Sotoserrano reconoce a los alcaldes del pueblo desde 1957

La actual Corporación municipal de Sotoserrano quiso aprovechar ayer la festividad de la Constitución para rendir un sincero homenaje a todos los hombres que, desde 1957 y hasta 2003, ha ejercido el cargo de alcalde en el municipio.

Un cargo que, en los primeros años, allá por los 50 del siglo pasado, se elegía a dedo. «Era el gobernador quien elegía al alcalde», señalaban ayer los reunidos durante el homenaje y así, durante ese tiempo y hasta que llegó la democracia, fueron tres hombres los que en Sotoserrano representaron a su municipio. En primer lugar, Pedro Sánchez Egido, que ejerció el cargo desde 1957 a 1966, quien ayer no pudo asistir al acto celebrado en Sotoserrano. Tras él ocupó el cargo Waldimiro Martín Martín, desde 1966 a 1971. Y el siguiente fue Bernardino Panchuelo Pérez, de 1971 a 1979, el cual ya ha fallecido y fue su hija, Brígida Panchuelo -que actualmente es concejala- y su yerno, quienes acudieron al homenaje.

En este tiempo, el gobernador también eligió a Tomás Pérez Rodríguez, más conocido como Octavio, pero «me negué a ser alcalde y me dijeron que nadie se podía negar; pero yo era fiscal y sabía que ambos cargos eran incompatibles», por lo que en esa ocasión «me libré», explicaba ayer. Sin embargo, llegó la democracia y los vecinos de Sotoserrano eligieron a este hombre como primer edil, «por entonces con UCD», prosigue Octavio, que fue alcalde de 1979 hasta 1983, quien volvería al cargo dos legislaturas después, es decir, en 1991 y permanecería como tal hasta 2003, cuando decidió retirarse y no volver a presentarse a las elecciones y en su lugar lo hizo el actual alcalde, Sebastián Requejo.

Durante las dos legislaturas que Tomás Pérez no estuvo en el cargo, fueron otros dos hombres los que estuvieron al frente del Ayuntamiento de Sotoserrano, primero Andrés Marcos Martín, desde 1983 a 1987 -que ayer no pudo acudir al homenaje-, y después Melchor Barrios Martín, desde 1987 a 1991, que ha sido el único alcalde socialista con el que ha contado Sotoserrano en toda la etapa democrática.

El acto de ayer sirvió no sólo como un reconocimiento a la labor de estos hombres por el pueblo de Sotoserrano sino también como un momento de encuentro y de recuerdos, ya que durante el tiempo que estuvieron juntos se sucedieron las anécdotas de cuando ejercieron como representantes de su municipio y también los logros conseguidos en cada etapa, sin olvidar las dificultades. «Hasta en tres ocasiones puse yo la dimisión y no me la aceptaron», contaba ayer Waldimiro Martín, quien era por entonces carpintero y el ser alcalde le suponía muchos gastos que tenía que sufragar de su bolsillo y además no podía dedicar todo el tiempo a su trabajo.