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Representantes de las diferentes bodegas de la DOP Sierra de Salamanca que ayer llevaron sus vinos al Casino de Salamanca, junto al presidente y al director técnico.
Vinos más concentrados que en añadas anteriores en la DOP Sierra de Salamanca

Vinos más concentrados que en añadas anteriores en la DOP Sierra de Salamanca

La consejera de Agricultura, Milagros Marcos, destaca su «futuro prometedor» tras conseguir en tan sólo cinco años varios reconocimientos

MARÍA JESÚS GUTIÉRREZ / WORD

Martes, 24 de noviembre 2015, 13:17

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Más de medio millar de personas se dieron cita ayer en el Casino de Salamanca, en el Palacio de Figueroa, para arropar a la Denominación de Origen Protegida Sierra de Salamanca y para conocer los vinos que elaboran las bodegas que pertenecen a la misma.

Una presentación que este año contó con la asistencia de la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, que destacó el buen hacer de esta denominación que, con tan sólo cinco años, ha conseguido hacerse un hueco a nivel nacional e internacional.

El acto se inició con las palabras del técnico de la DOP, Miquel Udina, que fue el encargado de hablar de las características del terreno, al que llegó hace nueve años y aún hoy día «estoy convencido del gran futuro que espera a los vinos de nuestro territorio», señaló. Se trata, según recordó, de una DOP pequeña, formada por 26 municipios y 500 kilómetros cuadrados, con suelos de pizarra y de granito, «dos de los más valorados para el cultivo del viñedo. Son poco profundos, lo que empuja a las raíces a adentrarse muy hondo en la roca madre buscando los nutrientes y el agua e imprimiendo a los vinos toques minerales muy elegantes».

Junto a ello destacó el tipo de viñas, que se encuentra en bancales o paredores, lo que hace más difícil trabajarlas aunque el resultado es mucho mejor. «Realmente es una viticultura heroica, difícil de encontrar en otros puntos de nuestro país. El viñedo, además, es muy viejo, la mayoría con más de 80 años, esto asegura producciones muy pequeñas y de mucha calidad», apostilló.

Y no olvidó hablar de la variedad autóctona que distingue a los vinos de la Sierra, la rufete, «una maravilla de uva con la piel fina, racimo pequeño y un potencial aromático enorme. Como veréis da vinos muy frescos, fáciles de beber y muy elegantes».

Posteriormente pasó a hablar de la vendimia de 2015, «una de las más sanas que recuerdo», en la que se han cosechado «210.000 kilos, más cantidad que el año anterior, ya que aunque las cepas han dado menos uva, las bodegas están aumentando de producción, inscribiéndose nuevos viñedos y viticultores». «Es difícil definir una añada a estas alturas, pero viendo la evolución y las características que os he contado esperamos vinos más concentrados que en añadas anteriores», recalcó.

Tras esta introducción, Udina señaló que la importancia del acto de ayer es «poder probar los vinos que estamos comercializando y, sobre todo, conocer a las personas que hay detrás de ellos, poder escuchar y preguntarles la historia que hay detrás de cada proyecto».

De esta forma, los asistentes pudieron degustar vinos de diversas añadas, desde 2008 a 2014, de distintos suelos, de distintos pueblos y ver sus diferencias. Vinos, como explicó previamente Miquel Udina, «de José Carlos Martín Sánchez, viticultor y elaborador de Santibáñez de la Sierra; de Viñas del Cámbrico en Villanueva del Conde; de la Compañía de Vinos La Zorra en Mogarraz; de Bodegas Cuarta Generación en Sotoserrano; de Corneana con el viñedo en Garcibuey y de Mandrágora Vinos de Pueblo con sus viñas en Molinillo».

Hubo dos bodegas que en esta ocasión no estuvieron presentes, «la Cooperativa San Esteban, de San Esteban de la Sierra, y Vinodiario en Los Santos, que «se encuentran inmersas en un proceso de transición y que junto a otros proyectos estarán con nosotros el próximo año».

«Cada uno de ellos, trabajan año tras año junto con sus viticultores para conseguir vinos de muchísima calidad. Cada uno de ellos tiene una visión particular de la Sierra, formas distintas de elaborar, viñedos en distintos puntos, pero lo que tienen todos en común es la ilusión por hacer grandes vinos, vinos singulares, vinos de la Sierra de Salamanca», concluyó.

El siguiente en tomar la palabra fue el presidente, Agustín Maíllo, quien destacó la buena prensa conseguida en el último año e hizo un poco de historia sobre la creación de la Denominación de Origen Protegida, presentada en 2007, aunque no fue hasta 2010 cuando se aprobó. Ahora, cinco años después, «la Guía Peñín nos ha otorgado una puntuación medía de 90,5 puntos, un dato muy relevante», señaló, puesto que supone ser la segunda con mayor valoración de toda España, tras la Denominación de Jerez; un dato que también resaltó la consejera de Agricultura en su intervención, quien además resaltó que la DO de Jerez «tiene muchos años de historia» y un nombre ya hecho, por lo que la joven Denominación salmantina debe sentirse orgullosa. Junto a este reconocimiento, tanto el presidente como la consejera, hicieron referencia también a la puntuación conseguida, a nivel internacional, en la lista Parker, que «el pasado 30 de octubre y por segundo año consecutivo distinguió los caldos serranos, señalando que la DOP es una de las más emergentes de Castilla y León», resaltó Maíllo, quien también hizo mención a otra publicación que manifiesta que el vino rufete de la Sierra de Salamanca es uno de los diez descubrimientos vitivinícolas del mundo.

Todo esto «no es fruto de un día», afirmó Maíllo, sino que es fruto del trabajo, tesón y también paciencia para que el vino esté en su punto óptimo, y «las críticas anteriores lo que nos dicen es que estamos haciendo las cosas bien».

Respecto al futuro, Maíllo habló de nuevos proyectos y emprendedores que se sumarán a la DOP, de ilusión y nuevas ideas, como la de señalizar la DOP en las vías de acceso a la zona, para que todo el que llegue sepa que está en territorio de la Denominación y pida sus vinos.

Milagros Marcos fue la encargada de cerrar las intervenciones, señalando el buen trabajo realizado en estos cinco años por la DOP, que forma parte de las doce que hay en Castilla y León, la Comunidad con más figuras de vino de calidad. Así, manifestó que de cada cuatro botellas que se venden en España la mayoría son de Castilla y León, lo que genera una gran riqueza, ya que el vino mueve al año 660 millones de euros, «por lo que merece la pena apostar por esto».

Asimismo, destacó que frente a denominaciones antiguas, con gran tradición y gran volumen, se ha hecho un hueco la DOP Sierra de Salamanca, que con tan sólo cinco años tiene «un futuro prometedor» y es «un ejemplo de buen hacer, de trabajo y de que con tesón se suple la juventud» convirtiéndose en «una referencia nacional e internacional».

Por último, y respecto a la Consejería que encabeza, señaló el impulso que se está dando a nuevas estrategias de comercialización y nuevas líneas de mercado internacional para los vinos con DO de Castilla y León. Y por lo que respecta a la DOP salmantina, indicó que se está trabajando para que la uva rufete blanca entre en el registro de variedades.

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