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Alfredo García de San Juan, presidente del Teléfono de la Esperanza de Salamanca posa junto a una voluntaria que está atendiendo una llamada anónima.
El Teléfono de la Esperanza detecta un incremento de llamadas con ideas suicidas

El Teléfono de la Esperanza detecta un incremento de llamadas con ideas suicidas

Las personas que se ven aliviadas por el buen hacer de esta ONG rondan una edad de 40 años y suelen ser mujeres

Jorge Holguera Illera

Lunes, 10 de noviembre 2014, 12:37

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El buen hacer del Teléfono de la Esperanza vuelve a ser noticia, lamentablemente por el incremento de llamadas. Estas interlocuciones atendidas por un voluntario preparado y anónimo, suelen tener al otro lado del auricular a personas que representan a parte de nuestra sociedad salmantina. Se trata de personas en situaciones límites que ven cierto consuelo después de conversar con los voluntarios de esta ONG.

Alfredo García de San Juan, presidente del Teléfono de la Esperanza de Salamanca, recalca el aumento de llamadas de gente con ideas suicidas.

La escucha activa de los voluntarios tiene un efecto salvavidas. Ellos no aconsejan ni mucho menos juzgan, pero si escuchan, haciendo que las personas que les llaman recapaciten acerca de su situación.

García de San Juan se ha encontrado con situaciones de personas anónimas verdaderamente tristes. Recuerda la llamada de una familia que iba a ser desahuciada de manera inminente. El padre era quien llamaba y no quería volver a la casa de sus suegros, pues llevaban 30 años sin hablarse. Le contaba que se iría a vivir debajo de un puente si hacía falta, pero que allí no iría nunca. Esta situación le había hecho vivir separado de su mujer y sus hijos que ya se habían trasladado a vivir con sus abuelos.

Esta es una de tantas situaciones que ha creado la crisis y el paro. La falta de trabajo es , según Alfredo García de San Juan, la que ha aumentado el número de llamadas en los últimos tres años. En Salamanca, se han pasado de 1.720 llamadas en el año 2008 a 2.149 durante todo el año pasado.

Predomina el sexo femenino de las personas que llaman, con un porcentaje que ronda el 70%, aunque si bien, cada vez son más los hombres que acuden al Teléfono de la Esperanza.

A nivel nacional, el rango de edad entre 45 y 54 años, realiza el 27% de las llamadas que recibe el Teléfono de la Esperanza, el 22%provienen de hombres y mujeres con un rango de edad entre los 35 y los 44 años.

Los tipos de problemas registrados por esta ONG en sus llamadas son en su mayoría psicológicos y psiquiátricos, con un 38,27%del total. Le siguen los problemas relacionales y/o familiares con un 17,66%.

En Salamanca cuentan con 40 voluntarios, de los cuales varios tienen un perfil profesional que les permite prestar consejo en áreas más concretas. Hay psicólogos, abogados, orientadores familiares y asistentes sociales. En el caso de ser necesario, la llamada puede convertirse en una cita con cualquiera de estos profesionales en sede. El porcentaje de llamadas citadas en el año pasado fue un 5,27%.

Hora más frecuente

El momento más frecuente en que se producen las llamadas al teléfono de la Esperanza es la noche. El horario comprendido entre las 11 y las tres de la mañana es la franja en que las personas suelen realizar más llamadas

El tiempo de duración de cada llamada varía mucho según el caso y el momento. La duración media ronda los 19,6 minutos. Lo que no quiere decir que esto sea una norma.

En el Teléfono de la Esperanza saben muy bien la soledad que sufren las personas mayores y personas con enfermedades. Alfredo cuenta anécdotas durísimas como la que recuerda de más de una persona que le ha dicho, «he llamado porque es la primera voz humana con la que me voy a comunicar en el día».

Aunque los jóvenes no son los usuarios más numerosos del Teléfono de la Esperanza, la voluntaria Rosa sí ha detectado un incremento significativo de personas menores de 30 años.

Alfredo Pérez de San Juan comenta que la falta de trabajo está rompiendo muchos posibles matrimonios. Es decir, jóvenes que llevan dos o tres años de noviazgo se ven agobiados porque ninguno de los dos encuentra empleo. Entonces el nerviosismo y la situación les supera y se acaban rompiendo las relaciones. Este es sólo un ejemplo, de las múltiples problemáticas que está originando el paro en la sociedad actual.

El Teléfono de la Esperanza es un refugio de quienes no tienen a quién acudir, de aquellas personas que no saben qué hacer. Una vez que se atreven a coger el teléfono y llamar al 923221111, no van a ver solucionados sus problemas, pero si van a tener al otro lado a una persona madura y sensible que va a saber escucharles.

Alfredo García de San Juan relata una situación que está haciendo sufrir mucho a los padres que se ven perjudicados por la imposibilidad de que sus hijos encuentren empleo. «La falta de trabajo desencadena muchas situaciones», dice, « como aquellas donde hay hogares en los que llegan hijos que llevaban tiempo viviendo fuera porque no ganan para mantenerse».

Hay diversas situaciones, dice. Personas que están en una situación muy conflictiva, es decir, «hijos que no aparecen por casa durante todo el día, se levantan a las seis de la tarde, comen lo que sea y se van de nuevo», cuenta. Estos hijos reclaman a los padres dinero.

Otro tipo de hijos se quedan en casa todo el día sentados en el sofá, sin salir de casa ni nada, se dicen que no hay salida y esto preocupa bastante a sus progenitores.

Otros son conscientes de la situación y se comportan más normalidad, ayudando en el hogar y haciendo intentos por encontrar una oportunidad, aunque el tiempo pasa y en las ocasiones más graves hay quienes ya suman más de un lustro sin trabajar.

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