, más otras tres sesiones grupales de seguimiento posteriores. La primera de las sesiones fue el jueves para dos grupos de alrededor de una docena de personas. Uno de ellos asistió por la mañana, el otro por la tarde.

Los cursos de deshabituación tabáquica son una de las herramientas al alcance del fumador para dejar ese hábito tan negativo para su salud. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer animan a todos los fumadores a dejar de serlo, «sobre todo porque está demostrado que el tabaco está presente en la mayoría de procesos oncológicos», alerta Pilar Carreto, psicóloga de la Junta Provincial de Salamanca de la AECC. Anota que la influencia del tabaco es destacable sobre todo en los cánceres de pulmón, pero también en los de hígado, vejiga, faringe y laringe y cada vez está más relacionado con los cánceres de mama.

Pilar Carreto, junto a Silvia Amador, son dos de las psicólogas de la AECC, encargadas de impartir los cursos de deshabituación tabáquica y de llevar el seguimiento a las personas en ese proceso.

Para Pilar Carreto es fundamental ser consciente del grave deterioro que el tabaco produce en la salud de los fumadores, por ello considera que «si queremos cuidar nuestra salud, lo más responsable es dejar el tabaco». No obstante, esta psicóloga sabe muy bien que no es fácil y que hay que encontrar el momento. Por esta razón y otras, el paso previo a la participación en las sesiones de deshabituación tabáquica de la AECC es una entrevista personal e individual, en la que las psicólogas van a ver, por ejemplo, cuándo es el momento apropiado para comenzar a dejar esta adicción.

Las sesiones que imparte la AECC cuentan con diversas ventajas, una de las cuales es el grupo, otra es el apoyo psicológico, y en tercer lugar, la posibilidad de contar con tratamiento farmacológico si la persona lo precisa. Estas tres ayudas son fundamentales y necesarias algunas, todas o ninguna, dependiendo del caso, para superar el síndrome de abstinencia.

Hay personas que pueden plantearse dejar de fumar y hacerlo por voluntad propia. Sea como fuere, dejar de fumar, «es un proceso», explica Pilar Carreto. En el caso de las personas que se deciden a participar en los cursos de deshabituación tabáquica, uno de los primeros pasos es «desde que te lo planteas hasta que te decides, que pueden pasar meses e incluso años», relata la psicóloga. Una de las claves es elegir el momento adecuado y ponerse manos a la obra. A veces no se consigue el propósito, por esta razón, muchas personas no es la primera vez que intentan dejar de fumar. Esta cuestión también es fundamental en la primera entrevista, por ello «vemos como fue el proceso anterior y valoramos sí es el momento adecuado, porque lo mismo la persona no está muy decidida, entonces lo dejamos para más adelante», relata Pilar Carreto.

El no haber conseguido dejar de fumar en otras ocasiones «no es un fracaso, algo habremos aprendido, alguna conclusión habremos sacado que nos sirva para ocasiones posteriores», razona la psicóloga de la AECC. Además añade que «sí es un proceso en el que no has tenido el éxito esperado, siempre se puede volver a intentar».

Ritmo individual

Las sesiones son de obligado cumplimiento, y para garantizar el compromiso de cada uno de los participantes, «han de depositar 40 euros de fianza terapéutica que se les devuelve en el primer seguimiento». Este es otro aliciente para no descolgarse a medio camino. Se trabaja en grupo, aunque cada persona tiene su ritmo. Entre los profesionales que participan en este curso de deshabituación tabáquica se encuentra un médico especialista del servicio de Neumología, el doctor Miguel Ángel Hernández Mezquita, que ofrece un apoyo fundamental a la hora de atender a las personas que necesitan apoyo farmacológico. En los grupos no suelen sobrepasar en un 20 o 25%, el número de personas que necesitan este tipo de apoyo, según calcula Pilar Carreto, aunque el dato riguroso del año pasado está por salir cuando tengan lista la memoria.

Lo que sí sabe Pilar Carreto es que en 2016 atendieron a alrededor de 150 personas que querían dejar de fumar, bien a través de los cursos, por teléfono o por entrevistas. Algunas de estas personas están a la espera de entrar en un programa en un momento más idóneo para ellas.

Las personas a las que esta psicóloga de la AECC recomienda dejar de fumar es a todas aquellas que quieran hacerlo, de cualquier edad y condición. También recurren al apoyo de este recurso de la AECC, personas a las que su médico les recomienda dejar de fumar. Pero cuando el motivo de dejar de fumar es la recomendación del médico de cabecera del centro de salud o el facultativo del hospital a causa de una patología, «es más complicado dejarlo, porque nos lo planteamos como obligación», argumenta Pilar Carreto.

Sesiones

«Cada sesión tiene que ver con la siguiente, cada objetivo también», explica la psicóloga, por este motivo no se pude faltar a ninguna de ellas, y en caso de hacerlo, es necesario que el participante que se perdiera una de estas reuniones, recupere esta con la ayuda de la psicóloga para poderse incorporar con normalidad a la siguiente. Se trata de un trabajo en grupo, que es enriquecido por este carácter grupal, ya que «el apoyo que se dan entre ellos les viene muy bien, porque están haciendo el mismo proceso aunque a distinto ritmo», pues cada persona es diferente.

La deshabituación tabáquica, es un «proceso físico y psicológico», explica Pilar Carreto. Se trata de «modificar hábitos y cambiar», por ese motivo es importante que las personas que participan entiendan «qué función tiene el tabaco en ellas y por qué pretendemos quitar esa sustancia».

En el sentido psicológico, se encuentran razonamientos con el de quienes dicen fumar porque «piensan que les alivia el estrés», razón por la cual en estas sesiones, también trabajan otros métodos más correctos para bajar el estrés. Como ejemplo, Pilar Carreto enumera, «el control de pensamientos o la respiración controlada». En su opinión, «todos pasamos situaciones de estrés, los que no somos fumadores las solucionamos con otros métodos». Precisamente alrededor de un 90%de los fumadores dicen fumar «para liberar el estrés», según los datos facilitados por Pilar Carreto.

Aunque ya son años, los que llevan en marcha las sesiones de deshabituación tabáquica, con un guión similar, Pilar Carreto dice que «los procesos son muy bonitos, ya que los grupos son muy diferentes, pese a tener las mismas pautas», por ello concluye, «es la magia de nuestro trabajo, que no siempre es igual».

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