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Martes, 1 de noviembre 2016, 13:22
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El folclorista Ángel Rufino, conocido como El Mariquelo, celebró ayer su trigésima subida a lo alto de la Catedral de Salamanca tocando desde las alturas el cumpleaños feliz con su gaita y su tamboril.
Tres décadas atrás, este conocido tamborilero recuperó esta tradición de ascender a las alturas del templo, una acción que comenzó con el terremoto de Lisboa en 1755 -temblor que se dejó sentir en Salamanca y que provocó importantes daños materiales-.
Desde ese momento, la familia relojera conocida como la de los mariquelos, subía cada año, el 31 de octubre, los 365 escalones de la torre para comprobar si las grietas del templo, provocadas por el terremoto, iban creciendo o se mantenían igual sin mayores riesgos.
Y, al mantenerse sin cambios, el mariquelo que subía daba las gracias, una actuación que con el tiempo se perdió y que hace 30 años recuperó Ángel Rufino, quien repite cada año esta acción desde lo alto del templo.
En esta ocasión, pasadas las 11.30 horas, el folclorista inició el ascenso por el interior de la torre, y ya en la terraza más alta se dirigió a los cientos de personas concentradas en la Plaza de Anaya.
A continuación siguió con con la ascensión, con una nueva parada a la altura del reloj, por cuya ventana para arreglar las agujas volvió a salir, desde donde tocó el cumpleaños feliz por las tres décadas de ascensión.
María de la O
Luego, ya desde la conocida campana de María de la O, pero sólo hasta esa campana y no hasta lo más alto de la seo, siguiendo las instrucciones del Cabildo por razones de seguridad, dio las «gracias a Dios por la paz y la salud», además de tocar y cantar la Charrada de El Mariquelo y soltar palomas como «símbolo de la paz».
En su intervención, el folclorista recordó la labor de entidades como la Asociación Española Contra el Cáncer, Proyecto Hombre y Banco de Alimentos de Salamanca, a las que agradeció su labor «por las personas que han ayudado».
Finalmente, tras bajar de nuevo, Ángel Rufino de Haro continuó con una jornada de actividades marcada por la tradición, pues se han sucedido los bailes charros, los paseos a caballo y las intervenciones folclóricas.
La subida hasta la torre de la Catedral Nueva de Salamanca que cada 31 de octubre realiza el folclorista salmantino Ángel Rufino de Haro El Mariquelo está próxima a ser declarada Fiesta de Interés Turístico Regional una vez cumplimentados todos los trámites y requisitos exigidos.
En declaraciones a los periodistas, Ángel Rufino, hizo hincapié en que lo importante es que la acción de gracias se cumpla y expresó su confianza en que lo antes posible la celebración sea declarada Fiesta de Interés Turístico Regional por parte de la Junta de Castilla y León.
Reveló que se considera «con poderío todavía» para subir a la Catedral «otros treinta o cuarenta años más» a pesar de que ya lo ha hecho durante tres décadas y sabe que algún día tendrá que dar el relevo para que se mantenga la tradición.
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