«Los viejos se lanzan hoy al sexo con la inconsciencia de los jóvenes»

«El hombre que más sabe de sexualidad en España» llegó ayer a San Sebastián para participar en la jornada inaugural del congreso nacional del sida. «No digas algo así de mí», pide sin éxito el catedrático de Sexología por la Universidad de Salamanca Félix López, un psicólogo de 70 años que, pese a su modestia, está considerado como una auténtica eminencia en lo que se refiere a las relaciones sexuales de los humanos. Las ha estudiado todas: las de los niños, los adolescentes, jóvenes, adultos, los «viejos», como le gusta decir... Ayer las analizó y llegó a una sencilla conclusión:«El secreto para una sexualidad feliz lo dieron los socráticos: Basta con valorar la vida y aplicar la inteligencia».

La sexualidad de nuestros hijos, ¿hasta qué punto difiere de lo que fue la nuestra?

Los niños ven muchas cosas que nosotros a su edad no pudimos ver. En mi infancia ni siquiera hubo asesinatos, porque hasta la adolescencia no hubo televisión en mi casa. Con las relaciones sexuales explícitas sucede lo mismo. ¿Cuál es el riesgo? Tienen acceso a un conocimiento virtual de la sexualidad, que a menudo no es el más bonito , ni el más interesante, ni el más ajustado a la realidad.

¿Tienen mucha información, pero carecen de formación?

Los chavales de hoy necesitan más formación que nunca, porque el mundo virtual está impregnado de sexualidad. Vivimos en una sociedad comercial, donde la sexualidad se vende y se compra;y eso sin una formación adecuada supone un alto riesgo. ¿Me permite un ejemplo muy duro, pero muy claro?

Sí, por favor.

Una educadora en un centro con alumnos con síndrome de Down descubre a un chico de 11 años sobre una niña de 10 haciendo movimientos aparatosos. Les pregunta qué hacen y ella contesta: Estamos jugando a la violación. Los padres no habían hablado de sexualidad con el chico, pero el chaval tenía una televisión con la que se pasaba los fines de semana viendo pornografía infantil. Hoy más que nunca es necesario hablar con los hijos de sexualidad, porque todo lo que nos rodea nos habla de sexo.

¿Acceden los chavales demasiado jóvenes a contenidos eróticos a través de móviles, tablets...?

¡Claro! Tienen muchos más medios, pero su sexualidad está condicionada por el consumo. Viven una presión constante y nosotros, como adultos, vivimos con ellos en una contradicción permanente. Por un lado les sobreestimulamos y, por otro, no les ayudamos. Se ven obligados a vivir una sexualidad furtiva, sin información legitimada por la familia. Todo es furtivo.

¿Furtivo?

Sí. Si llevan un preservativo, lo tienen que ocultar.Conocí una chica que me decía que le dolía al hacer el amor. Lo hacía con su pareja debajo de la escalera y fíjate lo que me dijo:Yo vigilo mientras él lo hace. Esa sexualidad furtiva es malísima. Extremadamente peligrosa, insatisfactoria, injusta y sexista.

La intimidad perdida

¡Pues vaya educadores han resultado ser los de Mayo del 68 y sus herederos...!

Hemos dado más permisividad, pero no más libertad. Los jóvenes han conquistado el ocio y en ese tiempo se creen con derecho a hacer lo que quieren. Esa actitud la proyectan con actividades que tienen elementos de sobreexcitación. Botellón el fin de semana, sexo sin control...

¿A qué edad daría un móvil a un niño?

Un móvil puede ser un buen instrumento o muy malo. Depende de la cultura familiar sobre todas estas cuestiones y de la madurez del niño.

Me refiero al peligro del sexting, al envío de contenidos eróticos a través del móvil.

A veces ellos mismos se graban, desnudos, masturbándose o sólo haciendo el tonto para reírse con sus amigos. La gente, muchas veces los mismos padres, no sabe que lo que se pone en el mundo virtual deja de ser íntimo. Luego alguien lo usará o no, pero ahí está; ya no es tuyo. Le pasó a una concejala muy conocida.

¿Está amenazada nuestra intimidad?

Fíjese que cuando pillan a estos corruptos que están saliendo todos los días en la Prensa, acaban descubriendo correos enviados ¡hace diez años! Dejamos de verlos en nuestra bandeja, pero siguen ahí, en algún lugar; y alguien en determinadas condiciones puede acceder a ellos. Deberíamos ser muy celosos de nuestra intimidad. Mi cuerpo es mío y mi actividad amorosa, también. La comparto con quien tengo confianza, pero si la expongo en público deja de ser mía.

¿Nadie les ha explicado a los jóvenes que la pastilla del día después sólo evita el embarazo?

Nadie explica a los chavales que también deben protegerse contra las infecciones de transmisión sexual. ¿Sabe por qué? Por el miedo ancestral del ser humano al embarazo. La puso en el mercado el Gobierno conservador de Aznar. Pero los centros de salud no la daban bien, no colaboraban, y los socialistas tiraron por la calle de en medio y permitieron que se comprara en las farmacias. Y aquí estamos. Lo ideal sería que se tuviera que acudir a un centro donde alguien les explicara que se trata de una solución de emergencia para atajar un error. Pasa lo mismo con la prostitución...

Hablamos luego de ella, si le parece. ¿Qué podemos hacer los padres?

Hablar abiertamente con los hijos. Siempre que pregunten, desde los dos años, con respuestas ajustadas a su edad. Los niños aprecian que les des una respuesta veraz. Yluego está la escuela, donde se podría abordar esta materia de manera transversal y profunda. La anatomía, fisiología, anticonceptivos, afectos, familia, amistad... Pero es un desastre.

Educación para el trabajo

¿La escuela es un desastre?

Sí, porque no acaban de tomárselo en serio. ¡Anda que no hay tiempo hasta los 20 años! Lo que pasa es que la escuela está focalizada hacia el mundo del trabajo. La sociedad sólo quiere buenos trabajadores que consuman, cada vez más.

Hablamos de niños y jóvenes, pero las nuevas infecciones por VIHse dan en personas mayores de 30 años, personas maduras.

Yle diré más. El próximo reto somos los viejos.

Digamos los mayores...

¡Los viejos! Para los clásicos el viejo era la persona experimentada y culta que transmitía valores a las siguientes generaciones. Usemos el castellano como se debe. Mayor es un niño de 4 años con relación a su hermano de dos. Lo que le decía: los viejos se convertirán pronto en un nuevo desafío en la prevención de enfermedades de tipo sexual.

¿Cómo lo sabe?

El miedo ancestral en lo referente a sexualidad, como le decía, es el miedo al embarazo, que ya se ha superado. Al perderlo, están comenzando a tener relaciones no convencionales con la misma inconsciencia de los jóvenes. Me parece bien que tengan relaciones, pero que se preocupen un poco de los riesgos.

¿Se refiere a la verbena, la fiesta en el hotel de vacaciones...?

Los del Mayo del 68 están entrando en la vejez y, como no tienen miedo al embarazo y tienen Viagra y quieren vivir como los jóvenes, como impone la sociedad actual, se van de viaje y se toman libertades. Muy bien, pero necesitan información y manejarla adecuadamente.

¿Qué se puede hacer?

Educarles en el uso de la libertad, a través de los servicios sanitarios.

Regular la prostitución

¿Qué nos pasa, que no sabemos asumir los años que cumplimos?

¡Exacto! Eso y que el valor que impera en la sociedad actual por encima de cualquier otro es ser joven y parecerlo el mayor tiempo posible. Vivir con los valores y la forma de vida de los jóvenes. Me río cuando dicen que lo importante no es el cuerpo, sino tener espíritu joven.

Antes me ha citado usted la prostitución. ¿Habría que regularla?

Es un tema muy difícil. Le daré dos ejemplos paradigmáticos de países que lo han intentado. Suecia ha decidido perseguir a la prostituta, al consumidor y al proxeneta. Es el discurso más radical y lleva así dos o tres años. Vamos a ver. Holanda y Alemania apuestan por considerarlas trabajadoras sexuales y por controlar su salud. Me parece más práctico para un país com el nuestro.

¿Más vale regulado que ilegal?

Siempre habrá gente necesitada de comprar actividad sexual y de venderla. El 90% de nuestras prostitutas son extranjeras que mandan el dinero a sus familias. Esto va a ser muy difícil. Habrá que ver si la opción de Suecia funciona y si dentro de diez años no tienen barcos más allá de las doce millas con mujeres a bordo o gente que se va al país de al lado de turismo sexual.

¿Qué hacemos en España?

La compraventa de sexo es una de las cosas que explican el secreto y el silencio que rodea todo lo referente al sexo. Cada año, desde hace muchos, se reune una comisión del Senado en busca de una solución, que nunca llega . Todo el mundo sabe que existe, pero no hacemos nada. De brazos cruzados. Es terrible.