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M. JESÚS GUTIÉRREZ / WORD
Viernes, 9 de diciembre 2016, 12:04
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Los miembros de la Cofradía de la Inmaculada Concepción y los fieles de Sequeros cumplieron ayer con la tradición y festejaron a la Virgen en una jornada en la que, aunque amaneció con niebla, brilló el sol para rendir honores a la Inmaculada Concepción.
Los actos se iniciaron con la eucaristía en la iglesia del Robledo, en la que se impuso la medalla de la Virgen a los niños Moisés Martín Marrero, de 10 años, y Mario Martín González, de 9 años, que se convertían así en aspirantes a cofrades. Una misa que fue presidida por el mayordomo de este año, Manolo González Sánchez, de 86 años, «el más mayor de la historia que ocupa este cargo», según aseguraba, y quien, a pesar de vivir en Toledo, ningún año desde que se apuntara a la cofradía cuando tenía 14 años ha faltado a esta celebración.
La procesión, amenizada por el repicar de campanas, los cánticos de los fieles, los sones del tamborilero Manuel Roda y los cohetes, dio paso al convite ofrecido por el mayordomo, en el que no faltó el chocolate con bizcochos y el vino moscatel y a la posterior asamblea anual.
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