Versos llenos de luz en medio del caos

La niñez nunca se echa en falta en sus poemarios, así que nada mejor que sentar a Ferreira Cunquero en el espacio de literatura infantil para posar con su último trabajo. Su aspecto, desde luego, es más sugerente que el título elegido para el libro, Exégesis del caos, tomado prestado de una pintura de su amigo Andrés Alén. En él también descansan pinceladas de la niñez, como también de aspectos tan recurrentes en poesía como el aire, el agua, los paisajes, el desierto, la llanura o los maizales.

Un trabajo que, según reconoció ayer el propio autor durante la presentación llevada a cabo en la XXXV Feria del Libro, pasó por dos momentos delicados en su elaboración. Uno -ligado al estado de ánimo-, el fallecimiento de su madre, notable en el poema La estancia, y el segundo -más vinculado a su día a día- tuvo que ver con su iniciación en el mundo de la novela. «Este es un libro que convivió con mis primeros pasos en novela, y en este sentido no fue fácil», reconoce Cunqueiro, «porque ocurre que cuando los personajes de una novela te atrapan, la poesía sale corriendo».

Ferreira Cunqueiro confesó que estos aspectos se dejan notar en la obra, como también la libertad que supone convivir con esa música inspiradora de la que se alimenta todo escritor. Este extremo lo resumió él mismo en una anécdota suficientemente explicativa. «Un día me encontré con un amigo al que hacía tiempo que no leía, y me reconoció que lo había dejado hace tiempo y llevaba años sin escribir. Cuando le quise preguntar el porqué, me respondió que cuando la música no acompaña, resulta imposible escribir poesía», señaló, apuntando que «tener a alguien a tu lado todo el día diciéndote que dejes de escribir bobadas y te dediques a llevar el pan a casa, acaba por convencerte».

Exégesis del caos arranca con el poema Locuray contiene versos de toda condición y temática, caso de Transfondos etéreosu Oasis, escrito a partir de un cuadro de Dalí, del que el escritor se confesó admirador desde hace más de cuarenta años.

La mejor definición de su nuevo trabajo, sin embargo, llegó de boca de Asunción Escribano, quien resumió Exégesis del caos como «un extraordinario canto a la luz en estos tiempos de ruido y silencio en los que vivimos». La escritora salmantina animó al lector a encontrarse «con esta iluminación ante el aparente caos» que despierta la obra.

La catedrática de Lengua y Literatura hizo un exhaustivo análisis del poemario, aportando a su exposición la lectura de no pocos versos que, en su boca, hicieron las delicias de los presentes. «No estamos ante un autor que deje fluir las palabras, porque en su obra está todo medido. Vemos un Yo que aflora a través de la voz poética, y en el que aparecen elementos básicos en poesía como el aire, el agua o el fuego», aseguró, pese al paisaje tan gris que nos dibuja el autor en el libro.