Borrar
Latre, en una imagen promocional de su anterior espectáculo.
«Soy un culo inquieto que necesita rock & roll cada día»

«Soy un culo inquieto que necesita rock & roll cada día»

Luis Miguel de Pablos

Miércoles, 25 de febrero 2015, 13:21

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En un país de etiquetas, él ha conseguido sacudirse una tras otra hasta convertirse en todo un showman capaz de salpicar su espectáculo con piezas de canto y baile que nada tienen que ver con su principal virtud, la imitación. Carlos Latre (Castellón de la Plana, 1979) dejó de ser hace tiempo chico Sardá, producto del inagotable laboratorio que fue Crónicas marcianas, para convertirse en el hombre de las mil voces que, entre otros espectáculos, deslumbrara en el Yes we Spain. Como el buen vino ha ganado con el paso del tiempo y ahora sorprende al espectador en un repaso a su trayectoria en el que incorpora no pocas novedades sin olvidarse de la Pantoja de Puerto Rico o la duquesa de Alba.

En 15 años no es nada -este viernes en el Palacio de Congresos- pone sobre el escenario 150 voces y alguna que otra sorpresa.

Porque este espectáculo es algo más que un monólogo o un carrusel de imitaciones...

Desde luego. Hemos estado casi seis meses preparándolo porque se trata de hora y media de mucha exigencia, con coreografías, canto, baile y por supuesto, muchos personajes dentro de un espectáculo que se va a ir actualizando prácticamente a diario porque hay que tener en cuenta que algunos, caso de Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Rajoy o Esperanza Aguirre, están en constante evolución por la actualidad. Esto hace que no haya dos espectáculos iguales. He hecho mucho directo y eso me ayuda a dar nuevas pinceladas cada día que luego el público agradece mucho.

¿Es un modelo de espectáculo que se asemeja más al americano que al que estamos acostumbrados a ver en España?

Por ahí busco la diferenciación. Durante toda mi trayectoria he buscado el factor diferencial a la oferta que ya hay en la calle, últimamente había mucho monólogo en teatro pero no había un show redondo. Y desde mi especialización, que es la imitación de personajes, exploto esa faceta del hombre que puede hacer de todo y que no es muy habitual en España.

Con el giro que plantea, ¿ha tenido que asesorarse de forma especial?

La verdad es que en cuanto a interpretación he hecho un Shakespeare en Londres, algo que muy pocos saben, y en esta última etapa he estado en Nueva York estudiando coreografía, clases de canto y baile, ballet, Me he preparado muy a fondo porque soy una persona inquieta a la que le gusta estar actualizándose constantemente.

Habla de disciplinas que no son la suya, ¿se atreve con todo?

Bueno, es que creo que es importante la propia evolución como artista, mejorar día a día para que el espectador sea consciente de que uno no se ha detenido en el tiempo y que hay un proceso en todo lo que hace. Para mí es fascinante que el público se encuentre lo que ya se espera, pero también una pieza de ópera, un baile de claqué o de breakdance.

¿Enterramos, entonces, a la Pantoja de Puerto Rico?

En absoluto. Ahí sigue, porque no podemos olvidarla. Además, justo cuando aparece en el show explota el público porque recuerda aquellos inicios en Crónicas marcianas. Para mi es maravilloso poder mantener a la Pantoja de Puerto Rico pero luego bailar una coreografía o incluir a Pablo Iglesias en el mismo escenario y en tan solo unos segundos.

Ya que lo nombra, ¿qué queda de aquel chaval que descubrió Sardá?

Absolutamente todo pero, si te digo la verdad, sobre todo la ilusión. Permanece intacta, o más si cabe, porque lo importante es saber de dónde vienes y hacia dónde te diriges. Ese poso de lo que he hecho en estos quince años está en el escenario. Es lo que pretendo, que la gente se vaya pensando que, como dijo Gardel, quince años no es nada y que solo acabamos de empezar.

¿Echa en falta a alguno de los personajes que ha debido jubilar?

Imagínate, desde la becaria a la duquesa de Alba, a la que hacemos un pequeño homenaje en este espectáculo, todos han tenido su importancia para mi. Es lo que tiene trabajar tanto codo con codo con la actualidad, que al final te debes a ella.

Un guion tan intenso como el que plantea requiere de una disciplina y de un esfuerzo físico y mental importante, ¿le ha costado más que otros espectáculos?

Es una hora y media de función que con la doble sesión se convierten en tres horas sin parar de bailar, cantar y actuar sobre el escenario. Al final lo más importante es estar bien contigo mismo para poder aguantar ese ritmo. Lo has dicho tú, es una cuestión de disciplina porque si quieres ofrecer una cierta calidad al público, tienes que ponerte las pilas y saber hacer, por ejemplo, un demi-plié. No es solo estar bien físicamente sino también mentalmente. ¡Mira que es fácil limitarte a hacer un monólogo! Pero yo reconozco ser un culo inquieto y creo que el público es inteligente y sabe reconocerlo. No podría hacer todos los días el mismo monólogo, confieso que necesito rock & roll. ¡Necesito marcha!

¿Algún guiño a Salamanca?

Seguro porque no solo actualizamos personajes sino que en función del punto en el que se encuentre la gira, incluimos noticias de la ciudad para que la gente vea que sabes de lo que se habla en los bares.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios