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Barrio catedralicio. En las imágenes una de las cámaras de disuasión situada en el Archivo de la Guerra Civil, tras las catedrales.
La cámara de vigilancia del Puente Romano llevaba estropeada dos meses

La cámara de vigilancia del Puente Romano llevaba estropeada dos meses

Nadie se percató de la situación hasta la pintada naranja en el histórico verraco

Cecilia Hernández

Jueves, 12 de mayo 2016, 11:50

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La estatua de Francisco de Vitoria, situada frente al convento de San Esteban, se ha unido a la lista de elementos patrimoniales atacados por los actos vandálicos en las últimas semanas. Su parte posterior presenta los restos de ese ya tristemente característico color naranja que ha ido impregnando las zonas más emblemáticas de la ciudad.

Una nueva ignominia que afea al centro histórico y avergüenza a propios y extraños y que ayer tuvo repercusión en el transcurso de la Comisión de Policía, donde el jefe de este cuerpo de seguridad, José Manuel Fernández, reconoció a preguntas del portavoz del Grupo Municipal Ciudadanos, Alejandro González Bueno, que la cámara de vigilancia del Puente Romano lleva dos meses estropeada sin que nadie se percatara de ello hasta que se procedió a buscar las imágenes del día de autos. Entonces se comprobó que la cámara no funcionaba y que no había, por tanto, rastro del vándalo que había atacado la pieza arqueológica más antigua que se puede contemplar en Salamanca, el verraco situado frente al Puente Romano. Por ello, desde el Grupo Municipal Ganemos se va a solicitar el contrato de mantenimiento de la red de cámaras de seguridad.

Por fortuna, en otras imágenes procedentes de otros lugares sí se ha podido ver al sujeto en acción, aunque a fecha de hoy todavía no está identificado por la Policía. Cuando así se haga y se consiga su detención, el Grupo Municipal Ciudadanos va a solicitar que el Ayuntamiento se presente como asociación particular en el proceso, como ya se ha hecho en otras ocasiones con conocidos vándalos callejeros que dejaron su huella en forma de pintadas.

Sala de pantallas

En total, las cámaras que existen repartidas por el centro de la ciudad son 16 y las imágenes que emiten tienen alta resolución. Su señal llega a una sala de pantallas situada en las dependencias de la Policía Local, desde donde se vigila el día a día en la zona histórica y se guardan las grabaciones para situaciones como la que se está produciendo en las últimas semanas.

«La sala es fantástica pero nos sorprende que no se dieran cuenta de la ausencia de las imágenes del Puente Romano durante dos meses», apuntan desde los grupos en la oposición.

No obstante, desde las asociaciones patrimonialistas remarcan que «las cámaras no son la solución», sino que se debería tomar verdadera conciencia de la necesidad de impulsar el Plan Municipal Antipintadas, que se puso en marcha hace pocos años con actuaciones en la plaza de San Román tradicional lugar de concentración de grafitis no autorizados- y en la propia Plaza Mayor, donde se estrenó un novedoso sistema de limpieza. «Las cámaras pueden estropearse, o puede haber niebla o llover o el delincuente puede ir con gabardina y sombrero y además, ¿qué hacemos?¿Las ponemos en cada esquina de la ciudad?», indican desde la asociación.

Más allá, Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio apunta, por ejemplo, a las charlas de sensibilización con jóvenes y adolescentes, de las que tan sólo se ofrecieron algunas sesiones en el curso 2014-2015 para un total de 180 alumnos. Estas charlas vienen recogidas en el Plan Municipal contra las Pintadas pero dejaron de ofrecerse. Tampoco se ha tenido noticia del resto de actividades que se establecían en ese documento, como el concurso Genialidades, diseñado, en teoría, para que los alumnos plantearan soluciones de erradicación de las conductas contra el patrimonio.

Plan de la Ciudad Vieja

Del mismo modo, el Plan Municipal contra las Pintadas no se ha incluido en el Plan de Gestión de la Ciudad Vieja, más que nada porque este último documento todavía está a la espera de redacción definitiva y aprobación, tras su presentación oficial hace dos años y medio por parte del alcalde, Alfonso Fernández Mañueco.

No acaban aquí las soluciones planteadas por el Plan que no se han llevado a cabo. Por ejemplo, contiene reflexiones específicas sobre la necesidad de evitar el efecto llamada, agilizando todo lo posible los trámites para la limpieza de las pintadas. En general, como reiteran desde Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, el plan «ha decaído», ya que tampoco hay informes de la Policía Local sobre cuántas veces ha tenido que actuar la unidad de limpieza a requerimiento de particulares propietarios de viviendas o locales afectados por pintadas.

«Hay que ser constante en la limpieza y en el cuidado para disuadir a los autores y evitar su gloria al ver la pintura varios días o semanas sin que haya reacción por parte de las autoridades, más el efecto llamada que eso provoca», señalan desde la asociación patrimonialista de Salamanca.

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