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Panorámica de los puestos instalados en la plaza del Oeste durante el mercadillo que dio fin a la semana festiva de inicio de curso.
Un barrio que bulle y comercia

Un barrio que bulle y comercia

El Gutenbar, de la calle Gütemberg, se lleva el premio del concurso de pinchos con cerveza artesana como ingrediente principal

Cecilia Hernández

Lunes, 26 de septiembre 2016, 12:01

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Cuenta Inma Cid que la tercera September Fest en el barrio del Oeste ha sido, sobre todo, «intensa», en el buen sentido de la palabra. Mucho trabajo para coordinar las actividades programadas a lo largo de varios días, en los que si algo ha llamado la atención ha sido la participación de la gente. Este es el resumen principal que la presidenta de la asociación Zoes extrae de esta iniciativa, pensada para dar la bienvenida a los estudiantes que cada septiembre llegan a vivir al barrio del Oeste, dada su cercanía con el campus Miguel de Unamuno y con el centro de la ciudad. «Hay actividades que se pueden mejorar, pero también hay otras que podemos casi institucionalizar», explica Cid.

Una de estas últimas es, por ejemplo, la charanga con limonada que se ofreció el sábado por la noche tras el teatro en la calle Gütemberg y que resultó «un éxito total». La fiesta fue protagonista hasta bien entrada la madrugada, como daban ayer testimonio los propietarios de los bares del barrio, cansados después del trabajo nocturno y de tener que enfrentar el domingo.

Un domingo que llegó con un nuevo mercadillo instalado en la plaza del Oeste. Oportunidad para que las tiendas del barrio salgan a la calle y se den a conocer, a los vecinos de siempre, a los nuevos y también a habitantes de otras zonas de la capital que se dejan caer por el barrio del Oeste para pasar una mañana de domingo al sol.

Y es que ayer las terrazas de la plaza, centro neurálgico del barrio, estaban completamente llenas mientras muchos miraban y compraban en los tenderetes instalados, en los que se podían encontrar jabones artesanos, almendras garrapiñadas hechas en el momento, materiales de bellas artes, libros de segunda mano, moda y complementos para niños y mayores o actividades para los más pequeños como un pinta-caras, entre una variada oferta.

Italia vence en el concurso

También hubo espacio para la cerveza artesana, otro de los impulsos de esta semana festiva de inicio de curso, que además fue el ingrediente obligatorio en el concurso de pinchos que también formó parte de la programación de la September Fest. Un certamen gastronómico, con la cerveza como protagonista, que ganó, finalmente el bar Gutenbar, de la calle Gütemberg con su Flor de calabacín con mozzarella y anchoa a la cerveza.

Precisamente el propietario del Gutenbar es un ejemplo más que representativo de lo que es el barrio del Oeste y de lo que está logrando, desde hace ya varios años, la actividad incansable de la asociación Zoes. Un joven italiano, de Roma, que ha decidido instalarse en Salamanca, en el Oeste, y emprender allí un negocio. «Y hace pocos días se ha inaugurado una nueva galería de arte, que es otra buena noticia para la vida del barrio», añade Inma Cid.

Un barrio que ayer se echó a la calle para disfrutar del mercadillo en la plaza. No en vano en el Oeste salmantino nació el popular rastro, que dejó huella en sus calles durante años y cuyo traslado se realizó no sin polémica.

De este modo, con iniciativas como la de ayer, o como otras que se desarrollan en otras fechas, Zoes recupera parte de la esencia del barrio y la dota de modernidad. Porque el barrio del Oeste es moderno y valiente, y muestra de esto es la galería urbana que ocupa ya gran parte de las calles, con emblemas como el edificio Nido o el recientemente inaugurado Otoño, en la avenida de Italia.

El sábado pasado un grupo de personas pudo conocer estas obras de arte urbano, a través de un paseo organizado por el barrio, en el que también se aprovechó para contar parte de la historia de esta zona de la capital, que es espejo en el que se miran muchos lugares de toda España.

Y la fiesta continuó durante todo el domingo. Aunque el mercadillo cerró en torno a la hora de comer, los bares participantes en el concurso de pinchos siguieron ofreciendo sus creaciones a lo largo de todo el día y por la tarde, a las 19 horas, se estrenó el corto Hasta que la muerte nos separe, de José María Rosado, en el bar Le Garage, en la calle Jaime Vera. Concluyó así una semana en la que no han faltado obras de teatro de calle dedicadas a don Quijote, talleres de cocina o de elaboración de cerveza artesanal y descuentos en los comercios del barrio destinados a esos estudiantes que han llegado a vivir al barrio para comenzar sus estudios.

Pero la actividad no para en el barrio del Oeste, que prepara ya la Semana del Espacio, que tendrá lugar sobre todo en el fin de semana del 7 y 8 de octubre, coincidiendo con el Día Internacional de Observación de la Luna.

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