Los vecinos dedican sus bailes y sus ofrendas a su patrón San Juan

Los vecinos de Cilleros de la Bastida pasaron ayer el ecuador de sus fiestas en honor a San Juan, unas celebraciones que duran tres días y que se iniciaron en la jornada del martes con la colocación del San Juan, un palo que ponen tieso y que es el símbolo de que el pueblo está en fiestas.

Ayer fue la jornada grande, con los actos religiosos en honor del patrón, que contaron con el tamborilero José Manuel Bustos, quien fue el encargado de anunciar que comenzaba una nueva jornada de fiesta. La eucaristía fue celebrada por dos sacerdotes y finalizó con un cántico sobre Cilleros de la Bastida, que hablaba del municipio y de que con la llegada del 24 de agosto los vecinos honraban a San Juan. Un cántico tocado a la guitarra y a cuyo término los fieles aplaudieron. Acabada la misa se inició la procesión por diversas calles del pueblo para concluir en la plaza junto a la iglesia, donde tuvo lugar el ofertorio, en el que no faltaron los bailes típicos de algunos vecinos. La mañana concluyó con un ágape, que para muchos sirvió de comida, en el bar del municipio.

Por la tarde los más pequeños fueron los protagonistas, ya que tuvo lugar un encierro infantil a las ocho de la tarde, en el que también participaron los jóvenes. Una verbena y chocolatada de madrugada pusieron fin a la jornada.

Hoy, último día de fiesta será la misa menor en honor a San Juan, que dará paso a la preparación de las paellas que entrarán a concurso y que después serán degustadas por todos los asistentes. Por la tarde, juegos con Tania y chocolate con churros darán paso al baile nocturno con el que se despedirán las fiestas de verano de Cilleros de la Bastida.

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