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Yañez, de Ciudadanos, Serrada, del PSOE y Lozano, de Podemos, junto a la moderadora, antes de uno de los debates organizados durante la pasada campaña.
Los partidos apuestan por la continuidad de sus candidatos para la reválida del 26-J

Los partidos apuestan por la continuidad de sus candidatos para la reválida del 26-J

Luis Miguel de Pablos

Sábado, 30 de abril 2016, 12:15

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La palabra fracaso es la más repetida entre aquellos que concurrieron a las generales el pasado mes de diciembre y que, presumiblemente, volverán a hacerlo el próximo 26 de junio. Sentimiento de culpa que contrasta cuando se va un poco más lejos, y se intenta ahondar en las claves que han conducido a ese fracaso. Es entonces cuando subyace el subconsciente y se recurre al término más manido en política y que tanto hastío provocan en el ciudadano. El y tú más del que ninguno se despega y que les/nos acompañará en la precampaña y campaña que se avecinan.

PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos se encaminan a una nueva batalla electoral, previsiblemente mucho más austera que las anteriores, aunque con las mismas armas y argumentos esgrimidos en las Generales del mes de diciembre. Los programas, desde luego, no se moverán un solo centímetro -si acaso milímetros- de lo expuesto en la última campaña, y tampoco el listado de candidatos, pendientes de confirmación por las ejecutivas nacionales. La del Partido Socialista, por ejemplo, se decidirá hoy mismo en el Comité Federal. El resto de candidatos esperan también una apuesta por la continuidad que se da por hecho en el 99 por ciento de los casos. La vuelta a la casilla de salida no modificará sustancialmente nada en ninguno de ellos, ni siquiera los reproches que se han dedicado en los últimos cuatro meses para justificar su fracaso por no haber logrado formar un gobierno de coalición.

Todos ellos, eso sí, están pendientes de que la estructura nacional empiece a mover los hilos y decida las líneas argumentales que marcarán la campaña. El escaso margen con el que cuentan no solo condiciona cualquier cambio sino que obliga a sus bases a moverse con celeridad para un proceso que será igual de intenso pero mucho más breve, y desde luego, a juzgar por las primeras io ntenciones de todos ellos, también más austero en el gasto.

Este puente del Primero de Mayo marcará el último respiro antes de sumergirse de nuevo en el barro para llegar a la parrilla de salida en el mes de junio en unas condiciones óptimas. El pistoletazo lo marcará la firma del acta de defunción de la legislatura que tendrá lugar entre el próximo lunes (disolución de las Cortes) y el martes (convocatoria de nuevas elecciones). Los cuatro partidos con más simpatizantes -PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos- tienen claro que apuestan por los mismos nombres que encabezaron sus listas el 20-D con la única duda del resultado de las negociaciones, a nivel nacional, entre Podemos e Izquierda Unida a la hora de que sendas formaciones opten por una candidatura común. Precisamente en este punto se atisba en Salamanca la única duda electoral, en vista de la marejada que envuelve a Podemos en las últimas semanas y que ha hecho que se encuentre descabezado en estos momentos. La propia cabeza de lista en las últimas Elecciones Generales de diciembre, María José Jiménez, reconocía ayer a este medio su falta de ilusión para liderar de nuevo la lista por Salamanca.

El resto de listas no parece que vayan a sufrir cambio alguno, dado que no se ha anunciado ninguna baja voluntaria.

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