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Por una vez pudo contemplarse a la imagen de Benlliure a la luz del día y sin palio protector.
La Señora también reina de día

La Señora también reina de día

La Virgen de la Soledad celebra el 75º aniversario de su bendición con una abarrotada procesión extraordinaria

Cecilia Hernández

Lunes, 20 de junio 2016, 11:42

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Quizá no era el mejor día para que Nuestra Señora de la Soledad en su 75º aniversario pasara por la Plaza Mayor, pero la hermandad no quiso privar a La Señora de su tradicional homenaje desde el balcón del Ayuntamiento. Ni la presencia de las torretas del Festival de la Luz y las Vanguardias ni el campamento de la plataforma en apoyo a los refugiados impidieron que la Virgen de Benlliure paseara su belleza por el ágora, esa a la que pertenece por derecho propio, ganado madrugada a madrugada del Sábado Santo durante 75 años. Bodas de platino desde que fuera bendecida el Domingo de Ramos de 1941 una vez que salió de los talleres del insigne escultor y que ayer la cofradía quiso celebrar con una solemne y concurrida procesión extraordinaria.

Desfile que comenzó pasadas las 12 del mediodía, con algo de retraso sobre el horario previsto. Cientos de personas esperaban a la Virgen en los alrededores de la Catedral, como si de un Viernes Santo a la medianoche se tratara. Las sensaciones, sin embargo, eran más de Domingo de Ramos, de día de gloria, pues así son las extraordinarias. La solemnidad que se quiso imprimir a la procesión fue, poco a poco, quedando relegada a un segundo plano ante la alegría y el buen ambiente que se vivía en las calles de la ciudad.

La agrupación musical Virgen de la Vega (OJE) se encargó de rememorar la Semana Santa con marchas procesionales que levantaron los aplausos de los participantes en la procesión y del público. Salió la Virgen de la Catedral con la marcha Virgen de la Paz, precedida por una larga comitiva en la que destacaban los turnos de carga que se intercambiaron el paso durante el recorrido. Hombres y mujeres vestidos con pantalón negro y camisa blanca que, por una vez, desfilaron a cara descubierta llevando a hombros a la Señora de Salamanca.

Detrás del paso se encontraba la representación más institucional, con el obispo de la Diócesis, Carlos López, a la cabeza, acompañado del vicario general, Florentino Gutiérrez. También acompañaron a la Virgen desde la Catedral al Ayuntamiento el alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, y el concejal de Cultura, Julio López Revuelta, así como integrantes de la directiva de la Junta de Semana Santa y representantes de otras hermandades de la ciudad.

Una vez en la Plaza Mayor, como decíamos, se vivieron momentos peculiares, al cruzar la procesión por la instalación del festival de Luz y Vanguardias y al pasar al lado de la acampada de la plataforma en defensa de los refugiados. Todo transcurrió sin incidentes, para pasar al anecdotario propio de estas ocasiones extraordinarias. Eso sí, cabe recordar que la Soledad volverá a salir en procesión, fuera de su ubicación habitual en la Semana Santa, en el año 2018, cuando se celebre en Salamanca el Congreso Nacional de Hermandades de la Soledad, tal y como anunció hace algunas semanas la propia cofradía.

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