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francisco Gómez
Domingo, 27 de noviembre 2016, 12:24
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Hace tiempo que Salamanca fue descubierta para el cine. La deslumbrante Nueve Cartas a Berta de Basilio Martín Patino abrió una puerta que cruzaron luego algunos grandes nombres del celuloide, en una larga lista a la que entre otros da lustre Milos Forman. En la ciudad se han localizado algunos importantes rodajes, tanto para el cine como para la televisión. Y si hablamos del mundo de la imagen, siempre pensamos inevitablemente en lo mismo: cámaras, grandes focos, decorados Pero también hay otra forma de hacer cine, la animación. Y también aquí Salamanca va a ser protagonista, porque en estos últimos meses del año echan a andar definitivamente dos grandes proyectos su factoría de animación digital, Big Bang Box, que movilizarán más de 15 millones de euros.
En el edificio M3 del Parque Científico de la Universidad de Salamanca, en Villamayor, se encuentra la oficina de Big Bang Box. Una idea empresarial surgida de cuatro socios con amplia experiencia en el mundo de los juegos y la telefonía móvil. Una andadura de éxito, que a pesar de las dificultades de un sector que no ha escapado a la crisis, no ha dejado de crecer, y que ha logrado ir incorporando cada vez socios de mayor importancia que garantizaron la estabilidad financiera del proyecto.
Tras algunos buenos resultados, los miembros de la factoría decidían hace unos años comenzar a trabajar en un gran proyecto, poner en marcha el primer largometraje de animación realizado desde Castilla y León. Lo que en un principio parecía una absoluta locura, cada vez ha ido tomando más tintes de realidad. El punto de inflexión definitivo fue la selección del proyecto en Cartoon Forum 2014 y a partir de ahí la rueda no ha parado. Tanto que en estos momentos la compañía está en condiciones de fechar para el año 2019 el estreno de este largometraje.
Fernando Alcaraz es el director de Operaciones de Big Bang Box y explica que «cuando nos metimos de lleno en el mundo de la animación digital nos dimos cuenta que la máxima aspiración siempre es realizar un largometraje y nosotros queríamos apuntar a lo más alto, así que decidimos intentarlo y hoy estamos en el buen camino».
Este primer largometraje de animación digital con el sello de Castilla y León será Animagika y contará con un presupuesto cercano a los 11 millones de euros. «Para reunir esa cantidad de dinero tienes que moverte mucho y por suerte nosotros finalmente contamos como socios con dos gigantes europeos de la animación, dos auténticos primeros espada en el sector».
Y es que este largometraje contará con el apoyo de Lightbox Animation Studios (responsables de títulos de animación con tanto éxito como Tadeo Jones o Atrapa la bandera) y de la compañía belga Walking the Dog, todo un referente en el mundo de la animación.
La dirección de la película correrá a cargo de Javier Martínez, director Creativo de Big Bang Box, que explica que hasta ahora desde Salamanca «hemos desarrollado la idea dando forma al proyecto, con la que elaboramos un teaser de dos minutos que consiguió convencer a nuestros dos socios para que coprodujeran con nosotros la película».
Tras conseguir dar los complicados primeros pasos, el equipo de la empresa salmantina ha continuado realizando ya por completo el guion del largometraje, así como el desarrollo de los personajes principales. «Ahora mismo estamos en una fase que durará unos seis meses y que consiste con el material que tenemos en comenzar a cerrar ya la firma de acuerdos con distribuidoras y con canales de televisión, a partir de ahí en verano de 2017 empezará propiamente la producción para poder estrenar, calculamos, en otoño de 2019», avanza el director.
De los 11 millones de euros con los que cuenta el proyecto globalmente, 6 millones de euros se destinarán directamente al desarrollo de la parte del trabajo que se va a llevar a cabo desde Salamanca. El director señala que la tarea que tendrá el equipo de Big Bang Box tendrá una incidencia fundamental en el resultado, ya que además de la dirección en sí del largometraje, también se realizará la dirección de arte, el diseño de personajes y escenarios y la narrativa.
Javier Martínez explica el reto de una producción que «tendrá un coste aproximado de algo más de 300.000 euros por minuto, lo que significa que todos y cada uno de los planos están pensados a lo grande, para sorprender y tener la máxima calidad en escenarios, profundidad y texturas».
El director del proyecto explica que a la hora de plantearse el proyecto del largometraje de animación «pensamos en dos de las cosas que más les gustaban a los niños y llegamos a la conclusión de que había básicamente dos factores: uno es el mundo de los animales y otro el de la magia, así que decidimos juntarlos».
Además, prosigue el director, «quisimos complicar un poco más el planteamiento y nos preguntamos cómo curar a los animales mágicos: quiénes curan a un Can Cerbero con pulgas, a una sirena con miedo al agua o a una ave fénix hipocondriaca» y esta vuelta de tuerca «fue realmente la clave del proyecto, porque fue un concepto rompedor que es el que ha enamorado a los productores», señala.
Así nace Animagika, que propone una curiosa trama en la que por distintos avatares un grupo de personajes tendrá que ayudar a animales mágicos a curarse de un peligro que les amenaza, la rabia roja. Una clínica veterinaria mágica que de paso enseñará a los niños valores como la amistad, la solidaridad o el esfuerzo para ayudar a los demás.
El director de Operaciones, Fernando Alcaraz, destaca que llegar hasta aquí, hasta esta rampa de lanzamiento para Animagika ha sido realmente un camino difícil. «Es un proceso constante de ir mostrando el producto, hay que celebrar muchas reuniones, hablar con mucha gente y ser capaz de transmitir confianza para mostrar a los inversores que este era un proyecto realmente sólido».
Un proceso en el que, asegura Alcaraz, estar en Salamanca no ha supuesto una dificultad especial. «Afortunadamente, estamos en un mundo cada vez más globalizado y en la industria tecnológica ya no es tan importante el lugar en el que tienes la oficina, en nuestro caso desarrollando desde Salamanca el trabajo, aunque sí que es verdad que contamos con una delegación en Madrid».
Por el momento, en el M3 de la Universidad de Salamanca, el equipo con el que ha venido trabajando Big Bang Box está integrado por diez personas, aunque el planteamiento es aumentar la plantilla en breve de manera importante, ya que cuando coincidan las fases de desarrollo de producción del largometraje con otros proyectos, trabajarán desde la factoría salmantina más de 60 personas.
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