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Santiago Bayón posa junto a una de las esculturas del parque de La Alamedilla.
«Juan II ya habló en su día de las vías pecuarias que tiene la provincia»

«Juan II ya habló en su día de las vías pecuarias que tiene la provincia»

Castilla y León es la segunda región del país con más kilómetros de cañadas, cordeles y veredas; tres de las días cañadas reales pasan por Salamanca

Jorge Holguera Illera

Lunes, 5 de diciembre 2016, 12:52

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«En España hay 125.000 kilómetros de vías pecuarias, un fenómeno que no se da en otra parte del mundo», según Santiago Bayón Vera, miembro numerario del Centro de Estudios Salmantinos (CES) y vicesecretario del mismo, que dedicó su vida laboral a la administración central, después la autonómica y finalmente a la municipal como técnico. Su áreas de especialización es el desarrollo rural, la trashumancia en general y en las vías pecuarias en particular.

Con la Universidad de Valladolid ha participado recientemente en un proyecto sobre Las culturas pastoriles. Se trata de un estudio a nivel Mediterráneo en Italia, Francia, España, Marruecos, Eslovenia y Portugal como invitado. Para Santiago Bayón, «la trashumancia es un tema totalmente mediterráneo». De manera que fue encontrando una serie de similitudes, «desde comida hasta costumbres, todas» puntualiza Santiago Bayón. Cada uno de los países previamente mencionados está trabajando un tema diferente. Los franceses trabajan pastos y la lana, y los italianos, en la zona de Florencia, siguen siendo los mejores en diseño, confección y moda de lana. En España «hay que agradecer el esfuerzo que están haciendo algunas administraciones para mantener la red de vías pecuarias». Cuando Santiago Bayón se refiere a vías pecuarias, habla de la cañada (que tiene 75 metros de ancho), el cordel (35 metros de ancho), y el ramal (20 metros de ancho). Castilla y León es privilegiada en este sentido, pues es la segunda región española con mayor cantidad de vías pecuarias, pues cuenta con 20.000 kilómetros. La primera es Andalucía.

En Salamanca, según este mismo informante, hay 3.700 kilómetros de vías pecuarias. Además tres de las diez cañadas reales de España pasan por Salamanca, son: la Vía de la Plata, la Soriana Occidental y la Burgalesa.

La Burgalesa entra en la provincia por Tarazona de Guareña y termina en Peñaparda, la señalización de la misma, que comienza en la Sierra de la Demanda en Burgos está a medio terminar. En la provincia de Salamanca tan sólo llegó al primer municipio, en el de Tarazona de Guareña. El final de esta vía pecuaria es en Alcántara.

En cuanto al estado de las cañadas en la provincia, Santiago Bayón valora como «bastante bueno», el de la Vía de la Plata, «porque se usa para la peregrinación a Santiago», no obstante reconoce que hay en lugares donde se estrecha demasiado.

En cuanto a la última de las mencionadas cañadas que pasan por la provincia, que es la Soriana Occidental, procedente de Extremadura, a su paso por Lagunilla, Montemayor del Río, Aldeacipreste, Guijuelo, Guijo de Ávila y Gallegos de Solmirón, «es la única que está completamente deslindada y amojonada de toda España».

Sirva recordar que todas las vías pecuarias son patrimonio nacional por lo que nunca pueden ser ocupadas y su demarcación es conocida y no puede ser labrada ni utilizada para otros usos, aunque existen casos como el de una urbanización en Medina del Campo sobre la cañada Burgalesa, un caso de los que Santiago Bayón pone como ejemplo de mal uso de estas vías pecuarias.

Otra de las barbaridades que se ha encontrado este explorador, investigador y protector de las vías pecuarias está entre El Pedroso y Cantalpino, donde al parecer «Adif no respetó el ancho de esta vía pecuaria» a la hora de mejorar en trazado ferroviario. Por el lado bueno, a su paso por la finca de los duques de Alba, en Argamansilla de Alba, hay un ejemplo de calzada perfecta, pues se respeta la medida.

Por casualidad

Santiago Bayón se topó en 2004 con las vías pecuarias por casualidad. Fue un día que estaba trabajando en un proyecto de desarrollo rural. Entonces se percató de la existencia de esta rutas y desde entonces no ha cesado de investigar sobre las mismas, recorrerlas y fotografiarlas.

Explica que él se ha recorrido todas porque no es lo mismo la teoría que verlo in situ. También participó en alguna ruta trashumante.

Esas rutas le han hecho ver el gran patrimonio que se conserva entorno a estas vías pecuarias, usadas tradicionalmente para el movimiento del ganado. Hoy a causa del descenso de la cabaña ganadera y de los movimientos trashumantes están viéndose amenazadas.

Algunos recursos parejos a las vías pecuarias son los abrevaderos y chozos de pastores, en concreto Bayón pone como ejemplo la comarca de Vitigudino, donde hay 75 tipos diferentes de chozos. Algo que «habría que poner en valor y enseñárselo a la gente».

Precisamente lo que Santiago Bayón resalta es «el patrimonio ecológico y construido que está a punto de desaparecer», porque ya no se lleva la trashumancia a pie, e incide en que a consecuencia de ello «el mayor problema es que se han dejado de usar las vías pecuarias».

La cabaña de ganado ovino está bajando mucho, en poco tiempo se han perdido más de un millón de ovejas, de los siete millones que Santiago Bayón estima en España.

Santiago Bayón es partidario de la recuperación de la oveja para la producción de lana, y de su mejora genética en este sentido. Del uso de las vías pecuarias para que siguieran transitando las ovejas gracias a una trashumancia quizá conservada como recurso turístico o necesaria para amparar una nueva Marca de Garantía. Este es un recurso que piensa podría generar muchos empleos y asentar población en el medio rural, pues «la ciudad ya no da más de sí».

Cantalapiedra y Bondía

En cuanto al uso de las vías pecuarias, la Ley de Vías Pecuarias de 1995, «permite otros usos por ejemplo de ocio, aunque es preferente el ganadero». «Se podrían usar desde el punto de vista didáctico o para senderismo».

Bayón recuerda un intento de recuperación de cañadas, deslindándolas con arbolado, que se emprendió en Cantalapiedra a iniciativa de Pedro Bondía. Hay otra muestra de recuperación de la cañada en una localidad donde se invita a participar al turista en una muestra de trashumancia, donde «el pastor aprovecha el pasto de las cañadas y encima cobra».

Lo ideal sería el deslinde de todas las vías pecuarias y su puesta en valor, no obstante Santiago Vayón no se quiere aventurar a dar soluciones, porque cree que la iniciativa la han de tomar los ciudadanos y las administraciones. Opina que «es fundamental que la gente se lo crea». Pero para ello falta «colaboración entre los ciudadanos, la administración y el ganadero». La trashumancia no solo son las ovejas, «es un patrimonio inmaterial, etnográfico; un patrimonio vivo que se está perdiendo». La historia dice que existen desde los romanos, las usaban los musulmanes y la primera vez que se habla de las vías pecuarias desde el punto de vista legal es en el Fuero Juzgo, durante el reinado de Alfonso X. El primer documento que habla de las vías pecuarias de Salamanca en un documento de Juan II (padre de Isabel la Católica)en La Mesta.

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