«Si nos ponemos a mirar, todo es cancerígeno, depende de la dosis»
El exrector de la Universidad de Salamanca califica de nuevo fracaso de comunicación el último estudio de la OMS
el norte
Domingo, 8 de noviembre 2015, 12:16
Enrique Battaner (Salamanca, 1945) se ha jubilado hace unos meses como profesor y catedrático de Bioquímica en la facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, institución de la que fue rector entre los años 2003-2007. Presidente de la Real Academia de Medicina de Salamanca desde 2013, esta semana impartió una conferencia en el Colegio de Médicos de Segovia, dentro del ciclo de ponencias impulsado por la Fundación Científica.
Su conferencia llevó por título Plegamiento de proteínas, priones y aminoidosis. Estos términos están relacionados, según los últimos estudios, a los posibles causantes de varias enfermedades del sistema nervioso como el Alzheimer, el Parkinson o la ELA. ¿Hasta qué punto están avanzadas estas teorías?
Quizás el término puede llevar un poco a confusión por el desconocimiento; en realidad se trata de hablar sobre las enfermedades llamadas priónicas, como es el caso, por ejemplo de la enfermedad de las vacas locas. Efectivamente, en el plegamiento de proteínas podría estar el origen de esas enfermedades que usted cita en unos casos, y la consecuencia en otros, y yo creo que en este sentido los estudios están bastante avanzados. Lo que ha sucedido es que creíamos que la cuestión de la estructura de proteínas era una cosa prácticamente resuelta hace cerca de diez años, y resulta que no. La cuestión de la estructura tridimensional de las proteínas ha resultado bastante más compleja de lo que parecía al principio.
¿Qué papel tiene ésta en las enfermedades priónicas?
Refiriéndonos, por ejemplo, a la enfermedad de las vacas locas, que tanto revuelo causó allá por el año 1996, y a su ramificación humana, que es la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, juega un papel contradictorio. Se trata de una enfermedad que puede ser hereditaria, pero que también puede ser adquirida tras una ingestión, como por ejemplo ocurrió entonces, o incluso surgir de manera espontánea, sin ninguna causa aparente. El plegamiento de proteínas explica todo esto que puede parecer tan contradictorio. Hay abierto un campo muy grande de investigación, sobre todo para las enfermedades neurodegenerativas, ya que de muchas de ellas conocemos muy poco.
Entonces, ¿sería más fácil adquirir una enfermedad por priones por alteraciones genéticas o por ingerir animales infectados?
Es indiferente. Hay casos en los que puede ser hereditario y otros en los que puede ser adquirido. A esto nos referíamos con que parece contradictorio; y que queda explicado por el tratamiento del número de proteínas, lo cual abre todo un nuevo campo de la patología humana.
Usted ya hablado de vacas locas, pero en los últimos tiempos también hemos tenido gripe aviar, crisis del pepino... ¿Cree que somos una sociedad demasiado alarmista o hay motivos reales?
Sinceramente, creo que, en líneas generales, la ciencia ha llevado el progreso de la humanidad. Por ejemplo, la electricidad supuso un progreso muy importante; y la electricidad es peligrosa también. Lo importante es que seamos capaces de evaluar bien los peligros y evitarlos; pero no por hacerlo vamos a impedir que la ciencia progrese. A cada paso que dé la ciencia, tendremos que saber valorar qué peligros puede tener y tratar, eso sí, de evitarlos. Es algo que ocurre con todo el desarrollo tecnológico y también con el científico.
«Fracaso de comunicación»
Entonces, ¿hasta qué punto estudios como el último de la OMS hacen que acabemos ignorando este tipo de avisos y optemos por curar antes que prevenir?
En ese sentido mi opinión es que la OMS puede ser una organización muy benemérita, pero la política de comunicación que tienen no es todo lo buena que debería ser. Un ejemplo de ello fue la última pandemia de gripe A (H1N1), que luego no resultó lo que la OMS había predicho. Con esto de la carne roja y las carnes procesadas ocurre igual; si nos ponemos a mirar, todo es cancerígeno. Todo depende de la dosis. Yo creo que este tema ha sido una vez más un fracaso de comunicación por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Al final nos acabamos tomándonos estos avisos un poco a broma, ¿no? No nos dejan comer nada
Naturalmente. Y más en un país como el nuestro; ¡que nos digan que en Salamanca y Segovia tenemos que prescindir del cochinillo o los embutidos! (risas). Esto ya lo dijeron antes; que algo sea fármaco o sea veneno depende de la dosis.
¿Cuál cree que es el mayor reto de la Bioquímica en España?
El mayor reto de la bioquímica en España hoy en día, desgraciadamente, es sobrevivir. Ha habido unos recortes importantísimos en materia de investigación y precisamente la Bioquímica era uno de los campos en los que España estaba entre los primeros países. Pero con nuestros mejores cerebros emigrando porque aquí no tienen puestos, y con los recortes drásticos que ha habido en asuntos relacionados con la investigación, por desgracia la situación, evidentemente, no es buena. Considero que debería hacerse un esfuerzo importante por mejorarla.
Usted está muy relacionado con el mundo universitario y el mundo de la investigación. ¿Considera realmente que hay una fuga de cerebros o cree que es una afirmación en la que nos hemos instalado para no ver otros problemas?
Indiscutiblemente la hay. Y lo malo es que, por término medio, los mejores son los que se van. Desde la Universidad he estado viendo todos estos años cómo no estamos ofreciendo nada. Ofrecemos nada o poquísimo a la gente que en otros tiempos entraba de ayudante, empezaba a hacer carrera universitaria Ahora no. Ahora las cosas están prácticamente cerradas. Las plantillas de personal están envejeciendo de mala manera. La situación, desde mi punto de vista, es alarmante; lo cual no quiere decir que no tenga remedio.
Y en un campo como la Medicina, ¿cómo debería ser la relación entre estudiantes y profesionales?
Esta relación la concibo, sobre todo, en un plan de convivencia. En Medicina hay dos ámbitos separados; las preclínicas y las clínicas. Las preclínicas, como Bioquímica o Anatomía utilizan los métodos de una facultad de ciencias. Pero al tratar las enseñanzas clínicas, como Medicina Interna, Ginecología, Pediatría, etcétera lo ideal sería una convivencia mucho más estrecha.
¿Y a qué se debe que no se dé ?
Por problemas de masificación, de estructura hospitalaria, esto no se ha podido resolver del todo; pero yo creo que en este sentido se está progresando bastante. Aparte de que los métodos de enseñanza on line, el uso Internet son cuestiones tecnológicas muy importantes a tener en cuenta. Además, los estudiantes lo están haciendo francamente bien. De cualquier modo se podría hacer todavía muchísimo mejor; no se están aprovechando todos los recursos hospitalarios de los que disponemos en España, que, dicho sea de paso, y aunque a algunos les escandalice, tenemos uno de los mejores sistemas públicos sanitarios del mundo. Y creo que desde el campo de la enseñanza de Medicina se está desaprovechando bastante, lo cual no quiere decir que no pueda mejorar.