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La procesión nocturna tras la celebración de la misa.
Cien años de devoción nocturna en Peñaranda

Cien años de devoción nocturna en Peñaranda

La sección de adoradores nocturnos ‘San Miguel’ celebra su centenario con un solemne acto en el que participó el obispo de la Diócesis, Carlos López

Cecilia Hernández

Lunes, 11 de julio 2016, 12:02

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La madrugada del sábado al domingo en Peñaranda de Bracamonte estuvo protagonizada por un acto de especial calado y emoción. Se celebraba el centenario de la sección de Adoración Nocturna San Miguel. Cien años de rezos nocturnos ante el Santísimo, una tradición ahora mantenida una vez al mes por una docena de personas en la parroquia de San Miguel Arcángel. El triduo de los días precedentes dio paso al gran acto de conmemoración del sábado tarde, que comenzó con la recepción de las banderas de las secciones de adoradores de la provincia. La alcaldesa de Peñaranda, Carmen Ávila, y los concejales del Grupo Popular Carmen Familiar y David Plaza, recibieron, junto al obispo de la Diócesis, Carlos López, a los visitantes de otras localidades en el convento de las Madres Carmelitas y a los sacerdotes de la comarca que quisieron participar en esta celebración.

De ahí partió una procesión de las banderas hasta la parroquia, donde el obispo presidió una eucaristía y la vigilia conmemorativa y diocesana de espigas. Más de dos horas de celebración que concluyeron en otra solemne procesión, en esta ocasión con el Santísimo, desde la iglesia hasta el altar situado en la avenida de Salamanca, justo en la puerta del instituto Germán Sánchez Ruipérez. Cabe destacar que el escudo preconstitucional que todavía puede verse en ese inmueble antiguo instituto laboral Onésimo Redondo fue tapado durante la tarde con una tela negra.

En el escenario allí situado, el obispo bendijo los campos, momento que fue seguido por decenas de personas que se congregaron alrededor. Tras unos breves instantes, el párroco de la localidad, Lauren Sevillano, devolvió la Custodia a las andas y la procesión regresó a la parroquia. Para finalizar, ya bien entrada la madrugada, tuvo lugar un ágape para los asistentes.

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