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César Redondo Sánchez es el director general y propietario de Feyce, y quien ha internacionalizado la empresa y dado un rumbo nuevo a la misma.
La calidad abre a Feyce las puertas en más de 30 países

La calidad abre a Feyce las puertas en más de 30 países

La empresa salmantina tiene claro su objetivo: satisfacer a sus clientes y adaptarse a sus necesidades en cada caso, ofreciendo un producto a medida

MARÍA JESÚS GUTIÉRREZ / WORD

Lunes, 14 de marzo 2016, 12:06

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El sector apícola tiene una gran importancia en la provincia de Salamanca y si hay un nombre que destaca en él es el de Feyce, una industria que cada día cuenta con un mayor número de empleados y extiende sus lazos comerciales a un mayor número de países. Y es que Feyce ha pasado de generación en generación, ampliando horizontes, hasta llegar a la actualidad. César Redondo Sánchez es su director general y propietario; pero antes que él sus bisabuelos pusieron la semilla de la pasión por la apicultura en Feyce, sus abuelos se dedicaron de forma profesional y su padre creó la marca Feyce y abrió la primera envasadora. Por su parte, César Redondo ha internacionalizado la empresa y dado un rumbo nuevo.

- ¿Qué es Feyce?

- Es una empresa familiar salmantina con más de 100 años de experiencia en el sector apícola y que a nivel empresarial actualmente es el principal exportador de miel de España y un referente para muchas empresas, pero a nivel personal Feyce es mucho más que una marca, es una familia que generación tras generación se adapta a los tiempos para distribuir dulzura desde Salamanca al resto del mundo.

- ¿A qué se dedica principalmente?

- Feyce se dedica al envasado de miel, compra la miel a granel y posteriormente la envasa en diferentes formatos, de acuerdo con los requisitos del cliente. Para esta actividad cuenta con la planta de envasado más moderna del sur de Europa.

- ¿Qué producción mueve al año una empresa como Feyce?

- En 2015 Feyce procesó más de 8.000.000 kilos de miel, teniendo unos objetivos de crecimiento constante del 5% anual mínimo, hasta conseguir el reto de exportar 10.000 toneladas en 2020.

- ¿Cuál es su mercado potencial: nacional o internacional?

- El enfoque de Feyce es principalmente internacional, actualmente exporta el 80% de la producción y el objetivo es que en 2020 se exporte más del 90%. Para nosotros no es posible pensar en un mercado nacional, ya que limitaría mucho nuestra actividad. La realidad es que competimos por abrir un área de mercado a nivel global, así que desde la década de los 90 decidimos apostar por la apertura al exterior y esto es clave de nuestro éxito. Estar presente en tantos países te ayuda a diversificar riesgo, no quiere decir que sea fácil porque nos ha costado mucho sudor llegar a entrar en algunos mercados y conseguir entender qué necesita cada mercado, pero la globalización la vemos como una ventaja, ya que nos ofrece un inmenso mercado mundial, y nos obliga a afrontar grandes retos diariamente como son: el adaptarse y ser flexibles a todos los mercados. Nosotros garantizamos esta adaptación apoyados por la máxima garantía de calidad. Gracias a esto Feyce cuenta con presencia en más de 30 países de 4 continentes. Tenemos un claro enfoque hacia el cliente y ofrecemos un producto a medida.

- ¿Qué importancia tiene Feyce para nuestra región?

- Feyce aporta un gran valor ya que el 80% de nuestros proveedores son de Castilla y Leon, apostamos firmemente por nuestra tierra. Al final todo es una cadena que deja grandes beneficios en cada eslabón, por una parte a día de hoy nuestra plantilla cuenta con 28 empleados, lo que es un beneficio directo para estas familias, pero a la vez todos los suministros adicionales que necesitamos como son transporte, análisis, etiquetas, cartón y una inversión muy fuerte la realizamos en Castilla y León. Hay que tener en cuenta que la cantidad de volumen que movemos repercute en diferentes ámbitos.

- Y en general, ¿cuál es la posición que tiene Feyce?

- A nivel mundial nos queda mucho por crecer, por eso tenemos objetivos ambiciosos. Teniendo en cuenta solamente la cifra de ventas, en Salamanca nos encontramos en el puesto número 19 y a nivel de la Comunidad estamos en el 190. Si hablamos sólo de miel, somos el exportador número 1 de España y en Europa nos encontramos entre los 10 mayores envasadores de miel, teniendo la planta de envasado más moderna y competitiva del sur de Europa.

- ¿Cómo cree que se encuentra la apicultura en estos momentos?

- La apicultura es una actividad muy volátil por tema de climatología o enfermedades. Es famosa la avispa asiática que está matando millones de abejas en el norte de España o la varroasis que diezma todos los años a miles de apicultores. Es cierto que este tipo de factores no afectan por igual a todas las zonas, por lo que es común encontrar provincias muy afectadas frente a otras no tanto; por lo tanto, al realizar el cómputo general de producción de miel ha existido equilibrio, pero verdad que hay apicultores que están sufriendo gran número de colmenas. También hay que tener en cuenta lo que ya he mencionado, estamos en un mercado internacional, actualmente hay una disminución generalizada de precios, para intentar ofertar al consumidor un precio más atractivo, existe miel de muy alta calidad en muchos países productores, que es producida a precios muy inferiores a la miel española, lo que provoca que algunos clientes prefieran comprar miel de otros orígenes y, por lo tanto, baje la demanda de miel española. Nosotros confiamos en que esta situación sea temporal y seguiremos apostando como siempre al máximo por la producción de miel de España y todas las familias de apicultores que año tras año confían en nuestra empresa.

- El sector apicultor ha crecido en los últimos años, entrando en él mucha gente atraída por las subvenciones, ¿esto es algo que beneficia o perjudica al sector?

- La verdad que el sector productor apícola ha crecido bastante en los últimos años, incentivados fuertemente por las subvenciones y condicionados por la fuerte crisis en otros sectores. La apicultura ha sido una profesión que con el trabajo duro en el campo siempre ha dado buenos rendimientos. Además, en los últimos 10 años la demanda de miel era superior a la oferta, lo que unido a la valoración que se hacía de la miel española ha provocado la atracción de muchos nuevos apicultores procedentes de otros sectores en crisis como la construcción. Claro, todo tiene un límite y vemos que éste ha llegado en 2016, ya que la demanda del mercado no absorbe la sobreproducción que se está obteniendo actualmente.

- ¿Cuál es la relación de Feyce con los apicultores?

- Nuestra familia tiene fuerte tradición apícola, durante muchos años hemos tenido colmenas y hemos sido apicultores, eso no se olvida tan fácilmente. Es una profesión que nos gusta mucho y valoramos al máximo su gran esfuerzo, conociendo de primera mano cuáles son sus inquietudes. Nosotros hablamos a menudo con los grupos de apicultores, les visitamos siempre que podemos, para lograr una gran colaboración, ya que para nosotros los apicultores son una gran familia y sin ellos nuestro negocio no existiría.

- ¿Cómo garantizan la calidad de la miel?

- En Feyce realizamos analítica de toda la miel que recibimos, sin excepción. En 2015 hemos invertido medio millón de euros en análisis trabajando con los laboratorios locales y con los más prestigiosos de Europa. A pesar de que existe una relación de confianza con nuestros proveedores y que afianzamos lazos con ellos es imprescindible mantener un altísimo control de análisis para comprobar y garantizar la máxima calidad de nuestra miel.

- ¿Qué valoración realiza de la situación actual del mercado aícola?

- Hasta 2015 la elevada demanda provocó un aumento continuo de los precios, en el que los apicultores llegaban a subastar la miel. El problema fue que el año pasado el mercado tocó techo alcanzando el máximo precio de la miel que los clientes podían aceptar, y a pesar de que los intermediarios optamos por ajustar nuestros márgenes, incluso realizar nuestro trabajo gratis con el objetivo de mantener el consumo, aun todas estas medidas no han sido suficientes para ajustarse a los valores que el mercado actual demanda. Hemos pasado desde el año 2008 una fuertísima crisis económica a nivel mundial, sin que el sector apícola lo notara nada en absoluto. Y actualmente estamos comenzando a ver como el sector apícola se ve obligado a adaptarse a las distintas directrices que marcan los mercados internacionales, ya que de ellos depende la oferta y la demanda. En una economía globalizada, todos tenemos que trabajar por ser mas competitivos, eficientes, y conseguir ofrecer a los mercados los mejores productos a precios competitivos, siempre teniendo en cuenta que los inadaptados desaparecerán ya que los mercados solo aceptan a los mejores. Nuestra empresa a apostado en firme por ser el mejor, y actualmente tenemos las mejores instalaciones de proceso y envasado de miel, más modernas tecnológicamente, que nos permiten trabajar grandes volúmenes, con costes muy bajos, a los que sumamos un gran equipo de profesionales, para garantizar la máxima calidad de miel, con un servicio excelente.

- ¿Qué opina sobre las peticiones en etiquetado que se están realizando desde distintos sectores?

- Actualmente existe una normativa europea muy clara de etiquetado la cual realiza de forma trasparente y perfecta las diferencias entre todas las mieles, sus cualidades y su origen. Se está trabajando en una armonización de criterios para todas las mieles monoflorales producidas en la UE. No obstante es lógico trabajar para aportar mejoras en las normativas europeas, evitando siempre las normativas individuales de los Estados miembros, que van en contra de los principios de la UE, así como de la unidad de mercado. La normativa de etiquetado actual es homogénea en toda Europa, la cual permite un ágil comercio internacional entre todos los países de la Unión Europea y especialmente para España, el cual es un gran exportador a los países de la zona UE. No obstante, nuestra empresa como envasador de miel aplica todas las normativas y requisitos de etiquetado de cada mercado en el que comercializamos nuestra miel, somos muy versátiles y nos diferenciamos por la gran adaptación de nuestra empresa.

- ¿Cree que desde la Administración debería haber más controles?

- En estos momentos todas las administraciones están realizando un gran trabajo de análisis y control de la miel. Existen fuertes controles a las mieles de importación realizados por los PIF, los cuales garantizan que las mieles cumplen totalmente la normativa europea. Los veterinarios de Sanidad y Agricultura realizan tomas de muestras constantemente en nuestra fabrica, exigiendo en todo momento que nuestras mieles cumplan toda la normativa europea. En nuestra empresa trabajamos bajo los protocolos de control de calidad y seguridad alimentaria exigidos por las normas de garantía de calidad: IFS, BRC, FDA. Con esta garantía de calidad nuestra empresa tiene un sólido aval, que le abre las puertas de todos los mercados a nivel mundial para comercializar las miel que envasamos, con una diferenciación muy clara en materia de calidad.

- Dicen que la miel va a sufrir una bajada importante de precios, ¿qué opina al respecto?

- Efectivamente, podríamos decir que igual que todos los sectores, en éste ha explotado lo que algunos llaman la burbuja dorada, provocado por el desequilibrio entre la gran oferta y una bajada de la demanda; las perspectivas actuales para este año es que toca apretase un poco el cinturón, e intentaremos pasar el año trabajando un poco más duro para poder adaptarnos y continuar superándonos, es la misma trayectoria y disciplina que siempre ha caracterizado a nuestra empresa.

- ¿Cuáles son sus objetivos de cara a este año?

- En 2016 queremos procesar unas 400 a 500 toneladas más y aumentar la facturación un mínimo del 5%.

- ¿Qué problemas están encontrando a la hora de comercializar?

- Actualmente se trabaja en un mercado globalizado y la competencia es feroz. En estos momentos hay mercados como Argentina o Ucrania, los cuales producen grandes volúmenes de miel, y que están ofreciendo su miel a bajo precio, lo que genera presión en el mercado y que exista menos demanda de miel española. Además estamos sufriendo los efectos del cambio climático, esta campaña se ha retrasado mucho el invierno a nivel global, y por el momento la miel es un producto que se consume principalmente en épocas invernales. Por suerte para nosotros el tener presencia en tantos países hace posible que podamos diversificar el riesgo y seguir creciendo. A pesar de que 2016 se presenta como un año difícil, trabajando duro podremos conseguir nuestros objetivos.

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