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Vista panorámica parcial de la Plaza Mayor en la tarde de ayer.
El libro antiguo devuelve a la Plaza Mayor el olor añejo de siglos de historia

El libro antiguo devuelve a la Plaza Mayor el olor añejo de siglos de historia

Ejemplares únicos como la primera edición del ‘Niebla’ de Unamuno o las obras de Santa Teresa dan lustre a la feria

Luis Miguel de Pablos

Lunes, 27 de octubre 2014, 12:53

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La perfecta casada de Fray Luis, el Canto a mi mismo de Whitman, la primera edición del Niebla de Unamuno, las obras completas de Ramón Gómez de la Serna, la Visión artística y religiosa de Gaudí con prólogo de Dalí o las obras completas de Santa Teresa en papel de hilo. Pequeñas joyas que se esconden durante todo el año entre cuatro paredes y que durante estos días se pueden encontrar a la luz del día en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que, fiel a su cita, cumple este año 22 ediciones entre los salmantinos. Una feria que en otras provincias se ha convertido en residual bajo el manto protector de Alvacal, y que en Salamanca, con el impulso nada desdeñable que otorga un escenario como la Plaza Mayor, se ha convertido en referencia más allá incluso de las fronteras de Castilla y León.

Porque organizaciones al margen, el libro es cuestión de gustos. Hay quien prefiere esperar a la que se celebra en mayo -y que en 2015 cumplirá 35 ediciones- para buscar sus autores de cabecera, y también les hay que, movidos por la nostalgia, un espíritu coleccionista o, sencillamente, el buen gusto por los clásicos, se decantan por el libro antiguo o de ocasión. Son estos últimos los que durante el fin de semana y hasta el próximo 9 de noviembre dibujarán, día tras día, una de las estampas mejor cuidadas de la Plaza Mayor. Con el respaldo del ayuntamiento, la feria es ya un apéndice más de la plaza, articulado por los 24 libreros que hoy la dan forma. Desde las 14 librerías que la echaron a andar en 1993 -entre ellas la de Rivas, entonces dirigida por José Rivas antes de que tomara las riendas su hijo Antonio-, por el camino se han quedado horas y horas de extraordinaria organización, siempre de la mano de Paco Bringas.

De las 14 se ha pasado ahora a las 24 librerías, en un elenco encabezado por las salmantinas (Víctor Jara, Anticuaria Mundus Libri, Rivas, Anticuaria El Buscón, Centro de Estudios Salmantinos, La Nave, Páginas y La Galatea), y completado por las cinco de Madrid (Cachuán Libros, Vitorio, Recuerdos, García Prieto y Salambó), cuatro de Valladolid (Libros Ortega, El Rincón Escrito, Libros Pariente y Maxtor), y las localizadas en Burgos (Valdezate), Segovia (Luis Llera-Cerezas), Zamora (Luces de Bohemia), Granada (Ramón Urbano Libros), León (Cajón Desastre), Alicante (Vobiscum) y Santander (Roales).

Entre todas ellas se reparten siglos y siglos de historia, libros descatalogados que no se encuentran en ningún otro rincón historia e incluso algún que otro incunable producto del deseo de los coleccionistas. «En mi caso procuro no centrarme en una sola tendencia y apuesto por traer un poco de todo», señala Ana Fortes (Mundus Libri), que cuenta en sus estantes con primeras ediciones de Unamuno, Pío Baroja, Gala o Delibes. También manuscritos que rezuman historia, caso de actas notariales como la que le remitió María La Brava a su marido o la que relata episodios como el vivido en Francia a la muerte de Felipe IV. «Pero también procuro traer otro tipo de libros, como los orígenes del cine, los relacionados con el marxismo, filosóficos,... o también los calendario pin-up que están de moda», explica Ana. No abundan los lectores como para ceñirse a un solo género. No es el caso de Antonio Rivas (Librería Rivas), cuyos clientes tienen un perfil perfectamente identificado. «Padres con hijos, ése es mi público», resume. El suyo es un caso justificado. Antonio se vuelca en la literatura infantil y juvenil, «y con este tiempo con el que hemos empezado la feria está claro que ayuda y se acercan muchas más familias», especialmente en fin de semana, señala, testigo fiel de la evolución de la feria desde sus comienzos. Antonio se acercaba a la plaza del brazo de su padre con apenas dieciséis años y aún hoy lo sigue haciendo con la misma ilusión por la profesión. «No hay muchos cambios sustanciales, salvo que hoy se ha convertido en una de las ferias más importantes de España», apunta.

El suyo es el caso opuesto al de Miguel Ángel Cortés, que cumple cuatro años con su cita en la Plaza Mayor. Una cita con el libro, pero también con una responsabilidad que no todos contemplan. «Es un evento cultural en el que hay que estar porque acerca el libro a la gente, independientemente del rendimiento económico que nos pueda reportar», asegura. «Los libreros deberíamos hacer un esfuerzo para mejorar la feria y no llevar lo que no vendemos en la tienda», añade, subrayando el trabajo «bien hecho» que se ha venido haciendo desde la organización en los últimos años.

La Nave distribuye en su caseta desde libros que no pasan de los 3 euros hasta los que pueden alcanzar los 2.500, caso del Libro de Órdenes de Caballería o los tomos de Santa Teresa, obra completa del siglo XVII. «También contamos con algunos Quijotes ilustrados del XX, bibliotecas de medicina de los siglos XVIII y XIX,... Este año hemos incorporado mucho material nuevo, tanto en la parte contemporánea como en la antigua», confirma Miguel Ángel.

En esa misma línea de calidad y mimo por su trabajo se mueve Begoña Ripoll (La Galatea), otra veterana de la feria que este año ha incorporado un buen abanico de pequeñas joyas, caso de la biblioteca y algunos bocetos y originales del pintor José Manuel González Ubierna. Pinturas que ocupan la primera línea de la caseta, muy cerca de la primera edición del Niebla de Unamuno o las obras de la Santa.

«La importancia de la feria es celebrar un acontecimiento cultural bien organizado que tiene libros para todos los públicos. Un evento en el que nuestra labor es traer libros de calidad sin que por ello tengan por qué ser caros», subraya Begoña.

La amplia oferta bibliográfica se enriquece este año con una atractiva programación cultural en torno a la tradición oral, que ofrecerá gratuitamente a los visitantes 29 actividades, entre las que se encuentran conciertos, cuentacuentos y proyecciones documentales.

Este año, como novedad, se recupera la participación de escritores de reconocido prestigio. Estrenó ciclo Gustavo Martín Garzo el pasado sábado, y tras el Premio Nadal desfilarán Antonio Rodríguez Almodóvar, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, y José Luis Puerto, Premio Internacional Jaime Gil de Biedna.

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