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Mariano del Mazo de Unamuno, prologuista y bisnieto del exrector; Mariano Esteban de Vega, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado; Alonso Puerta, presidente de la Fundación Indalecio Prieto; Luis María de Sala, autor encargado del estudio introductorio del libro; y Ana Chaguaceda, directora de la Casa Unamuno.
Cartas a un político desde la trinchera salmantina

Cartas a un político desde la trinchera salmantina

El historiador Luis María de Sala publica un nuevo libro sobre la estrecha relación de Unamuno con Indalecio Prieto

Luis Miguel de Pablos

Sábado, 28 de febrero 2015, 13:07

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El libro Miguel de Unamuno e Indalecio Prieto. Correspondencia 1916-1934, que ayer se presentó en Salamanca, muestra la «estrecha relación» que el pensador mantuvo con el político y aporta nuevos detalles sobre la contribución de ambos al advenimiento de la II República.

El historiador, periodista y autor encargado del estudio introductorio de la nueva publicación, Luis María de Sala, aseguró que la obra «recupera una relación entre dos personas importantes en la España del siglo XX: el político Indalecio Prieto y el intelectual Miguel de Unamuno», informa Efe.

En cuanto a Unamuno, descubre a un escritor «muy crítico con la Monarquía de Alfonso XIII y, al mismo tiempo, a un pensador que «tiene esperanza en un futuro mejor para su país».

«Conocíamos -añadió- las cartas que Prieto envió a Unamuno, pero no las que el escritor le mandó al político» y que, según reveló ayer, fueron localizadas en México, país en el que Indalecio Prieto murió en 1962. En total cuatro misivas, hasta ahora inéditas, que De Sala junto a Mariano del Mazo de Unamuno, prologuista y bisnieto del que fuera rector de la Universidad de Salamanca, enmarcaron en el contexto histórico en el que fueron escritas y cuentan «un relato sobre la relación» que tuvieron Unamuno y Prieto.

Siguiendo un orden cronológico, tres cartas son anteriores al golpe de Estado de Primo de Rivera y el resto (trece cartas y el telegrama de pésame que Prieto envió a Unamuno en 1934 con motivo de la muerte de su mujer Concha Lizarraga) es posterior al 13 de septiembre de 1923. La temática que se aborda en la correspondencia es de tres tipos: profesional (artículos que Prieto encarga a Unamuno para publicar en el periódico El Liberal de Bilbao), política (con críticas al rey y juicios sobre la evolución de los acontecimientos y la posición del partido socialista) y personal (como cuando Unamuno le recomienda a su sobrino para un puesto en la caja de ahorros municipal o Prieto le comenta la enfermedad de su madre o la boda de su hermano Luis en Barcelona).

A esa vinculación, que tildó de «muy estrecha y relevante a los efectos de la historia de España» porque, según vino a apostillar, «influyeron de forma decisiva en el advenimiento de la II República».

Según sus palabras, a ambos les unió «una amistad entrañable» en los años 20 del siglo XX durante la dictadura de Primo de Rivera, si bien ésta se hizo «más estrecha» durante el exilio de Miguel de Unamuno en Francia».

«Prieto fue a verle varias veces a París y luego a Hendaya» convirtiéndose en «una relación de fraternal amistad y les unió, además, un profundo amor a la libertad», recalcó durante la presentación.

Los dos abogaban por la instauración de «un régimen democrático que tratara a los ciudadanos como personas adultas», pero a la vez les separaba «la diferencia generacional -Unamuno es de la generación del 98 y Prieto de la del 14- y su actividad: el uno intelectual, el otro político».

De hecho, según De Sala cuando «llega la República», Unamuno «se queda en el análisis crítico de las realizaciones concretas y Prieto se pone a la acción estando al frente de varios ministerios».

Críticas a Alfonso XIII

Precisamente, las cuatro cartas inéditas recuperadas en México reflejan a un Unamuno «muy crítico con la monarquía de Alfonso XIII, pero, al mismo tiempo, hay un pensador que tiene esperanza en un futuro mejor para su país».

Finalmente, reveló que una de las misivas incluye «un soneto inédito, que no será el mejor de Unamuno», pero en el que se muestra «irónico y crítico con Primo de Rivera».

Por su parte, el presidente de la Fundación Indalecio Prieto, Alonso Puerta, consideró «obligado» estudiar la relación entre el político y el intelectual que «fueron amigos y que los dos venían de Bilbao, aunque Prieto nació en Oviedo», pero desde el punto de vista de la correspondencia que mantuvieron.

En ese sentido, puso de manifiesto que esas cartas halladas en México «arrojan luz sobre cómo era no sólo la relación humana, sino también política y cómo era la época en la que los dos coincidían en la oposición a la dictadura de Primo de Rivera».

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