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El último Talgo ‘Catalán’ que paraba en Cantalapiedra antes de ser suprimido, durante una puesta de sol, con la estación y los silos al fondo.
Cantalapiedra cumple 140 años de servicio ferroviario

Cantalapiedra cumple 140 años de servicio ferroviario

Jorge Holguera Illera

Sábado, 18 de abril 2015, 11:54

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Hoy se cumplen 140 años de la llegada del primer tren a la estación de ferrocarril de Cantalapiedra.

En el término municipal de Cantalapiedra se construyó el primer tramo de vía férrea que llegaba a la provincia de Salamanca y el día 18 de abril del año 1875 se produjo la inauguración del primer tramo de la línea 1, entre las localidades de Medina del Campo y Cantalapiedra.

Después de esta inauguración, pasarían algo más de dos años hasta verse inaugurado el siguiente tramo, es decir, el de Cantalapiedra a El Pedroso de la Armuña, el día 3 de agosto de 1877, y unos días más, para que el tren, por fin, llegara a Salamanca, un 26 de agosto del año 1877.

Desde que circuló el primer tren de vapor desde Medina del Campo a Cantalapiedra, mucha ha sido la vida que esta infraestructura ha dado a esta localidad, pero también mucha ha sido la actividad que ha generado el ajetreo de esta población al servicio de ferrocarril.

Francisco Macías Prieto, que trabajó en el ferrocarril durante 39 años, y que comenzó en las brigadas de Cantalapiedra en el año 1957, recuerda que, entre Medina del Campo y Salamanca había siete brigadas compuestas por un total de 77 obreros, que estaban distribuidos en cuadrillas de diez u once personas cada una. Muchos de estos trabajadores residían en Cantalapiedra. En las diferentes estaciones del ferrocarril había otra serie de personas trabajando. Macías Prieto recuerda que en Cantalapiedra había guardabarreras, un jefe de estación y un factor.

Según contempla Francisco Macías, en los tiempos que él trabajaba, el ajetreo era considerable en la estación de Cantalapiedra. Estima que a la estación y proximidades acudían del orden de «un centenar de trabajadores». Pues a los empleados de la empresa ferroviaria había que añadir los de las fábricas, los silos y otros almacenes colindantes.

Macías relata que llegaban a diario, dos trenes de mercancías por la mañana y otro dos por la tarde. Además tenía que llegar un tren que llamaban corto, porque el peso que se podía transportar hasta Cantalapiedra era mayor que el que soportaba la vía desde esta localidad hasta Salamanca. Por ello, el tren que llegaba cargado tenía que dejar parte de su mercancía en esta localidad, para después ser llevada por otro tren hasta Salamanca. Para hacer esta labor de carga y descarga había otro empleado.

Además de estos trenes mercancías, Macías detalla que circulaba un tren correo por la mañana, que iba hacia Salamanca. También llegaba a diario un tren de mercancía mixto, es decir, que también llevaba tres coches de pasajeros. Le llamaban el «tren burra», porque iba muy despacio. Entre medias, circulaba el «rapidillo», que era un tren con un vagón y tres coches. Este tren, iba y volvía, y hacía el recorrido de Medina del Campo a Fuentes de Oñoro.

El número de trenes y los tipos han ido cambiando con los tiempos. En estos momentos, son seis los trenes para los que se comercializan billetes a través de Internet para cogerlos en la estación de Cantalapiedra. Tres con origen Valladolid y con destino Salamanca y otros tantos con origen y destino inverso. De los cuales, uno por día en sentido ida y otro en sentido vuelta llega hasta Palencia. El fin de semana desaparece el de primera hora hacia Salamanca.

Media hora

La ventaja de circular en tren es más que evidente, pues se reducen los kilómetros, los riesgos y el tiempo de viaje. Por ejemplo, el tren que recorre los 44 kilómetros que separan Cantalapiedra de Salamanca, tarda entre los 24 y los 31 minutos. Si existieran más horarios disponibles, muchos estudiantes y trabajadores podrían hacer uso de este medio de transporte y evitar usar el coche o poder residir en el pueblo.

Felipe Montero Zazo, miembro de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid, siempre que puede se acerca a Cantalapiedra a fotografiar los trenes y los cambios que toda la infraestructura ferroviaria va experimentando con el tiempo. Pues esta es una de las líneas más cuidadas de la provincia y dará paso al tren eléctrico que comunicará Salamanca con Madrid.

Montero recuerda, como todos los pasajeros de Cantalapiedra, que en esta línea se estrenaron los nuevos modelos de tren 599, que añade, «son los mejores diesel donde no llega la catenaria». Al poco tiempo de ponerlos fueron sustituidos por los modelo 594, en sus dos versiones, o lo que es lo mismo, trenes mucho más antiguos que los que se estrenaron en esta línea.

En esta línea circulaban los trenes Iberia Expreso que hasta el año 2012 conectaban Salamanca con Bilbao, Irún y Hendaya, uno de ida y otro de vuelta.

Otro de los trenes que dejó de pasar por esta estación y como consecuencia de ello, dejó de parar en Cantalapiedra y en Salamanca en el año 2012 fue el conocido como El Catalán. Aquel emblemático Talgo rojo que fue sustituido por otro tipo de Talgo, tras inaugurarse el Ave de Madrid a Barcelona. Desde entonces los pasajeros de esta línea hacen transbordo en Zaragoza, donde tomaban el Ave, al mismo precio y con el correspondiente ahorro de tiempo.

Lusitania Exprés

Otro de los trenes emblemáticos que pasa por este trazado ferroviario es el Lusitania Exprés. No para en la estación de Cantalapiedra, pero este tren es la joya de Salamanca, y uno de los más preciados trenes de España, pues es el único tren internacional que atraviesa la frontera hispano lusa. Este tren, en realidad son dos, que se unen en Medina del Campo. Un tren sale desde Hendaya y el otro desde Madrid, encontrándose ambos en Medina del Campo, pasando por Salamanca y circulando con destino a Lisboa. Lo mismo sucede en el sentido inverso, donde el largo tren que llega de Lisboa se divide en Medina del Campo, para llegar a sus dos destinos, uno de ellos es la capital de España y el otro, la localidad vasca de Hendaya. Este es el único tren de pasajeros que circula por la vía que va desde Salamanca hasta la frontera portuguesa, además estos dos trenes, es decir, el de ida y el de vuelta, son los únicos con parada en Ciudad Rodrigo.

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