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Josep Cruanyes y María del Carmen Reparaz comparecen ante los periodistas.
El fin de un calvario tras 77 años

El fin de un calvario tras 77 años

La familia Reparaz recoge en el Archivo de Salamanca los fondos que les requisó Franco en 1939

Ricardo Rábade

Sábado, 5 de noviembre 2016, 18:50

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Los descendientes de los insignes geógrafos Gonzalo de Reparaz Rodríguez (1860-1939) y su hijo Gonzalo de Reparaz Ruiz (1901-1984) recogieron ayer en el Archivo de la Guerra Civil las 61 cajas que guardan sus fondos familiares, correspondientes a cuatro generaciones, que fueron requisados por las tropas del general Francisco Franco en 1939 en Madrid tras el fin de la Guerra Civil.

La colección de documentos y libros de la familia Reparaz constituye todo un testimonio de dos siglos de historia española, dado que algunos de ellos se remontan al año 1860. María del Carmen Reparaz, nieta e hija de estos geógrafos, recordó que entre la documentación de su familia que fue expoliada en 1939 figuraban libros que pertenecieron a la colección de la Reina Isabel II y que fueron adquiridos por su abuelo en una subasta pública. Además, entre los fondos recuperados se localizan partituras que compuso su bisabuelo Antonio de Reparaz, un destacado músico del siglo XIX. Precisamente, la documentación incluye partituras de este compositor.

La esperada entrega de las 61 cajas se materializó ayer para ejecutar la sentencia dictada por el Tribunal Supremo en marzo de 2016, que daba la razón a la familia Reparaz tras ocho años de una larga odisea en los tribunales, que arrancó en 2008 con la reclamación que tramitaron los descendientes ante la Comunidad de Madrid, según rememoró el abogado de la familia Reparaz, Josep Cruanyes. En el año 2014 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid impidió la devolución, decisión que finalmente fue anulada por elTribunalSupremo ante un nuevo recurso de los familiares. «Es una fecha importante para la familia, ya que después de 77 años ha recuperado parte de su historia, y también para la sociedad por la restitución de lo que se requisó por la fuerza», subrayó Cruanyes. Pese a que la Administración ha perdido este pleito, obligando al Patronato del Centro Documental de la Memoria Histórica a cumplir la sentencia del Tribunal Supremo, el Estado ha quedado exonerado de tener que pagar las costas del litigio, un hecho que criticó Cruanyes. «Si hubiera sido al revés, los ciudadanos no tendrían más remedio que pagar estas costas».

Visiblemente emocionada, María del Carmen Reparaz, que no pudo contener las lágrimas en su comparencia ante los periodistas tras haber depositado en una furgoneta las 61 cajas con cartas, partituras, fotos y libros de su padre y su abuelo, expresó sentirse conmovida «con este reeencuentro con mi pasado», de manera que «después de tantas años empieza una nueva etapa para nosotros, se ha hecho justicia y estamos muy agradecidos por habernos encontrando con una gente tan generosa», en referencia al apoyo que recibió de Josep Cruanyes para defender su caso en los tribunales. «Para nosotros todo esto supone conocer nuestro pasado y a nosotros mismos», ya que «si no nos conocemos, no somos nadie». En realidad, el empeño de María del Carmen Reparaz por recuperar la documentación de su familia se remonta al año 2002, cuando de forma casual, curioseó en Internet sobre las biografías de su padre y su abuelo y descubrió la existencia de toda esta ingente documentación, que permanecía almacenada desde hace décadas en las estanterías del Archivo de la Guerra Civil, ubicado en el Palacio de San Ambrosio.

María del Carmen Reparaz reside desde hace años en Lima, donde nació fruto del exilio que sufrió su padre, quien falleció en la capital peruana en el año 1984. Además, rememoró que, a la incautación de los archivos y los libros de su padre y su abuelo, se sumó la pérdida de las viviendas familiares, tanto la que tenía su abuelo en Madrid como la casa de su padre en Barcelona.

Josep Cruanyes lamentó que ni la Comunidad de Madrid ni elMinisterio de Cultura demostraron una verdadera voluntad de restitución ante las reclamaciones de la familia. La nieta tramitó su petición ante laComunidad de Madrid, dado que la normativa aprobada por el Ministerio de Cultura estipulaba que las reclamaciones de los particulares para la devolución de los documentos delArchivo de la Guerra Civil debían efectuarse en los lugares donde se produjeron las requisas.

El acto de entrega de las 61 cajas a la familia Reparaz fue coordinado por el subdirector general de los Archivos Estatales, Severiano Hernández, y el director del Centro Documental de la Memoria Histórica, Manuel Melgar.

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