Borrar
Consulta la portada del periódico en papel
Tratamiento personalizado. Una profesional de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA) ayuda a una persona a realizar los ejercicios.
La Asociación de Enfermos de Alzheimer pide un censo para poder gestionar cada caso

La Asociación de Enfermos de Alzheimer pide un censo para poder gestionar cada caso

Salamanca cuenta en la actualidad con 5.000 personas que han sido diagnosticadas, aunque no están todos los que requieren de algún tipo de ayuda o tienen algún grado de dependencia

Jorge Holguera Illera

Martes, 18 de agosto 2015, 12:17

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En 2016 culmina el proceso de implantación de la Ley de Dependencia. En concreto, el pasado 1 de julio entró en funcionamiento el acceso a las prestaciones de enfermos en la fase I, (en grado uno), es decir, «la fase más moderada en la clasificación existente». Pues hay que entender que desde el año 2006 hasta ahora la Ley de Dependencia se ha ido implantando por fases que comenzaron con la prestación recibida por grandes dependientes desde 2007. A partir del año 2008, además de los anteriores, empezaron a recibir prestaciones los dependientes severos o de nivel dos y así sucesivamente hasta llegar a la prestación implantada recientemente.

Esta medida hace posible que personas con alzheimer y demencias afines en su primera fase empiecen a beneficiarse de las ventajas del sistema, es decir, aquellos pacientes con «pérdida de memoria inmediata, pérdida de capacidad de concentración, desorientación temporal y espacial y dificultades en el lenguaje», que son las características habituales en esta fase uno según AFA (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer).

Se trata de que el acceso a estas prestaciones para personas diagnosticadas y que sufren los primeros síntomas sea más económico e incluso gratuito, según su situación económica. Ello redundará en una mejora de su calidad de vida, porque gracias a ello, dentro del proceso de esta dura enfermedad «se acorta la fase más dramática» de la misma que es la fase final, en la que la dependencia es total. Por esta evidente ventaja en calidad de vida, en tranquilidad y en ahorro económico, tanto para el paciente, como para la Administración. AFA quiere que todo el que padezca alzheimer se beneficie de su profesionalidad y de las bondades de este servicio y que se conozca y aproveche esta ayuda a la dependencia.

Autorización

En este sentido, en Salamanca, AFA es la única asociación que tiene autorización de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León para realizar los denominados servicios de promoción de la autonomía personal, que la asociación presta como servicio vinculado.

La Ley permite que las personas se beneficien de servicios de promoción de autonomía personal en forma vinculada o de concierto. Por el momento la Junta no tiene ningún concierto, por ello la alternativa y única opción es la de participar en los servicios vinculados que oferta AFA, en este caso para pacientes de grado o nivel uno.

De esta manera los costes que suponen dichos servicios serán compensados económicamente por la Administración territorial competente. Esta retribución de la Administración llegará al paciente «en atención a dos vías, una de ellas es el grado de afectación que tiene el dependiente, otra, los recursos económicos que la unidad familiar o el enfermo tiene», explica Rodríguez.

Los precios de referencia para los servicios de promoción de la autonomía personal ya están publicados en el Boletín Oficial de Castilla y León y varían en función de si son sesiones individuales, grupales y según su intensidad.

Esta asociación tiene un equipo de profesionales con la suficiente experiencia, conocimientos y perfiles para ofrecer las propuestas, dispone de la acreditación de la Junta de Castilla y León para los servicios que contempla la Ley a través de los servicios de promoción a la autonomía personal denominados Habilitación y terapia ocupacional; Promoción mantenimiento y recuperación de la autonomía funcional;Estimulación Cognitiva y Estimulación Psicosocial.

En concreto, los programas para activar el cuerpo y la mente son:en terapias físicas, psicomotricidad, ejercicio aeróbico y wiiterapia; y en terapias cognitivas, memoria, musicoterapia, laborterapia, expresión corporal, cuidado personal, relajación, ludoterapia y wiiterapia.

No obstante hay que considerar que para un efecto más acertado de las terapias específicas que va a recibir el paciente, «están hechas por la valoración del equipo de dependencia, según la valoración que tenga. Y va en función del número de horas mensuales que se reciben y como sean, es decir, individuales o grupales. En este último caso, cuando no son individuales, se trata de terapias personalizadas porque «cada paciente tiene una evaluación de cuál es su patología y qué terapia se está siguiendo».

Este tratamiento específico no produce recuperación pero sí hay una «ralentización del proceso», es decir, va, consiguiendo que «las personas mantengan el mayor tiempo posible habilidades como las de poder vestirse, poder seguir comiendo, es decir, las funciones ejecutivas y funciones básicas de la vida».

Servicio de promoción

Las terapias para las fases más leves ya están en marcha en Salamanca en horario de 10 a 13:00 horas. En Alba de Tormes que Afa cuenta con presencia desde el 10 de junio este servicio tiene un horario de 10:30 a 13:30 horas.

En Peñaranda de Bracamonte lo harán en breve, y están en negociaciones para poder prestar sus valisosos servicios en otras cabeceras de comarca o municipios como es el caso de Cabrerizos, pues el objetivo es conocer los casos de alzheimer o demencias afines que hay en la provincia y poder llegar a todos y cada uno de ellos, para que todas las personas puedan acceder a esta mejora, sean de donde sean.

AFA está autorizada por el rigor que aportan sus profesionales en atención, «su experiencia y bagaje, pues lleva 27 años prestando estos servicios», apunta Rodríguez.

Esta asociación, pionera a nivel nacional, atiende a 300 personas, de las cuáles 42 son atendidas en la residencia Boni Mediero, y además cuentan con un centro de día en la calle Músico Antonio Bacierto. Cuenta con más de 100 personas empleadas en todos los servicios entre las que se cuentan 25 cuidadoras más los especialistas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios