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Tomás Martín y Honorio Vega, ayer en la sede de Aspes.
Los catedráticos de Secundaria no llegan al 2% del total del profesorado

Los catedráticos de Secundaria no llegan al 2% del total del profesorado

La asociación Aspes reclama ante la justicia que la Junta convoque estas plazas, que llevan 18 años de ausencia del panorama educativo

Cecilia Hernández

Jueves, 23 de octubre 2014, 13:08

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«Son 18 años sin convocar plazas de catedráticos para los docentes de Educación Secundaria». Casi dos décadas que justifican, según la Asociación de Profesores de Enseñanzas Secundarias de Castilla y León, que el conflicto haya terminado de nuevo en manos de la jurisdicción contencioso-administrativa. Honorio Vega, presidente de esta organización, explicó ayer en una comparecencia en la sede de Aspes que en Salamanca existen en torno a «1.500 profesores capacitados para llegar a ser catedráticos de Secundaria». Una distinción académica que no implica la creación de nuevas plazas de profesorado, sino la promoción interna de los docentes, que ven reconocidos así sus méritos.

Tantos años sin convocatoria de estas plazas desde que la Junta de Castilla y León tiene las competencias educativas- ha reducido drásticamente el número de catedráticos de instituto en Salamanca. De hecho, en la capital existen «entre seis y ocho», mientras que en la provincia han desaparecido prácticamente, porque la edad del profesorado es mucho más joven. Estos son números aproximados porque, según Aspes, la Junta de Castilla y León se niega a proporcionar un listado de los catedráticos, y tan sólo se conoce el dato exacto de algunas provincias como Palencia, en la que el porcentaje de cátedras de instituto es del 4% sobre el total del profesorado de Secundaria. Una cifra lejana del 30% que marca la ley como máximo. Esto supone, por ejemplo, que si en Salamanca hay unos 2.000 profesores, entre 600 y 700 podrían ser perfectamente, por sus méritos y trayectoria, catedráticos.

Los responsables de Aspes insistieron en que no hay razones económicas para la ausencia de actividad de la Consejería de Educación en esta materia. Así, Honorio Vega afirmó que «aunque se escudan en el tema económico, la realidad es que 1.000 plazas de catedrático de Secundaria suponen tan sólo un gasto de dos millones de euros». La crisis económica sirve, entonces, a las instituciones de «escudo» para no cumplir lo acordado «en el año 2008», añadieron los docentes.

«Nosotros pedimos estrictamente el cumplimiento de la ley», continuó Vega, que recordó como esas cátedras de instituto vienen recogidas tanto en la normativa actual (Lomce), como en las anteriores. «Es una cuestión de seguridad jurídica, si la ley lo recoge, que se cumpla, y si no, que se elimine».

«La oferta pública de empleo debería ser de 1.500 plazas»

  • Tras cuatro años sin convocatorias a causa de los recortes económicos, todo indica que para 2015 llegarán las tan ansiadas por muchos oposiciones para el Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria. Honorio Vega se mostró firme en este punto al reclamar a la Junta que salga «una oferta importante de plazas», que cifró en «1.500 y que se abran todas las especialidades». Después de este tiempo sin oposiciones, son muchos los interinos y recién licenciados que no han podido actualizar méritos ni iniciar su carrera en la docencia, por lo que se requiere una oferta que pueda compensarlos. «Todo lo demás serán migajas», sentenció Vega, quien cifró la tasa de interinidad actual en un 18%, «con condiciones verdaderamente leoninas». A su juicio, esta situación lo único que hará será ir en contra de la calidad de la enseñanza en la Comunidad Autónoma.

Ocho años de experiencia

Para llegar a ser catedrático de instituto se exigen al menos ocho años de experiencia laboral, y al obtener tal consideración se adquieren inmediatamente «nuevos estímulos y funciones», como la jefatura del departamento o la presidencia de tribunales de oposiciones.

Las medidas que solicitan los profesores de Secundaria en este procedimiento contencioso-administrativo se resumen en dos pasos. En primer lugar, que la Consejería de Educación remita un informe a Hacienda indicando si es necesario o no la convocatoria de cátedras, y, posteriormente, una vez emitido ese informe, que la Consejería de Hacienda ponga en marcha el procedimiento y las cátedras se convoquen para 2015. Si no, reiteraron desde Aspes, el cuerpo de catedráticos de instituto quedaría condenado «a la extinción».

«Quede claro que Aspes no quería acudir a los tribunales, pero no nos ha quedado otro remedio», añadió Honorio Vega. El relato de los hechos incluye una reclamación de más de 2.000 profesores a la Junta en junio de 2013, a la que la se obtuvo respuesta en mayo de este año, «con una doble ilegalidad», según Aspes, ya que respondió un órgano «no competente»: el jefe de servicio de Educación, cuando lo debería haber contestado Función Pública. Tras varios meses más de idas y venidas de reclamaciones y respuestas administrativas, los docentes se decidieron por la interposición del recurso contencioso-adminitrativo en Valladolid.

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