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Jesús Málaga Guerrero posa después de la entrevista realizada en su vivienda de verano.
«PSOE y PP son como el agua y el aceite, es difícil que se tiendan la mano»

«PSOE y PP son como el agua y el aceite, es difícil que se tiendan la mano»

Considera que para optar a un puesto de gobierno «lo primero es haber demostrado que eres una persona válida en tu profesión», es decir, tener una experiencia previa

Jorge Holguera Illera

Miércoles, 24 de agosto 2016, 11:56

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Con Jesús Málaga se puede hablar como con cualquier otro vecino de Salamanca, sin que el peso de ser el presidente del Centro de Estudios Salmantino, el de haber sido alcalde de Salamanca o el de su gran recorrido como médico o profesor hayan quebrado la humildad que le caracteriza. Una de sus características también es la seriedad, sobre todo a la hora de hablar de los problemas por los que atraviesa la gente, de los que, tal y como se puede leer en esta entrevista, es sensible, conocedor y sufridor, aunque sea en tercera persona.

Usted ha sido médico, alcalde, padre de familia, profesor. ¿Alguna faceta más por destacar?

También fui el jefe de la Unidad de Foniatría, Logopedia y Audiología Infantil del Hospital Universitario. Desde el punto de vista profesional cree las dos escuelas, la de Logopedia y la de Psicología del Lenguaje, en la Universidad Pontificia.

Es usted natural de Abadía en Cáceres. ¿Qué le ha aportado el haber nacido en este lugar?

Yo creo que el patrimonio, porque aparte del palacio verano de los Duques de Alba, que es el renacentista de mejor calidad que hay en España, hay restos romanos, está Cáparra al lado, tiene iglesia del siglo XVI y está el convento de la Bien Parada que fue el primer recinto universitario de Extremadura. Allí se estudiaba Gramática, Teología y Música.

¿Estuvo mucho tiempo en Abadía?

Solamente siete meses, pero iba porque tenía allí a la familia, por lo que mi ligazón fue total.

Quizá los salmantinos a nivel general le recuerden más por su faceta de alcalde que por la de médico. ¿Con qué lecciones se queda de su etapa como médico?

Con la creación de la primera cátedra de Patología del Lenguaje, ya que fui el primer catedrático de Patología del Lenguaje de toda España.

Siguiendo el esquema de la primera pregunta con la que le decía que fue padre de familia

También soy abuelo, tengo seis nietos.

¿Cuál cree que debe ser y es hoy el papel de la familia?

Yo soy bastante partidario de la familia mediterránea, esta familia un poco grande en que los vínculos entre padres, hijos y primos son fuertes, porque en el fondo protege a las individualidades de la familia, el grupo. Me da un poco de pena esas familias en las que apenas se llevan los hermanos. En ese sentido soy bastante tradicional.

¿Tiene algún familiar que le haya servido de guía?

Mucha gente, por ejemplo mi hermano, catedrático de Pediatría en la Universidad de Oviedo, que es mayor que yo y siempre ha sido un modelo para mí.

Ahora lo es usted para sus hijos y nietos.

Eso nunca se sabe, el mayor de mis seis nietos tiene seis años. Uno de mis hijos es médico intensivista, de UVI; otro hizo Podología y Enfermería; otro hizo Audiovisual y Publicidad; y el otro es musicólogo.

¿Cómo le gusta que le recuerden sus nietos?

Dentro de mi familia me gustaría que me recordaran como una persona que tuvo cierta sensibilidad por los temas públicos.

¿Y en Salamanca?

Me gustaría que en Salamanca me recordaran por lo que supuso el plan general especial de salvación del plan antiguo, que fue una gran responsabilidad. En aquellos momentos se pudo ir de las manos pero llegamos a tiempo.

Cuando uno cierra una etapa como en su caso la de alcalde, deja en la retina un retrato. ¿Cuál cree que es el suyo?

Por lo que oigo, la mayoría de la gente me recuerda mucho por, por ejemplo, toda la política de patrimonio, la política urbanística. Ten en cuenta que el Plan General de Ordenación Urbana que ha estado vigente hasta hace muy poco y con el que se ha desarrollado prácticamente el 60 o 65% de la ciudad fue un plan aprobado por nosotros. El Plan Especial de la Zona Antigua, la Operación Piloto, la zona de Jardines,.. Todas esas cosas. Si la gente va al Parque de los Jesuitas o al Huerto de Calisto y Melibea se acuerda. También la política de salvar un monumento cada año. El caso es que yo cuando voy por la calle tengo una sensación muy positiva.

¿Qué tres grandes logros destacaría de su etapa como alcalde?

Por ejemplo el tema del agua, cuando yo llegué a la alcaldía había barrios enteros que no tenían agua o les llegaba muy mal; el tema de la vivienda; la recuperación del barrio chino, de la Vaguada de la Palma o el Palacio de Congresos.

Usted que es querido por gente tanto de derechas como de izquierdas. ¿Cómo cree usted que hay que asumir el presentarse a un cargo político?

Lo primero es haber demostrado que eres una persona válida en tu profesión, o sea, tú no puedes ir directamente a la política, con lo complicada que es, sin tener una experiencia profesional, sea la profesión carpintero o sea médico o sea arquitecto, pero tener un cierto prestigio en tu propia profesión. Creo que, en estos momentos y siempre ha llegado a la política gente que considera la política una profesión. La política es un servicio que nace después de haber tenido un recorrido profesional. Hay mucha gente que no tiene recorrido profesional, comienza en la política y ahí surgen grandes problemas.

¿Qué enseñanzas extrajo de su etapa como alcalde?

El puesto político como alcalde es el más cercano al ciudadano, realmente se te acerca el ciudadano con los problemas más perentorios, cuando necesita las cosas más elementales para la vida, como puede ser el agua o la vivienda. Eso conlleva el que quizá el puesto más interesante, también el más duro sea el de alcalde o concejal. De ahí que en toda Europa y en los países democráticos el puesto de concejal es un puesto previo a cualquier otro de mayor envergadura.

Me consta que usted ha ayudado a muchas personas e incluso ha mediado para evitar injusticias.

Me da un poco de vergüenza recordar eso. A la alcaldía se acercan constantemente muchísimos problemas, realmente humanos, y siempre que se ha podido se ha echado una mano.

Usted también ha sido profesor. Dicen que enseñar a los demás lo que se sabe es un acto generoso y que a su vez ayuda a aprender el doble.

Si es cierto. Que te guste la docencia y quieras transmitir tus conocimientos es un tema muy vocacional y yo tuve la ocasión de empezar una nueva profesión que no había en España. Cuando yo empecé la Logopedia y la Pediatría estaba muy en pañales y fui el primero que logró la implantación en una universidad de la Cátedra de Patología Lenguaje y donde, junto a Barcelona, se crearon las primeras escuelas de Logopedia y Psicología del Lenguaje.

Siguiendo con el tema de la enseñanza ¿faltan hoy maestros?

Están cambiando los tiempos, en mi época la enseñanza era mucho más tradicional, hoy día la presencia física va a ir perdiendo terreno y va a ir ganando la comunicación a través del ordenador con profesor alumno.

¿Recuerda algún maestro de forma especial?

Mi maestro Perelló, el foniatra de Barcelona con el que hice la especialidad; el profesor Cañizo con el que hice la Otorrinolaringología en Salamanca, y el Enrique Feijoo, que era el Catedrático de Psicología Profunda de la Universidad Pontificia con el que hice la especialidad de Psicología.

¿Qué valores cree usted que deberíamos fomentar en estos tiempos?

Uno de ellos es la comunicación, estamos en el tiempo de mayor comunicación y es cuando más incomunicada está la gente. Necesitamos hacer partícipe de nuestros problemas o nuestra inquietud a los que están alrededor, a los que están cerca. La segunda de las cuestiones que yo veo importantes es la solidaridad. Veo que en los países europeos y entre ellos incluimos a España, hay un egoísmo tremendo. Me está escandalizando tremendamente el tema de los refugiados sirios e iraquíes en campos prácticamente de concentración sin que Europa tenga una sensibilidad para ellos. Eso me daña en lo más profundo, creo que estamos siendo tremendamente injustos, y una injusticia que la pagaremos cara porque eso como un boomerang contra las sociedades injustas.

¿Qué opina del tema de las elecciones que estamos viviendo?

A mí me parece que l Partido Socialista le es muy difícil apoyar al Partido Popular y tener que justificarlo hacia su electorado, porque son como el agua y el aceite, y yo comprendo a Pedro Sánchez su postura, la entiendo perfectamente. Es muy difícil que se tiendan la mano uno a otro. Vamos a estar en una etapa muy complicada aunque salga Rajoy de presidente del Gobierno. Creo que el Partido Popular tiene que limpiar su casa a fondo y veo difícil que eso se pueda hacer desde el poder.

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