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Excursión a San Martín del Castañar realizada esta misma semana por la Ampa del colegio San Francisco de Ciudad Rodrigo.
Del plan ‘Releo’ al Consejo Escolar pasando por las extraescolares

Del plan ‘Releo’ al Consejo Escolar pasando por las extraescolares

Las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos se implican de lleno en la vida de los centros

Silvia G. Rojo

Viernes, 31 de octubre 2014, 12:13

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Cuando se pregunta a los responsables de las Ampas (Asociación de Madres y Padres de Alumnos), da igual el tipo de colegio que sea, cómo llegaron a formar parte de la junta directiva de la asociación correspondiente, lo más escuchado suele ser aquello de «es que nadie quería ser».

Probablemente, el asociacionismo no esté en horas bajas, más bien, está como siempre, por lo que cualquier pequeño logro en lo que al número de socios se refiere, es un gran avance.

La junta directiva de la Ampa del Colegio Público San Francisco de Ciudad Rodrigo, que preside Eugenio Bernal, refleja a la perfección este planteamiento: «Estaba muy desanimada la cosa y nadie quería ser de la junta directiva por lo que o nos decidíamos alguno o desaparecía», explican Eugenio, Eva, Raquel e Inma, representantes del colectivo junto con Juan José, Coro y María.

Finalmente, entre padres de la misma clase que tenían contacto entre sí y tirando de otras amistades consiguieron mantener la asociación y éste ya es su tercer año como responsables, es decir, el segundo mandato porque los cargos se eligen cada dos años.

En la provincia de Salamanca hay 271 colegios y aunque no se puede confirmar el número exacto de los que cuentan con este tipo de asociación, a día de hoy, siguen siendo la mayoría.

En la Ampa del colegio San Francisco tienen muy claro que pueden abarcar multitud de funciones e insisten en que «los padres cuenten con nosotros, luego ves que se crean corrillos y no vienen a la Ampa a pedir que les echemos una mano; esto es un instrumento de mediación, no se trata de un grupo que organiza la fiesta de Navidad y la fiesta de fin de curso, es mucho más».

Ese «mucho más», por ejemplo, queda perfectamente reflejado en el programa Releo que se solicita a la Junta de Castilla y León a través del propio centro. En este caso, Eva ha sido la que más ha cargado con el peso del mismo «porque como no hay gente, necesitamos por lo menos cinco o seis personas para sacarlo adelante». Estas personas se encargan de recoger datos, confeccionar ficheros para ver el número de libros del que disponen y la ayuda que necesitarían de la Administración autonómica para comprar libros para aquellos niños a los que no llegan con los que otros han donado.

Según sus cálculos, cada familia se ha ahorrado una media de 300 euros por niño, el 95% de los alumnos de tercero y cuarto han solicitado esos libros, y del tercer ciclo, esa solicitud se ha quedado en el 80%, lo que quiere decir que todos esos niños cuentan con libros gratis y buena parte de la culpa es de la Ampa.

En este caso, la Junta ha tenido que aportar alrededor de 2.200 euros porque «teníamos muchos libros por el banco de libros», por lo que todos ellos reconocen, teniendo en cuenta el ahorro y el número de beneficiarios, que «es la labor más importante que desarrollamos».

El Colegio Público San Francisco cuenta con 340 alumnos y en el año 2013 eran 33 las familias que pertenecían a la Ampa y en 2014, 38. «Se va viendo que cada año tenemos más socios y creemos que habrá continuidad, estamos sembrando y la mayoría de las familias que se han apuntado nuevas son de Infantil por lo que, en principio, ellas seguirán».

Teniendo en cuenta el número de alumnos, la cifra se podría considerar como baja, pero como todo se puede mirar desde el prisma que se quiera, en este caso lo importante es que cada año son más y continúan realizando una buena labor en beneficio de todos los alumnos del centro.

Su llamada sigue siendo a que «la gente se apunte porque muchas veces las cosas no se hacen por dejadez», y aunque asumen que «cualquier cosa requiere de tu tiempo, pero como es algo que haces con gusto, tampoco importa, no es algo en lo que estés pensando».

Varios miembros de la Ampa forman parte del Consejo Escolar y efectivamente, además organizan excursiones, talleres, colaboran con la semana cultural del centro o con el desfile de Carnaval y en la mayoría de las ocasiones, las actividades salen adelante gracias al esfuerzo personal, a los contactos, las amistades o los propios negocios.

A todo esto, por supuesto, habría que añadir escritos a la Dirección Provincial de Educación cuando, por ejemplo, no se ha sustituido a los profesores de baja en 15 días, o sin ir más lejos, la presión que ejercieron para la adjudicación del programa British Council a uno de los institutos de Ciudad Rodrigo.

Y es que, esta junta y tantas otras, llegaron al cargo «en tiempo de vacas flacas, ya no hay subvenciones», o sea que todos los ingresos de los que disponen son los 10 euros que aporta cada familia inscrita.

Reconocen, por otra parte, que «nos movemos mucho aunque el año pasado, por ejemplo, el tiempo nos fastidió».

Concluyen que «cualquier cosa que necesite el colegio sabe que nos tiene», y asumen, en algunos de los casos, que a medida que sus hijos vayan avanzando de curso, asumirán responsabilidades en las asociaciones de otros centros educativos. «No hemos terminado aquí y ya nos dicen en los institutos que tendremos que seguir cuando lleguen nuestros hijos», bromean.

De momento, lo más inmediato, en lo que a actividades extraescolares se refiere, será un taller de motivos navideños que ya están preparando desde la Ampa, tal y como ha venido sucediendo en los últimos años.

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